¡°Tsipras es hoy m¨¢s fuerte y ya no est¨¢ solo¡±
El dirigente de Syriza repasa la agenda inmediata del primer ministro, reelegido este domingo por unanimidad l¨ªder del partido
Al hist¨®rico dirigente de Syriza Dimitris Papadimoulis no le cab¨ªa ninguna duda de que, a pesar de las notorias diferencias en el seno del partido, Alexis Tsipras ser¨ªa reelegido por unanimidad presidente del mismo: logr¨® el 92% de los votos en el congreso de la formaci¨®n, clausurado este domingo en Atenas, frente a poco m¨¢s de 200 votos en contra. ¡°Tsipras saldr¨¢ muy reforzado del congreso¡±, el segundo de Syriza desde 2013, cuando se constituy¨® como partido; ¡°las diferencias internas son las normales en un movimiento democr¨¢tico como el nuestro, con espacio para la discusi¨®n y el debate¡±, vaticinaba en v¨ªsperas de la cita quien desde 2014 ostenta una de las vicepresidencias del Parlamento Europeo. Como prueba del evidente cierre de filas en torno al l¨ªder, el nuevo comit¨¦ central incorpora a figuras cr¨ªticas como Efklidis Tsakalotos, ministro de Econom¨ªa y representante del Grupo de los 53, contrario a las concesiones a Bruselas.
Papadimoulis, pr¨®ximo al primer ministro griego, conoce muy bien Syriza, no en balde fue uno de los protagonistas del aggiornamento de la izquierda griega, a finales de los ochenta del siglo pasado, que condujo a la formaci¨®n de la Coalici¨®n de Izquierda y del Progreso (Synaspism¨®s, en su nombre griego), el germen de Syriza. Papadimoulis, en pol¨ªtica desde los 18 a?os, ha visto por tanto crecer a Tsipras y tambi¨¦n desenvolverse en un escenario muy adverso, como el derivado de la firma del tercer rescate (86.000 millones, tres a?os) con la escisi¨®n de una facci¨®n del partido como protesta por la claudicaci¨®n ante Bruselas. De ah¨ª que el triunfo del primer ministro en el 2? congreso deba interpretarse, subraya Papadimoulis, en un contexto ¡°en el que puede que ya no ocupe tantas portadas como antes [en 2015], pero eso significa que es m¨¢s fuerte y que no est¨¢ tan solo, a diferencia de meses anteriores, en los que llam¨¢bamos a puertas cerradas, las de la Comisi¨®n [Europea] y el Eurogrupo¡±. El propio comisario de Econom¨ªa, Pierre Moscovici, ha aplaudido recientemente la marcha de las reformas griegas, recuerda el vicepresidente de la Euroc¨¢mara.
Superado el tr¨¢mite del congreso, Papadimoulis reduce a dos el n¨²mero de retos inmediatos del Gobierno: la revisi¨®n del tercer rescate y la gesti¨®n de la crisis migratoria, en un panorama en el que, subraya, no caben esperarse sobresaltos pol¨ªticos de importancia. ¡°Las elecciones ser¨¢n en 2019, al t¨¦rmino de la corriente legislatura, porque ese es el inter¨¦s com¨²n. Nos quedan por delante tres a?os para afianzar las reformas y fortalecer el Estado¡±, asegura, rebatiendo los continuos llamamientos de la oposici¨®n a anticipar los comicios. El ¨²nico cambio previsible, como apuntan desde hace d¨ªas los medios griegos, ser¨¢ ¡°una remodelaci¨®n del Gobierno, pero en mi opini¨®n ¨¦sta se producir¨¢ tras la segunda revisi¨®n del rescate¡±.
Con la exigencia de los acreedores de 33 nuevas medidas urgentes ¡ªentre ellas, flexilibizar a¨²n m¨¢s el mercado laboral y liberalizar el de la energ¨ªa¡ª, los trabajos t¨¦cnicos de la revisi¨®n han comenzado este lunes en Atenas, en una fase marcada por las diferencias entre el Fondo Monetario Internacional y Alemania acerca del programa. El examen es para las autoridades griegas el pr¨®logo a las negociaciones sobre la reestructuraci¨®n de la deuda, como record¨® durante el congreso de Syriza el propio Tsipras. ¡°Grecia y los acreedores deben mantener sus compromisos, pero la exigencia de Wolfgang Sch?uble [ministro de Finanzas alem¨¢n] de exigir todo y no dar nada a cambio no es realista¡±, dice Papadimoulis sobre la insistencia de aquel de no abordar el hipot¨¦tico alivio de la deuda hasta despu¨¦s de las elecciones alemanas, a finales de 2017.
¡°La postura del Gobierno es clara: que la segunda revisi¨®n no se retrase y pueda estar completada a finales de noviembre, de manera que el Eurogrupo de diciembre la apruebe y pueda iniciarse inmediatamente el di¨¢logo sobre el alivio de la deuda y la participaci¨®n de Grecia en el programa de est¨ªmulos del Banco Central Europeo [QE]¡±, a?ade.
Crisis migratoria
Con respecto al otro gran reto, la gesti¨®n ¡ªo mejor dicho, la digesti¨®n¡ª de la crisis migratoria, con m¨¢s de 60.000 refugiados e inmigrantes atrapados en el pa¨ªs, Papadimoulis no oculta su enfado con Europa por la postura de algunos de los socios y el virtual fracaso del esquema de reubicaci¨®n de refugiados, que prev¨¦ trasladar a 160.000 refugiados desde Grecia e Italia a otros pa¨ªses y que en la pr¨¢ctica apenas ha logrado recolocar a 4.000. ¡°Me averg¨¹enza la imagen que ha dado Europa en la crisis de los refugiados. La Uni¨®n Europea se enfrenta a su disoluci¨®n, y no lo digo yo, sino el propio Jean-Claude Juncker, si no enfrenta adecuadamente este fen¨®meno¡±, dice, en alusi¨®n a las reiteradas declaraciones del responsable de la Comisi¨®n Europea sobre la ¡°crisis existencial¡± de la UE y, en concreto, sobre los riesgos que implica la disoluci¨®n o el redise?o de Schengen tras los cierres parciales de fronteras por parte de algunos pa¨ªses para impedir la llegada de refugiados a su territorio; el cierre de las fronteras balc¨¢nicas, a finales de febrero, provoc¨® un inhumano tap¨®n en Grecia, cronificando la crisis.
¡°No podemos tener una Europa a la carta como pretenden algunos, todos deben asumir su parte de responsabilidad. Grecia no puede sobrellevar sola esta gran presi¨®n, no se puede convertir en un almac¨¦n de almas ni en una nueva isla de Ellis. En medio de la peor crisis econ¨®mica del continente, ha mostrado la mayor humanidad posible hacia los refugiados, y eso es un honor para Grecia y para los griegos. Pero adem¨¢s, tenemos que plantearnos seriamente la cuesti¨®n, porque esta crisis ha vuelto a dividir nuevamente a Europa en dos, la del norte, desarrollada y rica, y la del sur, que acoge y da muestras de humanidad incluso con escasos recursos. En este contexto, una Europa a la carta, en la que algunos pa¨ªses tengan s¨®lo derechos y ninguna obligaci¨®n, no va a funcionar¡±.
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