¡°M¨¦xico es mucho m¨¢s que sus ¨¦lites autoritarias¡±
El autor asegura que hay "una ofensiva fascista" contra los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos
![Cecilia Ballesteros](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F216804e9-dc74-4a5e-8914-1cd8cb2657e2.png?auth=5dfb0c1a0819a9c2e7f4effbe9f273cb20ae77782f54069b6cea247cf50c33d7&width=100&height=100&smart=true)
![Yuri Herrera, en una imagen de archivo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6253MYDIPGHW4SUE3WZYSA6SGE.jpg?auth=ca94b3c85173189174990879dd826afad3bc49182515bd2d465bfec2eef82156&width=414)
Lleva un tiempo ense?ando en Estados Unidos, ahora en la Universidad de Tulane (Nueva Orleans), por lo que Yuri Herrera (Actopan, M¨¦xico, 1970) tiene una posici¨®n privilegiada para observar lo que est¨¢ pasando a ambos lados de la frontera. Autor, entre otras novelas, de Trabajos del reino ((Fondo Editorial Tierra Adentro), Se?ales que preceder¨¢n al fin del mundo o La transmigraci¨®n de los cuerpos (ambas en Editorial Perif¨¦rica), acaba de publicar una recopilaci¨®n de cuentos Talud (Literal Publishing) y ha encontrado tiempo entre clase y clase para reflexionar en esta entrevista, realizada por correo electr¨®nico, sobre M¨¦xico en la era Trump.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢ viviendo como mexicano en EE UU el primer mes de la presidencia de Donald Trump?
Respuesta. Con horror, pero sin sorpresa. La situaci¨®n de los migrantes en Estados Unidos ya era mala, y hay que repetirlo a las hordas de gente que sigue celebrando a Obama por sus intenciones, en lugar de evaluarlo por sus acciones concretas, como haber legado a Trump una maquinaria de deportaci¨®n masiva bien aceitada, pero ahora la comunidad hispana debe enfrentar los odios y la persecuci¨®n institucional que se han legitimado con el ascenso de Trump. Redadas ilegales, acoso en las garitas, invasi¨®n de domicilios. Es una ofensiva fascista, pero que ha comenzado ya a ser respondida, los migrantes no se asustan con facilidad, y creo que veremos m¨¢s acciones similares a la de Un d¨ªa sin migrantes.
P. ?C¨®mo valora la posici¨®n del Gobierno de Pe?a Nieto y de la clase pol¨ªtica mexicana ante el reto que supone Trump?
En el mejor de los casos, el Gobierno de Pe?a Nieto confunde la prudencia con la sumisi¨®n, en el peor, ya se decidieron por el colaboracionismo
R. En el mejor de los casos confunden la prudencia con la sumisi¨®n, en el peor, ya se decidieron por el colaboracionismo. Esta actitud nadie la encarna mejor que el canciller Videgaray, que estaba en Washington reuni¨¦ndose con el equipo de Trump, mientras este reafirmaba sus declaraciones racistas y su intenci¨®n de construir un muro que pague M¨¦xico. Quiz¨¢s es que Videgaray est¨¢ aterrorizado, o quiz¨¢ siente genuina admiraci¨®n por Trump y por su manera de lidiar con la oposici¨®n.
P. ?Cree que esta actitud de Estados Unidos conllevar¨¢ cambios en el panorama pol¨ªtico y social de M¨¦xico en los pr¨®ximos a?os?
R. Ya hay cambios sucediendo desde hace rato, no solo como reacci¨®n a Trump, sino como alternativa a las pol¨ªticas y discursos que posibilitaron su ascenso. Pero para advertirlos hay que mirar m¨¢s all¨¢ de los partidos pol¨ªticos. Por ejemplo: los activistas de Mexicali Resiste que han impedido la privatizaci¨®n del agua; la gente que no se resigna a ser v¨ªctima ni a normalizar la impunidad, como Rompiendo el Silencio, que documenta y denuncia casos de tortura, en especial tortura sexual; los municipios aut¨®nomos que han logrado expulsar al crimen organizado, como ha sucedido en Cher¨¢n; la defensa de su comunidad y del medio ambiente que han hecho los pobladores de San Francisco Xochicuautla; entre muchos otros. Son acciones que van m¨¢s all¨¢ de la resistencia, muestran a grupos sociales que est¨¢n imaginando otras formas de intervenci¨®n en la vida p¨²blica, otras formas de relacionarse entre s¨ª y con el Estado.
