Los partidos holandeses bordean la ley en sus programas sobre refugiados y yihadismo
El partido del xen¨®fobo Wilders acapara las cr¨ªticas de un informe del Colegio de Abogados holand¨¦s
A cuatro semanas de las elecciones legislativas del 15 de marzo, el Colegio de Abogados holand¨¦s ha alertado del peligro de ¡°socavar el Estado de Derecho¡±, observado en los programas defendidos por 13 partidos con representaci¨®n parlamentaria. A los comicios se presentan 31, y un estudio elaborado a instancias de los juristas ha levantado el equivalente a una tarjeta roja a cinco partidos populistas, liberales, cristianodem¨®cratas y calvinistas, respectivamente, por brindar soluciones dudosas a problemas candentes. En particular, la inmigraci¨®n ilegal y el flujo de refugiados, la ense?anza del islam y el temor al terrorismo yihadista. ¡°En tiempos turbulentos como los que vivimos, preocupa que hasta un 40% de las propuestas de esta ¨ªndole analizadas choquen directamente con la ley¡±, seg¨²n el trabajo. Que a?ade lo siguiente: ¡°Si el que debe proteger nuestro Estado democr¨¢tico de Derecho est¨¢ preparado para debilitarlo, constituye ¨¦l mismo una amenaza para las libertades que sustentan nuestra sociedad¡±.
Geert Wilders, el l¨ªder antimusulm¨¢n, acapara la mayor¨ªa de las tarjetas rojas: cinco, cuando su programa electoral tiene solo diez apartados. Entre sus planes estrella figura cerrar las escuelas musulmanas, prohibir el Cor¨¢n y encerrar, de forma preventiva, a los sujetos radicales que profesen el Islam. ¡°Todos chocan, por este orden, con la libertad educativa, de credo y expresi¨®n, y el derecho a tener un juicio justo, adem¨¢s de ser discriminatorios. Si llega al poder, perderemos r¨¢pidamente nuestro Estado de Derecho¡±, ha declarado Wouter Veraart, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho, al rotativo NRCHandelsblad. Presidente de la comisi¨®n que ha analizado los 13 programas electorales, apunta a su vez que ¡°en los subrayados en rojo, leo los mismos planes de Trump para Am¨¦rica¡±.
Pero no se trata solo del populismo xen¨®fobo de Wilders. Los liberales de derecha, que gobiernan hoy en coalici¨®n con los socialdem¨®cratas, tambi¨¦n plantean f¨®rmulas inviables. Pretenden, por ejemplo, dejar sin efecto directo en Holanda acuerdos internacionales que protegen los derechos humanos. Y que est¨¢n pensados para todos los ciudadanos de un pa¨ªs, no solo para los inmigrantes o extranjeros. La misma agrupaci¨®n, a la que pertenece el primer ministro, Mark Rutte, quiere convertir en ap¨¢tridas a los holandeses que se sumen a una organizaci¨®n terrorista. Si bien Congreso y Senado han aprobado ya la retirada del pasaporte a los ciudadanos que abracen el autodenominado Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) las leyes vigentes impiden dejar a alguien sin Estado. Aunque los liberales incluyen a todos los ciudadanos en su promesa electoral, en la pr¨¢ctica, la mayor¨ªa de los que tienen doble nacionalidad son de origen turco o marroqu¨ª.
Para Holanda, un nuevo grupo que se define como ¡°liberal cl¨¢sico¡±, ha merecido tambi¨¦n una tarjeta roja al abogar por el arresto preventivo de yihadistas sin necesidad de que vayan luego a juicio. De los cristianodem¨®cratas se denuncia su idea de prohibir la financiaci¨®n internacional de las mezquitas, sobre todo si los fondos llegan de pa¨ªses con un enfoque radical del Islam. Y del partido ortodoxo, su plan de otorgar m¨¢s derechos a los cristianos. ¡°Dado que los musulmanes rechazan, por su cultura y creencias, el Estado de Derecho, y ello puede derivar en violencia y anti semitismo, no todas las religiones deben ser consideradas iguales¡±, reza su programa.
El Partido Socialista (m¨¢s radicales que la socialdemocracia) recibe una tarjeta amarilla porque quiere elaborar una lista de organizaciones que prediquen el odio y la violencia. ¡°No queda claro c¨®mo podr¨ªan defenderse los derechos fundamentales o el papel imparcial de los jueces ante algo as¨ª¡±, reza el informe. Eso s¨ª, los juristas aplauden a los partidos que desean proteger el entorno y la igualdad de oportunidades que ello comporta. Wilders y el grupo Para Holanda no contemplan dichos planes.
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