Cruz Roja advierte de que el acuerdo de paz en Colombia no bastar¨¢ para acabar con la violencia
El Comit¨¦ Internacional de la organizaci¨®n pide un mayor esfuerzo en materia humanitaria
En Colombia todav¨ªa no se puede hablar de posconflicto. A pesar de la firma del acuerdo de paz, la poblaci¨®n civil, sobre todo de las zonas m¨¢s pobres e hist¨®ricamente marginadas, sigue sufriendo el drama de los familiares desaparecidos, el miedo a los restos de explosivos que siguen regados por sus caminos y la violencia armada en zonas controladas por grupos irregulares. El panorama es puesto sobre la mesa por el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja en Colombia en su informe anual sobre la situaci¨®n humanitaria en este pa¨ªs, en donde el durante el 2016 el organismo detect¨® al menos 838 infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
Christoph Harnisch, jefe de la delegaci¨®n, reconoce el momento hist¨®rico que est¨¢ viviendo Colombia tras la salida de las FARC del conflicto armado, pero subraya la preocupaci¨®n por otros fen¨®menos que obstaculizan un proceso de paz completo en el pa¨ªs. ¡°La firma del acuerdo de paz no ser¨¢ suficiente para acabar con la violencia en Colombia¡±, repite al se?alar que 18.671 personas fueron afectadas por el incumplimiento de normas humanitarias el a?o pasado. De estas, el 40% se trat¨® de mujeres y mejores y tuvieron como escenario los departamentos que durante d¨¦cadas han sido violentadas. Choc¨®, Antioquia, Norte de Santander y Caquet¨¢ aparecen marcadas en el mapa en rojo. Desplazamiento, violencia sexual, tortura, homicidios en personas protegidas. ¡°Todav¨ªa no se ha visto el beneficio de la implementaci¨®n del Acuerdo de Paz en varias zonas del pa¨ªs. Colombia debe aceptar esta realidad¡±, reflexiona Harnisch. Para la CICR, la reconfiguraci¨®n de otros actores armados marca una geograf¨ªa de violencia cambiante y llena de incertidumbres. Preocupa la muerte de l¨ªderes sindicales, que, seg¨²n cifras de organizaciones no gubernamentales, supera los 74 desde el a?o pasado. ¡°Nos preocupa el contexto de miedo en el que se vive en algunas zonas. Todav¨ªa no se puede hablar de paz¡±, dice.
Los enfrentamientos entre fuerzas estatales y grupos armados, adem¨¢s de las acciones de los ¡®combos¡¯ y pandillas, ponen en evidencia, dice el informe, ¡°que mantener la promesa de la paz ser¨¢ un camino largo durante el 2017¡±. El Choc¨® aparece como una de las regiones que m¨¢s requiere atenci¨®n. Los espacios que han sido desocupados por las FARC empiezan a ser invadidos por otros grupos armados. Es una poblaci¨®n que adem¨¢s vive la tragedia de estar sola, casi desamparada. Sus fuentes de agua est¨¢n contaminadas por la miner¨ªa, tiene pocas alternativas frente a la producci¨®n de droga, sufre de hambre, padece de enfermedades, camina por senderos contaminados de explosivos. El jefe del CICR en Colombia llama la atenci¨®n sobre la importancia de no dejar esos territorios olvidados. ¡°Lo importante no son solo las zonas veredales, a donde llegan las FARC, sino tambi¨¦n las que dejan. ?Qu¨¦ va a pasar all¨ª?¡±, pregunta.
Las cifras alertan. En 2016, 29 personas fueron registradas como desaparecidas por d¨ªa (10.610 en total), pero podr¨ªa ser mayor porque en muchos casos las familias no tuvieron acceso a las autoridades o el temor de denunciar las silenci¨®. Con la campa?a #Aqu¨ªfaltaalguien, el organismo internacional ha acompa?ado a personas que buscan a sus desaparecidos. En un a?o fueron recuperados y entregados 17 cuerpos, 230 familias recibieron apoyo sicol¨®gico, 36 pudieron reencontrarse con parientes de los que no ten¨ªan se?ales, adem¨¢s 460 b¨®vedas comenzaron a utilizarse en el cementerio de Buenaventura para sepultar los cuerpos de personas no identificadas. ¡°A¨²n queda mucho trabajo por delante¡±, advierte el CICR, que tambi¨¦n toca el doloroso cap¨ªtulo de la violencia sexual.Con el trabajo de campo constataron que hay un elevado desconocimiento entre las v¨ªctimas sobre c¨®mo reaccionar ante una violaci¨®n. ¡°Existen pocas denuncias como consecuencia de la falta de un ambiente protector y confidencial que brinde garant¨ªas a las v¨ªctimas para buscar apoyo, pero adem¨¢s es un reflejo del elevado ¨ªndice en materia judicial¡±, se lee en el informe.
La CICR insiste en que a¨²n queda un largo camino por recorrer? y que poco se podr¨¢ avanzar si no se atiende y se pone freno? a la? constante violaci¨®n de derechos humanos que persiste. ¡°Nos preocupa la vinculaci¨®n de menores de edad y la violencia sexual en zonas afectadas por la violencia armada¡±, reitera Christoph Harnisch.
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