P. La relaci¨®n de M¨¦xico y EE UU siempre ha sido de amor o admiraci¨®n y odio, ?cree que algo se ha roto ahora?
R. Creo que hay que diferenciar a la poblaci¨®n de un pa¨ªs de las oligarqu¨ªas que lo gobiernan. Y recordar que la mayor¨ªa de los votantes de Estados Unidos no vot¨® por Trump. Yo creo que la mayor¨ªa de los estadounidenses no comparte las visiones racistas de sus actuales gobernantes. Ya hemos visto una muestra en las manifestaciones espont¨¢neas en pro de los migrantes, en la marcha de las mujeres en Washington, en la negativa de autoridades a lo largo de todo el pa¨ªs a que sus oficinas sean utilizadas como agencias de deportaciones, en los cient¨ªficos que se est¨¢n organizando para resistir el culto a la ignorancia de los republicanos y sus c¨®mplices en la devastaci¨®n del medio ambiente, en las universidades que se han declarado santuario de migrantes. Es una lucha dif¨ªcil, pero no son pocos los que la est¨¢n dando tambi¨¦n dentro de Estados Unidos.
La comunidad hispana debe enfrentar los odios y la persecuci¨®n institucional que se han legitimado con el ascenso de Trump
P. ?Cu¨¢l cree que debe ser la actitud de M¨¦xico a partir de ahora? ?Cu¨¢les son sus armas?
R. Para empezar, dejar de ser complaciente con alguien que no respeta acuerdos y que ha decidido s¨®lo aceptar la versi¨®n de la realidad que le preparan sus asesores o que mejor conviene a sus negocios. Frente a la agresi¨®n y los caprichos, valdr¨ªa la pena mostrar algo de congruencia entre lo que se hace y lo que se critica: darle a los migrantes que pasan por M¨¦xico el mismo trato que se pide para los mexicanos en Estados Unidos, garantizar los derechos de las mujeres, detener el acoso a la prensa. Poner el ejemplo servir¨ªa como contraste mejor que cualquier comunicado de la canciller¨ªa.
P. ?C¨®mo ve la situaci¨®n pol¨ªtica en M¨¦xico? ?Es optimista o pesimista?
R. Si la situaci¨®n pol¨ªtica se refiere solo a las ¨¦lites, pesimista, por supuesto. A pesar de que el fundamentalismo neoliberal ya es un fracaso evidente, siguen aferr¨¢ndose a sus dogmas y culpando a la oposici¨®n del desastre que han instrumentado. Pero el pa¨ªs es mucho m¨¢s que las ¨¦lites autoritarias.
P. ?Hay algo que el mundo de la cultura mexicana pueda hacer ante la actitud de la Casa Blanca hacia lo hispano y el espa?ol?
R. Quiz¨¢ habr¨ªa que comenzar por lo m¨¢s obvio: defender el di¨¢logo y la diversidad ling¨¹¨ªstica. No se puede pedir que cese el acoso a los hispanohablantes cuando en M¨¦xico se ponen tantas dificultades, por ejemplo, a las radios comunitarias en lenguas originarias. Si Trump y los suyos han llegado al poder promoviendo la ficci¨®n de un pa¨ªs monol¨ªtico, hay que insistir en el respeto a la diferencia. Tambi¨¦n, es urgente reactivar las relaciones con Am¨¦rica Latina, que desde los a?os de Salinas de Gortari los sucesivos presidentes las han tratado como algo opcional. Es incre¨ªble que, justo en medio, de esta crisis Pe?a Nieto haya decidido cancelar su asistencia a la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribe?os. Pareciera que le incomoda m¨¢s hacer alianzas en Am¨¦rica Latina que el vasallaje frente a los Estados Unidos.
Hay que hablar sin miedo. Ser ciudadano es m¨¢s que ir a votar cada que se lo indican, implica participar en la esfera p¨²blica. Quien dice ¡°yo no me meto en pol¨ªtica¡± no solo est¨¢ asumiendo una posici¨®n pol¨ªtica conservadora y conformista, sino que est¨¢ asumiendo sin m¨¢s un privilegio, el de esperar que otros le resuelvan sus problemas, defiendan el medio ambiente, la libertad de expresi¨®n, el Estado de Derecho. No se trata de afiliarse a nada, sino de comenzar por reconocer a los que s¨ª est¨¢n luchando.
P. ?Cree que habr¨¢ una primavera mexicana? ?Qu¨¦ le parecieron las marchas de Vibra M¨¦xico contra Trump?
R.?Ha habido muchas marchas importantes en los ¨²ltimos a?os, es curioso que solo me pregunte por la que fue convocada por los sectores m¨¢s conservadores del calderonismo, por el PRI, y por un grupo de intelectuales que, despu¨¦s de a?os de descalificar la protesta social, s¨²bitamente esperaban que la gente se sumara a su convocatoria para marchar por la ¡°unidad nacional¡±. ¡°Unidad nacional¡± definida por unos pol¨ªticos y unos intelectuales que desprecian los movimientos sociales, ¡°unidad nacional¡± en torno a un gobernante que, como su antecesor Felipe Calder¨®n, ha puesto en pr¨¢ctica pol¨ªticas migratorias inhumanas y no ha protegido el derecho a la informaci¨®n. S¨²bitamente est¨¢n asustados por lo que podr¨ªa hacer el fascista neoyorquino como si los gobiernos que una y otra vez han apoyado no fueran ejemplos de intolerancia hacia la prensa y desprecio por los derechos humanos de los migrantes.
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