Para los dem¨®cratas es m¨¢s f¨¢cil gobernar
Salvo Bush hijo, los republicanos no contaron con la mayor¨ªa de apoyos del Congreso
Donald Trump perdi¨® el respaldo de algunas de las m¨¢s importantes figuras republicanas, pero no del electorado estadounidense. Su victoria en las elecciones presidenciales se ha visto apoyada, adem¨¢s, por la renovaci¨®n de la mayor¨ªa que disfrutan desde 2014 en el Congreso, formado por el Senado y la C¨¢mara de Representantes. A Donal Trump le esperan dos a?os de mayor¨ªa republicana, su partido, en ambas C¨¢maras. Aunque desde J. F. Kennedy los dem¨®cratas han gozado de m¨¢s mandatos plenipotenciarios, es m¨¢s com¨²n que los votantes repartan el poder entre ambos partidos, como se puede observar en los siguientes gr¨¢ficos.
Le ocurri¨® a Barack Obama, al que le result¨® m¨¢s complicado gobernar y sacar adelante leyes que a su predecesor George Bush. Dos a?os tuvo Obama a favor a ambas C¨¢maras, con mayor¨ªa dem¨®crata. Bush cont¨® con el favor bicameral republicano los cuatro a?os centrales de los ocho que ocup¨® la Casa Blanca.
Esto ocurre porque las elecciones legislativas se celebran cada dos a?os: una de cada dos coincide con las presidenciales. La oleada dem¨®crata que sigui¨® a los mandatos de George Bush le entreg¨® a Obama la Presidencia, pero tambi¨¦n la mayor¨ªa en las C¨¢maras que se encargan de debatir y aprobar, bajo el veto del presidente, las leyes. Aunque una vez en su cargo, los congresistas pueden votar sin seguir los intereses marcados por el partido. Obama sac¨® adelante la ley que ampara su reforma sanitaria en 2010; la que permiti¨® llevar al ej¨¦rcito estadounidense a Irak se public¨® en 2002.
Bill Clinton cont¨® con sus dos primeros a?os en el Despacho Oval con el apoyo dem¨®crata en ambas C¨¢maras, para despu¨¦s perderlo por el resto de su mandato. Aunque fuese el primer dem¨®crata en 50 a?os en ser reelegido como presidente, la C¨¢mara de Representantes y el Senado estuvieron en manos republicanas.
Si se echa la vista desde Bill Clinton hacia atr¨¢s, casi todos los mandatos de los presidentes desde J. F. Kennedy estuvieron marcados por mayor¨ªas dem¨®cratas en las C¨¢maras, salvo el Senado que convivi¨® con Ronald Reagan, de mayor¨ªa republicana. Se debe en gran parte al sistema de elecciones legislativas estadounidense, en el que los 438 miembros de la C¨¢mara de Representantes se juegan su puesto cada bienio; en el Senado, por su parte, los 100 senadores son elegidos por periodos de seis a?os, por lo que en cada elecci¨®n solo se renueva aproximadamente un tercio de la C¨¢mara.
La mayor¨ªa dem¨®crata supuso una situaci¨®n propicia para la autoridad de J. F. Kennedy, Lyndon Johnson o Jimmy Carter. Richard Nixon y Gerald Ford, aunque llegaron a la Casa Blanca de diferentes maneras, compartieron el control dem¨®crata de las C¨¢maras.
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