Hillary Clinton recupera apoyos entre los votantes m¨¢s j¨®venes
La candidata dem¨®crata no ha logrado hasta ahora convencer a uno de los grupos del electorado que consolid¨® las victorias de Barack Obama
Los votantes menores de 35 a?os han sido calificados en los ¨²ltimos meses desde ¡°el tal¨®n de Aquiles¡± de la candidata dem¨®crata Hillary Clinton hasta la clave que puede garantizar su victoria el 8 de noviembre. Cuando quedan 11 d¨ªas para las elecciones, varios sondeos confirman que la aspirante s¨ª lograr¨¢ convencer a la mayor¨ªa de los miembros de la generaci¨®n del milenio, los millennials, a pesar de que durante las primarias siguieron incondicionalmente a su rival Bernie Sanders.
La experiencia de Clinton como primera dama de Arkansas, primera dama de Estados Unidos, senadora y secretaria de Estado puede convencer a algunos votantes de que es la aspirante ¡°mejor preparada¡± para la presidencia, como ha defendido el presidente, Barack Obama. Pero para los m¨¢s j¨®venes le convierte en la pol¨ªtica tradicional que representa todo lo que no funciona en Washington y ese ha sido el principal obst¨¢culo de la campa?a dem¨®crata para hacerse con un voto imprescindible si quiere llegar a la Casa Blanca.
Hace poco m¨¢s de un mes que Clinton contaba con apenas el 44% de los votantes millennials, que han repartido su apoyo entre la dem¨®crata y los dos candidatos independientes de estas elecciones, Jill Stein y Gary Johnson. La candidata ofreci¨® entonces, justo antes del primer debate presidencial, un discurso dedicado exclusivamente a los asuntos que m¨¢s preocupan a este grupo de votantes, como el coste de las matr¨ªculas universitarias, y lo hizo adem¨¢s acompa?ada de Bernie Sanders.
En defensa de su plan para reducir la deuda estudiantil, Clinton explic¨® que lo hab¨ªa preparado junto al senador, el candidato que mejor supo cosechar la ilusi¨®n de los votantes m¨¢s j¨®venes y convertirla en revolucionarias victorias. La dem¨®crata habl¨® de ¡°la generaci¨®n m¨¢s progresista, tolerante y emprendedora¡±, pero fue Sanders quien logr¨® los aplausos de los asistentes.
Clinton reconoci¨® que los m¨¢s j¨®venes ¡°pueden tener preguntas sobre m¨ª y lo entiendo¡±. Estaba hablando ante el grupo del electorado que estren¨® su derecho a votar eligiendo al primer presidente afroamericano y que carece de todas las referencias sobre su larga carrera pol¨ªtica. ¡°A los j¨®venes que est¨¢is aqu¨ª, puede que no record¨¦is todo el trabajo que ha hecho, todas las cosas que ha tenido que superar¡±, dijo Sanders.
Para resolver esas dudas, la campa?a dem¨®crata tambi¨¦n ha desplegado en la campa?a, adem¨¢s de a referentes progresistas como Sanders o la senadora Elizabeth Warren, a la primera dama, Michelle Obama, convertida en una de las protagonistas de 2016. ¡°Si Hillary no gana estas elecciones la culpa ser¨¢ nuestra¡±, dijo este jueves Obama. ¡°As¨ª que cuando oig¨¢is que hay una conspiraci¨®n global y que el resultado est¨¢ manipulado, entended que lo que intentan es que os qued¨¦is en casa¡±.
Con esas palabras, la primera dama intentaba impedir que se cumpla uno de los peores temores de los dem¨®cratas: la baja participaci¨®n de los j¨®venes. Se trata de un grupo del electorado que por primera vez equipara a los baby boomers en n¨²mero de votantes, pero cuya presencia en las urnas es tradicionalmente inferior. La campa?a dem¨®crata celebraba esta semana en un comunicado que 50 millones de j¨®venes se hayan registrado para votar, pero en las fase inicial de las eleccioens, un 71% de los menores de 30 a?os vot¨® por Sanders, frente a un 28% que respald¨® a Clinton, y ella perdi¨® entre este grupo en 25 de los 27 Estados que celebraron primarias.
Recuperar esos votos es imprescindible para que quienes impulsaron las victorias de Barack Obama en 2008 y 2012, vuelvan a respaldar a un dem¨®crata. Pero Clinton, hasta ahora, no ha podido hacerlo. Un sondeo del Instituto de Pol¨ªtica de Harvard revela que a pesar de que la opini¨®n de los millennials sobre Clinton ha mejorado desde este verano, cuando un 60% ten¨ªan una opini¨®n negativa de ella y un 31% la ve¨ªan positivamente, ahora esas cifras son de un 40% y un 53% respectivamente.
Uno de los factores de ese ascenso pueden ser los debates. Antes de que se celebrara el primero, en el que Clinton atac¨® a Trump por sus ataques a la ganadora de Miss Universo, Alicia Machado, la dem¨®crata no alcanzaba el 40% de apoyos entre los j¨®venes de 18 a 30 a?os. Ahora, un nuevo sondeo revela que supera al republicano por 28 puntos (49%-21%), mientras que el libertario Johnson recibir¨ªa un 14% de votos y Stein un 5%, seg¨²n las cifras de Harvard.
Esas cifras coinciden con las del Black Youth Project de la Universidad de Chicago y las de un sondeo de USA Today, que registraron el apoyo a Clinton por debajo del 40% antes de los debates ¡ªcuando millones de estadounidenses tuvieron la primera oportunidad de escucharla en televisi¨®n¡ª y cerca del r¨¦cord del 60% que logr¨® Obama en las ¨²ltimas elecciones.
Y el segundo factor es el amplio rechazo a Trump. En una encuesta del Global Strategy Group, el 75% de los millennials tiene una opini¨®n negativa de ¨¦l, otro 73% le considera ¡°racista¡± y un 70% asegura que ¡°no est¨¢ preparado para proteger a nuestro pa¨ªs de grandes amenazas¡±.
El poder de los hispanos de la generaci¨®n del milenio
Un 44% de los estadounidenses de la generaci¨®n del milenio son hispanos. La capacidad de influencia de este grupo del electorado es capaz, seg¨²n un sondeo de Latino Decisions, de consolidar el liderazgo de Hillary Clinton y de romper todas las predicciones creadas por las encuestas durante los ¨²ltimos meses. Los datos de esta organizaci¨®n apuntan a que la dem¨®crata puede contar con un apoyo m¨¢s grande entre los millennials precisamente porque entre la comunidad hispana cuenta con m¨¢s fieles que entre el resto del electorado en general. Su encuesta estima que Clinton puede recibir el 72% de los votos hispanos, al dividir el voto en funci¨®n de la edad del electorado, encontraron que un 77% de los hispanos millennials votar¨¢ por la candidata dem¨®crata, frente a un 67% de los electores de generaciones anteriores.
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