Mujica: ¡°El proceso de paz en Colombia fue gerencial y con poca participaci¨®n de abajo¡±

El anciano llega al auditorio arrastrando los pies, con los hombros ca¨ªdos y aspecto de cansado como si viniera de dar de comer a las palomas. Tiene pelo blanco, bolsas bajo los ojos y se pone el vaso de agua cerca de la mano para atajar la tos en caso de emergencia.

El expresidente de Uruguay, Jos¨¦ M¨²jica, parece un anciano disperso que para explicar la crisis de los partidos pol¨ªticos, la paz en Colombia o la deforestaci¨®n va y viene del pasado y nada comenz¨® cuando parece, sino mucho tiempo atr¨¢s y tiene contexto.

Pero cada vez que abre la boca frente a cientos de j¨®venes, y el acento de Montevideo rompe el silencio de la biblioteca Vasconcelos, el viejo de 81 a?os se transforma en el m¨¢s joven de un auditorio que recibe las frases como sacudidas que tuitea fren¨¦ticamente.

A ellos les dice que se alejen de la pereza, que luchen, que cuiden los afectos, que se organicen para rebelarse, que no consuman a lo bobo o que cuiden la pol¨ªtica, ¡°porque es de todos¡±.

¡°Ustedes son libres no porque pueden consumir lo que quieran sino porque pueden hacer con su tiempo lo que quieran: estudiar para fiscal, jugar al f¨²tbol, dormir bajo un ¨¢rbol¡­¡± dice Mujica durante la presentaci¨®n en M¨¦xico de Una oveja negra al poder (Random House) escrito por los periodistas Andr¨¦s Danza y Ernesto Tulbovitz.

Todos dicen que est¨¢n por la paz pero algunos ponen tales condiciones que no hay paz

Seg¨²n M¨²jica el modelo actual ha creado m¨¢s frustraci¨®n y ¡°hoy en el mundo hay m¨¢s fallecidos cada a?o por suicido, que la suma de los muertos en guerras y homicidios¡±.

Sin embargo, despu¨¦s de 42 minutos hablando sobre aspectos tan abstractos como la juventud, el amor o la deforestaci¨®n, la primera pregunta del p¨²blico es sobre el proceso de paz en Colombia.

Mujica ubic¨® el origen del conflicto actual en la muerte de Jos¨¦ Eliecer Gait¨¢n, el caudillo liberal asesinado en 1948, y en Marquetalia, la rep¨²blica independiente creada Manuel Marulanda, l¨ªder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), bombardeada en los a?os 50.

En los ¨²ltimos cuatro a?os, dijo, comenz¨® una negociaci¨®n entre el Estado y la guerrilla que ¡°ha sido demasiado gerencial y con poca participaci¨®n de los de abajo. La gente se ha asomado como a un balc¨®n al proceso de paz¡±. Algo extra?o sucede porque ¡°el movimiento obrero apoya la paz pero no apoya al gobierno¡± se cuestion¨® Mujica en referencia a la baja popularidad del presidente Juan Manuel Santos, al que considera su ¡°amigo¡±.

Tras la victoria del NO en el plebiscito del 2 de octubre "ahora hay que renegociarlo todo¡± dice. ¡°Y s¨ª, todos dicen que est¨¢n por la paz,pero algunos ponen tales condiciones que no hay paz¡± dijo en referencia al el expresidente ?lvaro Uribe. ¡°?Y en qu¨¦ terminar¨¢ todo?, no lo s¨¦¡±, se respondi¨® a si mismo. ¡°Yo vi voluntad pol¨ªtica en las FARC para alcanzar la paz y espero que la mantengan¡± explic¨®.

Durante m¨¢s de una hora cientos de j¨®venes escucharon la tarde del s¨¢bado a Mujica en medio de un silencio reverencial.

El expresidente a veces parec¨ªa Bergoglio, cuando el Papa argentino les dec¨ªa los j¨®venes que ¡°armen l¨ªo¡±. M¨²jica recogi¨® el testigo e hizo una encendida defensa de la familia ¡°como la primera y mejor escuela¡±. ¡°Nada es m¨¢s importante que sus hijos. Guarden tiempo para ellos porque los hijos no precisan s¨®lo cosas, sino afectos¡±, aconsej¨®.

Otras veces era Eduardo Galeano cuando ubica en el origen de las naciones el comienzo de la decadencia. ¡°No puede haber democracia con tanta riqueza acumulada y eso no va a cambiar por la fuerza del Esp¨ªritu Santo, sino con la organizaci¨®n de la gente".

Y otras, se asemejaba a otro uruguayo, Mario Benedetti, al recuerdar la importancia del amor, ¡°esa dulce rutina que nos ayuda a vivir¡±. La suma de todos ellos es el hijo de Demetrio y Luci, el exguerrillero de abuelos espa?oles e italianos, que aprendi¨® que "los unicos derrotados son los que dejan de luchar¡±, aunque parezca que llegan de dar de comer a las palomas.