China se reconcilia con Noruega tras seis a?os de aislamiento por el Nobel de la Paz a un disidente
El salm¨®n noruego, con una cuota del 94% en el mercado del gigante asi¨¢tico, ser¨¢ el sector m¨¢s beneficiado

Noruega y China reiniciar¨¢n la pr¨®xima primavera los contactos para restablecer una relaci¨®n comercial bilateral despu¨¦s de seis a?os sin dirigirse la palabra. Y el sector del salm¨®n, el producto estrella noruego en el mundo por excelencia junto al petr¨®leo, ser¨¢ el primer beneficiario. Los dos pa¨ªses decidieron normalizar sus relaciones despu¨¦s de una reuni¨®n entre el primer ministro chino, Li Keqiang, y el ministro de Asuntos Exteriores noruego, Borge Brende, de visita inesperada en Pek¨ªn.
"El Gobierno noruego (...) concede gran importancia a los intereses de China y sus principales preocupaciones, no apoyar¨¢ las acciones que los socaven y har¨¢ todo lo posible para evitar cualquier da?o futuro a las relaciones bilaterales", declar¨® Brende a principios de semana desde Pek¨ªn.
El motivo que llev¨® a China a congelar sus relaciones con Noruega fue la concesi¨®n del Nobel de la Paz a Liu Xiaobo, quiz¨¢s el m¨¢s medi¨¢tico de todos los disidentes chinos. Liu particip¨® en la redacci¨®n de un manifiesto que ped¨ªa profundas reformas como la separaci¨®n de poderes o la democracia legislativa. La justicia china le conden¨® en 2009 a once a?os de c¨¢rcel por subversi¨®n y, tras un clamor casi un¨¢nime fuera del pa¨ªs que exig¨ªa una liberaci¨®n que no lleg¨®, el comit¨¦ del Nobel le otorg¨® el galard¨®n.
Este reconocimiento enfureci¨® a China. Adem¨¢s de su significado, el premio permit¨ªa a todo el planeta conocer de primera mano el caso de Liu. Y, aunque el Gobierno noruego no tiene relaci¨®n alguna con el comit¨¦ del Nobel ¡ªdecidido en Estocolmo¡ª, Pek¨ªn no tard¨® en tomar represalias ante lo que a sus ojos era galardonar a "un criminal".
El entonces presidente chino Hu Jintao dio portazo al pa¨ªs escandinavo justo cuando se iba a concluir el acuerdo de libre comercio entre ambos pa¨ªses y el salm¨®n tuvo que encontrar nuevos mercados. Las exportaciones al gigante asi¨¢tico de este pescado desaparecieron por completo de las cuentas oficiales, seg¨²n el portal especializado Nortrade.
Los chinos no son especialmente grandes comedores de salm¨®n , pero s¨ª son un mercado con un "enorme potencial" por su poblaci¨®n, sostiene al tel¨¦fono Askal Bergel, editor de la publicaci¨®n l¨ªder en la industria de este pez IiLaks. Bergel explica sin pudor que, aunque las p¨¦rdidas fueron may¨²sculas, el salm¨®n noruego segu¨ªa penetrando en China a trav¨¦s de Vietnam. ?C¨®mo? "Gracias a los traficantes", reconoce. De esta forma, tan solo en 2016 China compr¨® a Noruega ¡ªa trav¨¦s de Vietnam¡ª 16.000 toneladas del pez naranja lo que equivale, seg¨²n Bergel, a "algo m¨¢s de 110 millones de euros".
Con el anuncio de la normalizaci¨®n de los lazos Noruega cuenta ahora con poder exportar unas 70.000 toneladas de salm¨®n a China. La de salm¨®n noruego, adem¨¢s, representaba en 2010 ¡ªcuando las relaciones entre ambos pa¨ªses quedaron congeladas¡ª el 94% de la cuota de todo el salm¨®n que el gigante importaba de otros pa¨ªses.
"Arrodillarse" ante Pek¨ªn
Tanto Amnist¨ªa Internacional como el propio Bergel consideran, sin embargo, que este movimiento del Gobierno noruego responde a un "arrodillamiento" de Oslo ante la fortaleza econ¨®mica y comercial de Pek¨ªn. "Tiene un potencial enorme", repite este experto una y otra vez.
"China y Noruega reconocen que los dos pueblos gozan de una relaci¨®n de amistad", reza el comunicado oficial de dos p¨¢ginas?del Gobierno de Pek¨ªn. Y eso es precisamente lo que piensa la prensa y la opini¨®n p¨²blica en el pa¨ªs escandinavo: "Noruega tiene la tradici¨®n de querer ser amigo de todo el mundo. Al Gobierno no le gusta la idea de tener problemas con ning¨²n pa¨ªs", intuye Bergel.
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