El Supremo de Brasil ordena investigar a ocho ministros del Gobierno Temer

Las peticiones de investigaci¨®n del magistrado del STF Edson Fach¨ªn, encargado del caso, son consecuencia de la llamada dela??o do fim do mundo,?las confesiones premiadas de los principales ejecutivos de Odebrecht, una de las mayores constructoras del pa¨ªs y de toda Am¨¦rica Latina. Las confesiones, que revelaron c¨®mo Odebrecht soborn¨® durante a?os a los principales partidos y a sus m¨¢s destacados dirigentes, hab¨ªan llevado a la fiscal¨ªa general de la Rep¨²blica a solicitar la apertura de las investigaciones. Y el Supremo ha aceptado la parte sustancial de sus peticiones.

La lista de los investigados toca de lleno al Gobierno de centro derecha de Temer, formado tras el impeachment a la izquierdista Rousseff y que poco a poco se ha visto en una situaci¨®n cada vez m¨¢s comprometida por las acusaciones de corrupci¨®n. En esa lista, adelantada por el diario O Estado de S. Paulo, figuran ocho miembros del Ejecutivo, comenzando por el principal de ellos, Eliseu Padilha, responsable de la Casa Civil. Tambi¨¦n va a ser indagado el titular de Exteriores, Aloysio Nunes, quien, al igual que el de la Secretar¨ªa General de la Presidencia de la Rep¨²blica, Wellington Moreira Franco, lleva apenas unas semanas en su cargo. La relaci¨®n la completan los responsables de Ciencia y Tecnolog¨ªa, Ciudades, Industria, Agricultura e Integraci¨®n Nacional. En sus nueve meses en el poder, Temer -antes vicepresidente con Rousseff, a quien abandon¨® para apoyar el impeachment- ya ha perdido a siete ministros, en la mayor¨ªa de los casos por causas relacionadas con la corrupci¨®n.

El golpe asestado por el Supremo se cobra tambi¨¦n una larga lista de v¨ªctimas en el Congreso (42 diputados) y el Senado (29 miembros de esa C¨¢mara, un tercio del total). Y ah¨ª ninguno de los grandes partidos se libra. Est¨¢n, por ejemplo, los presidentes de las dos principales fuerzas pol¨ªticas que sostienen al Gobierno, Romero Juc¨¢, l¨ªder del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), la formaci¨®n del presidente Temer, y A¨¦cio Neves, del Partido Social Dem¨®crata Brasile?o (PSDB). Al mismo tiempo, la investigaci¨®n alcanza a los presidentes de las dos C¨¢maras.

La oposici¨®n, encabezada por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que gobern¨® durante 13 a?os hasta el impeachment, no sale mucho mejor parada. Los dos anteriores presidentes de la Rep¨²blica, Luiz Ignacio Lula da Silva y Rousseff, ambos del PT, no integran la lista, pero la fiscal¨ªa tambi¨¦n ha pedido investigarlos. Como ninguno de los dos es miembro de las C¨¢maras, no disponen de foro privilegiado y la decisi¨®n de someterlos a indagaci¨®n corresponde a instancias judiciales inferiores al Supremo. En la misma situaci¨®n se encuentra Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, presidente entre 1995 y 2003, que tambi¨¦n fue incluido por la fiscal¨ªa general como una de las personas susceptibles de ser investigada.

En la relaci¨®n de las diligencias que abrir¨¢ el Supremo se encuentran nueve diputados o senadores del PT, entre ellos nombres muy destacados del partido. Lula, adem¨¢s, tiene pendientes otras cinco causas judiciales. Una de ellas, tambi¨¦n parte de la Operaci¨®n Lava Jato, le llevar¨¢ a declarar como imputado, el pr¨®ximo 3 de mayo, ante el juez Sergio Moro, el hombre que empez¨® a tirar del hilo de la corrupci¨®n, alrededor de contratos con la petrolera p¨²blica Petrobras, hasta provocar el tsunami que tiene en jaque a todo el sistema pol¨ªtico brasile?o.

Entre los que van a ser investigados por el Supremo ni siquiera falta otro expresidente de la Rep¨²blica, Fernando Collor de Melo, destituido en 1986 por acusaciones de corrupci¨®n de las que luego fue absuelto. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, con un esca?o en el Senado, Collor vuelve a estar bajo sospecha.

El propio Temer esquiva los da?os directos, aunque m¨¢s por la protecci¨®n jur¨ªdica que le otorga su puesto que por la ausencia de acusaciones contra ¨¦l. Exejecutivos de Odebrecht tambi¨¦n le han implicado en la percepci¨®n de dinero negro para financiar campa?as electorales del PMDB cuando era vicepresidente con Rousseff. Pero la Constituci¨®n del pa¨ªs impide juzgar a un jefe del Estado por actos cometidos antes del ejercicio de su cargo. Temer, sin embargo, se enfrenta otra amenaza inmediata: un magistrado del Tribunal Superior Electoral (TSE) pretende solicitar su destituci¨®n tras hallar indicios de que la campa?a que protagonizaron ¨¦l y su entonces aliada Rousseff, en 2014, se pag¨®, c¨®mo no, con dinero il¨ªcito.