Comprobado cient¨ªficamente, un gol es como un orgasmo o casi
El f¨²tbol activa los mismos circuitos cerebrales que el amor, seg¨²n la Universidad de Coimbra
Pues va a ser verdad la popular descripci¨®n, hay goles que son como un orgasmo o se le acercan bastante. No es una conclusi¨®n del futbolista Sergi Roberto tras marcar el sexto del Bar?a al PSG, sino de la Universidad de Coimbra tras estudiar el cerebro -s¨ª, han le¨ªdo bien- de 56 forofos futboleros.
El estudio de cient¨ªficos de la hist¨®rica universidad portuguesa fue publicado en febrero en la revista SCAN, Social Cognitive and Affective Neuroscience. El trabajo, Amor tribal: la correlaci¨®n neural del compromiso pasional en fans de f¨²tbol, est¨¢ firmado por tres hombres y tres mujeres, aunque para el experimento escogieron solo a dos mujeres y a 54 hombres, entre 21 y 60 a?os de edad. A todos les un¨ªa una pasi¨®n: eran forofos del Acad¨¦mica de Coimbra o del Oporto, equipos de la Primera Divisi¨®n portuguesa cuando se realiz¨® el estudio.
Durante tres a?os, el equipo del Instituto de Ciencias Nucleares Aplicadas a la Salud coloc¨® cables en la cabeza de los hinchas, les pas¨® v¨ªdeos con las mejores y peores im¨¢genes de sus clubes favoritos, y fue analizando la reacci¨®n cerebral de esos fan¨¢ticos. Para evitar distorsiones, fueron eliminados del trabajo dos profesionales del f¨²tbol, uno entrenador y otro jugador, por considerar que eran demasiado fr¨ªos y racionales.
Los cient¨ªficos han observado que la am¨ªgdala se activa con la pasi¨®n futbol¨ªstica pero no con la sentimental
Los cient¨ªficos observaron que ante un gol favorable al forofo se le activaban circuitos cerebrales de recompensa semejantes a la experiencia del ¡°amor rom¨¢ntico¡±, en expresi¨®n de los investigadores, que no especifican si ese amor se acerca m¨¢s al plat¨®nico o al pasional; lo que s¨ª concluyen es que cuanto m¨¢s forofo se es m¨¢s se activan sus neuronas con un gol favorable.
Seg¨²n el coordinador del trabajo, Miguel Castelo Branco, algunas de estas regiones neuronales son las mismas que activa el ¡°amor rom¨¢ntico¡±, aunque no todas, como es el caso de la am¨ªgdala, que se activa con la pasi¨®n futbol¨ªstica pero no con la sentimental, lo que le lleva a sopesar que en estas personas, el bal¨®n tiene m¨¢s fuerza cerebral que el coraz¨®n.
Otra conclusi¨®n curiosa es la del cerebro como ¨®rgano optimista. Sus circuitos de memoria emocional recuerdan mejor un gran gol de tu equipo que la victoria del adversario. Es una memoria selectiva, a favor de guardar los buenos recuerdos y olvidar cuanto antes los malos. ¡°La pasi¨®n tiende a prevalecer sobre los contenidos m¨¢s negativos¡±, explica Castelo Branco, en la informaci¨®n proporcionada por la universidad. ¡°La derrota del rival tiende a ser suprimida de la memoria emocional. El estudio destaca los aspectos positivos de esta forma de amor tribal, y que el cerebro dispone de mecanismos para suprimir contenidos negativos; por eso, parece que el cerebro tiene mecanismos de protecci¨®n contra memorias susceptibles de llevar al odio tribal¡±.
Tampoco hay diferencias entre los cerebros de los hinchas de un equipo y otro. El estudio se queda corto, pues con solo dos mujeres de conejillo de indias, no ha podido sacar ninguna conclusi¨®n de si la reacci¨®n cerebral de una forofa es tan fuerte a la de un forofo.
El estudio del cerebro del hincha es parte de un inter¨¦s m¨¢s amplio: el proceso de toma de decisiones bajo emociones extremas, y, para eso, qu¨¦ mejor que comenzar por el f¨²tbol, una de las actividades humanos donde las emociones llevan a la p¨¦rdida de la racionalidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.