Trump se lanza a la caza de los dem¨®cratas de Reagan
El republicano esperar pescar entre los trabajadores indecisos de la industria mientras acorta distancias en un feudo progresista como Michigan
Si por Sid Smith fuera, Donald Trump bien podr¨ªa tomar su avi¨®n y no aterrizarlo el domingo por la noche en Sterling Heights, una de las ciudades vecinas de la capital del autom¨®vil, Detroit. El candidato republicano pesca all¨ª los ¨²ltimos votos indecisos. Michigan es un estado eminentemente dem¨®crata, este profesor de 67 a?os, tambi¨¦n, pero Trump cree que el cintur¨®n industrial de Estados Unidos, en declive desde hace d¨¦cadas, puede a dar una sorpresa. ¡°Mucha gente de las ciudades industriales se ha quedado atr¨¢s y Trump es quien les ha reconocido por primera vez que s¨ª, que lo que les ha pasado es muy malo. No s¨¦ hasta qu¨¦ punto les gusta ¨¦l, o m¨¢s bien quieren sacudir a Washington¡±, dice Smith este domingo al mediod¨ªa, en un centro comercial lleno de familias.
El condado de Macomb, donde se encuentra Sterling Heights, juega un papel muy simb¨®lico en esta campa?a, es aqu¨ª donde en 1985 el analista Stanley Greenberg detect¨® y bautiz¨® a los dem¨®cratas reaganianos, aquellas familias trabajadoras que abandonaron la fe dem¨®crata para votar a Ronald Reagan. Muy sindicalizado, mayoritariamente blanco y cat¨®lico, era uno de los condados m¨¢s dem¨®cratas en los 60, pero despu¨¦s se volcaron en el partido republicano y ya no volvi¨® a ganar un dem¨®crata hasta Bill Clinton, en el 96.
El estado Michigan lleva 20 a?os pintado de color dem¨®crata, pero Trump busca un momento Reagan que le d¨¦ un vuelco y est¨¢ quemando la ¨²ltima p¨®lvora de la campa?a, en busca del votante de mono azul, angustiado por la sangr¨ªa de empleos industriales. Los barrios enteros abandonados en Detroit, las viejas factor¨ªas, mastodontes cerrados y polvorientos, recuerdan el ocaso de una ¨¦poca y abonan la incertidumbre de las familias.
En sus m¨ªtines, Trump brama contra los miles de empleos ¡°que se han ido a M¨¦xico y a China¡±, contra las factor¨ªas desaparecidas y los tratados de comercio internacional que ve culpables de deterioro industrial de la primera potencial. El mensaje funciona porque tiene n¨²meros detr¨¢s: hasta cinco millones de puestos de trabajo se han evaporado en los ¨²ltimos 15 a?os, en parte por el avance tecnol¨®gico, que hace desaparecer funciones, y en parte por la competencia de pa¨ªses con mano de obra m¨¢s barata. Algunos estudios, como el del Economic Policy Institute, dicen que el tratado comercial de M¨¦xico, EE UU y Canad¨¢ (Nafta, en sus siglas en ingl¨¦s) ha borrado casi 700.000 empleos estadounidenses.
Trump dice que va a solucionarlo, no explica muy bien c¨®mo, promete renegociar los tratados, y eso le da alas en otros estados industriales como Ohio y Pensilvania, tambi¨¦n decisivos, para llegar a la Casa Blanca. ¡°Este mundo est¨¢ ya globalizado, lo que dice Trump no tiene sentido, antes hab¨ªa chicos que ganaban 18 d¨®lares la hora sin demasiada formaci¨®n, pero eso se ha acabado, no volver¨¢, hay que reciclar a la gente¡±, apunta, por su parte, otro vecino del condado, Ed Heinrieh.
En los cambios de agenda de los candidatos se respiran los miedos. La rival dem¨®crata, Hillary Clinton, tambi¨¦n teme un resultado adverso. Si a mediados de octubre, la media de los sondeos de Michigan le daban 11 puntos ventaja en Michigan, ahora tiene cuatro. El empresario neoyorquino ha a?adido en el mismo estado otro acto el lunes a las 11 de la noche, despu¨¦s del que se supon¨ªa iba a ser el acto final, en Manchester (New Hampshire).Y Clinton ha incorporado otra cita en Michigan a su agenda de lunes. Y ambos han incluido adem¨¢s nuevas citas en Minnesota.
El empuje industrial estadounidense est¨¢ en el centro de la batalla como s¨ªmbolo de la supervivencia de la clase media. Cardinal en el discurso pol¨ªtico de Trump, tambi¨¦n ha hecho virar el mensaje de Clinton, ahora cr¨ªtica con unos tratados comerciales que en su d¨ªa defendi¨®, como el Tratado Pac¨ªfico impulsado por Barack Obama, otro dem¨®crata.
Muchos trabajadores no creen que la Administraci¨®n de Obama haya mejorado mucho su situaci¨®n. M¨¢s all¨¢ de eso, desde los dem¨®crata reaganianos, la afiliaci¨®n pol¨ªtica con el criterio de clase se ha ido erosionando con los a?os, con una progresiva migraci¨®n de parte de los trabajadores de las filas dem¨®cratas a las republicanas. Este martes se ver¨¢ si Donald Trump le da una nueva vuelta de tuerca.
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