Al Sisi expande el imperio econ¨®mico del Ej¨¦rcito
A pesar de la crisis econ¨®mica, los negocios de las Fuerzas Armadas van viento en popa
Casi seis a?os despu¨¦s de la Revoluci¨®n, la econom¨ªa egipcia todav¨ªa no levanta cabeza: su crecimiento es an¨¦mico, la deuda se expande a un ritmo galopante y los consumidores padecen escasez de algunos productos b¨¢sicos. En cambio, los negocios de las Fuerzas Armadas van viento en popa. A pesar del halo de secretismo que envuelve las actividades empresariales de la instituci¨®n, algunos informes apuntan a que ha ampliado de forma notable su presencia en varios sectores durante los ¨²ltimos a?os, bajo la presidencia del mariscal Abdelfat¨¢ al Sisi.
¡°El papel del Ej¨¦rcito en la econom¨ªa ya era sustancial a?os antes del golpe de Estado de 2013, pero desde entonces ha aumentado de forma espectacular¡±, explica el analista pol¨ªtico Wael Eskandar, que lo atribuye al hecho de que los uniformados est¨¦n m¨¢s involucrados que nunca en la toma de decisiones pol¨ªticas. ¡°Todos los contratos de construcci¨®n van directamente al Ej¨¦rcito, marginando otras compa?¨ªas civiles... Poseen una hegemon¨ªa sobre la econom¨ªa¡±, agrega.
A mediados de los a?os setenta, el presidente Anuar al Sadat decidi¨® abrir la puerta a las actividades econ¨®micas de los militares con la finalidad de garantizar sus suministros y aminorar la presi¨®n del gasto militar sobre las maltrechas arcas p¨²blicas. Al principio, sus actividades se concentraban sobre todo en la construcci¨®n de infraestructuras. No obstante, actualmente, sus compa?¨ªas est¨¢n presentes en numerosos sectores y poseen hoteles, gasolineras, plantas farmac¨¦uticas, piscifactor¨ªas e incluso una escuela internacional para la clase alta egipcia.
¡°No hay forma de conseguir una estimaci¨®n correcta del volumen de la econom¨ªa militar... Pero yo lo situar¨ªa entorno al 4% o al 5% del PIB, incluyendo solo las compa?¨ªas que poseen formalmente¡±, sostiene un reputado economista egipcio que prefiere guardar el anonimato a causa de la sensibilidad del asunto. Las finanzas de las Fuerzas Armadas son secreto de Estado, e informar sobre estas cuestiones puede desembocar en un arresto. Esta semana, el propio al Sisi sali¨® al paso de esta pol¨¦mica para asegurar que el emporio militar se sit¨²a ¡°solo entre el 1% y el 1,5% del PIB, no el 20 o el 25% como algunos alegan¡±.
Un completo ensayo publicado por la web Jadaliyya, ofrec¨ªa unas cifras parciales m¨¢s pr¨®ximas a las del mariscal que a los de sus ac¨¦rrimos detractores, si bien certificaba la expansi¨®n del rol econ¨®mico del Ej¨¦rcito desde 2013. Seg¨²n el autor, las compa?¨ªas militares abarcan una amplia gama de sectores, pero no ocupan una posici¨®n dominante en ninguno de ellos. Su principal palanca de poder se sit¨²a m¨¢s bien en la posesi¨®n de buena parte de las tierras del pa¨ªs, y por lo tanto, en la capacidad de decidir qui¨¦n las explota.
?Desarrollar el pa¨ªs o mantener privilegios?
La oposici¨®n denuncia que las actividades comerciales de las Fuerzas Armadas, poseedoras de clubes privados y complejos tur¨ªsticos restringidos a sus oficiales y familias, tienen como objetivo mantener los privilegios del estamento. No en vano, a veces se ha definido al pa¨ªs ¨¢rabe como ¡°Rep¨²blica Egipcia de los Generales Retirados¡±, pues muchos oficiales de alto rango ostentan cargos pol¨ªticos o empresariales tras colgar sus uniformes.
En cambio, los militares justifican su incursi¨®n en la econom¨ªa en su deseo de ¡°servir a la sociedad¡± y desarrollar el pa¨ªs. Como ejemplo, citan la distribuci¨®n de leche en polvo a mitad del precio ofrecido por los supermercados (60 libras egipcias, unos 5,5 euros) que efectuaron el mes pasado tras una manifestaci¨®n de padres indignados por la inflaci¨®n registrada por este producto.
¡°Las Fuerzas Armadas han asestado un golpe al monopolio de los comerciantes codiciosos y las compa?¨ªas de la industria lechera. El Ej¨¦rcito es sensible a las necesidades de los ciudadanos, como lo es de proveer bienes b¨¢sicos a precios bajos¡±, declaro Mohamed Samir, el portavoz de la instituci¨®n. De hecho, es habitual que el Ej¨¦rcito ofrezca carne a precios de descuento en vigilias del mes sagrado de Ramad¨¢n, como sol¨ªan hacer los Hermanos Musulmanes antes de su ilegalizaci¨®n.
Precisamente, fue el episodio de la leche en polvo que resucit¨® la controversia sobre el papel del Ej¨¦rcito en la econom¨ªa, pues algunos empresarios acusaron a los uniformados de ejercer una competencia desleal y de minar el tejido privado del pa¨ªs. ¡°Cuando el Ej¨¦rcito hace negocios, no paga impuestos y utiliza a muchos reclutas, que es mano de obra barata... es imposible para las medianas empresas competir con ¨¦l¡±, afirma Eskandar. Otros expertos consideran exageradas algunas de estas cr¨ªticas. ¡°La expansi¨®n de la econom¨ªa militar en los ochenta sucedi¨® a la par que la expansi¨®n del sector privado y la aparici¨®n de grandes compa?¨ªas... No creo que bloquee al sector privado¡±, apunta el economista egipcio.
Sea como fuere, mientras los generales contin¨²en desplazando a pol¨ªticos y tecn¨®cratas de ministerios y una especia de diputaciones, y sus empresas acaparen los contratos p¨²blicos, las suspicacias ser¨¢n inevitables. Y ello a pesar de que el Ej¨¦rcito ha sido tradicionalmente la instituci¨®n que ha gozado de una mejor imagen entre la ciudadan¨ªa egipcia. O al menos, as¨ª era hasta 2014.
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