Escuela sin pito
El intento de censurar un libro did¨¢ctico en el norte del pa¨ªs muestra que, en el Brasil actual, la ignorancia no es solo una tragedia nacional sino un instrumento pol¨ªtico utilizado por milicias de odio
A finales de marzo, un grupo de padres de una escuela p¨²blica de la ciudad Ji-Paran¨¢, en el norte de Brasil, entreg¨® una petici¨®n a la Fiscal¨ªa del Estado de Rondonia. Exig¨ªan que el colegio dejara de usar uno de los libros de ciencia, porque el contenido de educaci¨®n sexual ser¨ªa ¡°impropio¡± para alumnos de octavo de la Ense?anza Fundamental, que tienen 13 a?os o m¨¢s. El dibujo de un pene erecto, utilizado por las autoras de la obra did¨¢ctica para explicar el funcionamiento del ¨®rgano, es uno de los principales motivos del intento de censura. El pito duro no deber¨ªa estar ah¨ª.
En este peque?o gran acontecimiento hay muchas tragedias. Y todas ellas hablan sobre nosotros. Hay quien cree que es raro. Yo solo creo que es triste. Ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil que fuera un caso aislado, una escuela p¨²blica del interior de Rondonia, en el norte de Brasil, un lugar lejano para la mayor¨ªa. Ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil, pero falso. Hay que prestar mucha atenci¨®n a lo que sucede en Brasil: incitados por los nuevos inquisidores, cada vez es mayor el n¨²mero de hogueras donde queman libros, reputaciones y, principalmente, derechos.
Y es en la Escuela donde todo se relaciona.
1) ?Por qu¨¦ quieren castrar un libro did¨¢ctico?
Una de las madres afirma al portal G1, de Globo: ¡°En este libro, incitan al ni?o, que est¨¢ empezando la adolescencia, a descubrir la vida sexual. Tambi¨¦n vulgarizan la virginidad de los ni?os, diciendo que pueden sufrir bullying y que, si pierde la virginidad, ser¨¢ mejor¡±.
El coordinador regional de educaci¨®n, Jos¨¦ Ant?nio de Medeiros, dice al portal UOL: ¡°Este libro aborda la sexualidad y tiene ilustraciones, en cierto modo, hasta un poco agresivas. Las simulaciones de caricias, de est¨ªmulo sexual, son muy expl¨ªcitas y algunas im¨¢genes muestran la penetraci¨®n, el ¨®rgano sexual masculino y el femenino...¡±.
El concejal de Ji-Paran¨¢, Johny Paix?o, del Partido Republicano Brasile?o (PRB), afirm¨® a la televisi¨®n Globo que los temas del libro pueden incitar a la pr¨¢ctica no consentida del sexo. ¡°Mi compromiso con ellos (los padres) es el de luchar con todas las fuerzas posibles para que se retire el libro de las clases, porque es tendencioso. Las im¨¢genes son tendenciosas. Hacen aflorar la sexualidad. ?Por qu¨¦ tiene que aflorar la sexualidad si los ni?os no pueden practicar el sexo?¡±.
Dicho de esta forma, quien lee y ve las noticias sobre la ¡°pol¨¦mica¡± tiene la impresi¨®n de que el libro Ciencias 8? a?o ¨C Ense?anza Fundamental II, de la colecci¨®n Projeto Apoema (Editora do Brasil) es una especie de Kama Sutra escolar.
2) ?Pero qu¨¦ dice el libro amenazado con la hoguera por los nuevos inquisidores?
Tengo una costumbre cada vez menos usual: antes de opinar sobre un libro o un texto, me lo leo. Esta frase puede interpretarse con iron¨ªa. Me gustar¨ªa que as¨ª fuera. Quiero dejar expl¨ªcito que no lo es. Infelizmente.
A continuaci¨®n, un fragmento del cap¨ªtulo 5, titulado ¡°Adolescencia¡±, del libro recomendado para adolescentes de 13 a?os o m¨¢s:
¡°En los ¨²ltimos 30 a?os se ha hablado mucho sobre sexualidad. Se han propuesto varias teor¨ªas, se han realizado varios estudios, y el tema todav¨ªa se trata en los peri¨®dicos, en las revistas y en los programas de televisi¨®n. Sin embargo, muchas veces, se idealiza la vida sexual, dando la falsa impresi¨®n de que existe una ¨²nica f¨®rmula para vivir plenamente la sexualidad, un patr¨®n sexual, un modelo r¨ªgido al cual toda la gente tiene que adaptarse (...). Cada cual puede vivir muy bien, y plenamente, a su manera y seg¨²n su orientaci¨®n. Lo importante es hacerlo con responsabilidad y tener derecho a la informaci¨®n y espacio para expresar sus opiniones¡±.
En otro punto, el libro reproduce una cita de un ginec¨®logo: ¡°Hay que recordar que el sexo es bueno cuando es bueno para los dos¡±. Y contin¨²a: ¡°El m¨¦dico explica que ser virgen no significa, de ninguna manera, estar fuera del mundo actual, sino estar en un momento de reflexi¨®n: ¡®La persona que es virgen todav¨ªa no se siente preparada para enfrentar la relaci¨®n sexual con la madurez que merece. Y eso no depende de la edad¡¯¡±.
En ninguna de las ilustraciones los hombres son eunucos: ?deber¨ªan serlo?
Hay ilustraciones de un hombre en las fases infantil, adolescente y adulta. En ninguna de ellas es eunuco. ?Deber¨ªa serlo? Si lo fuera, habr¨ªa un problema, ya que los hombres castrados y con penes amputados, en nuestra sociedad, son v¨ªctimas de violencia. Tambi¨¦n hay un dibujo de un pene ¡°fl¨¢cido¡± y de un pene ¡°erecto¡±, para ilustrar la explicaci¨®n sobre anatom¨ªa y aspectos biol¨®gicos: ¡°El tama?o del pene var¨ªa de hombre a hombre y no guarda relaci¨®n biol¨®gica con la fertilidad ni con la potencia sexual¡±.
Otra queja se refiere a una serie de ilustraciones que ense?an a las mujeres a realizar el autoexamen de mamas, como un acto de prevenci¨®n contra el c¨¢ncer. Y, s¨ª, en las im¨¢genes la mujer tiene senos. Si no los tuviera, habr¨ªa un problema de informaci¨®n, ya que las mujeres tienen pechos, de las m¨¢s diversas formas y tama?os, pero decididamente pechos. Sin contar que ser¨ªa dif¨ªcil ense?ar a tocarse, en el examen preventivo, sin que hubiera un seno en el dibujo. ?C¨®mo detectar un bulto o una alteraci¨®n sospechosa en un seno sin un seno? Y habr¨ªa otra complicaci¨®n: las mujeres que se han hecho una mastectom¨ªa, la mayor¨ªa de las veces, han perdido los senos debido al desarrollo de tumores, exactamente la enfermedad que este cap¨ªtulo del libro pretende ayudar a prevenir.
He reproducido aqu¨ª los principales puntos atacados. Pero el libro todav¨ªa no ha sido prohibido y todos lo pueden leer, para sacar sus propias conclusiones.
3) ?C¨®mo leer el intento de censura?
Mi primera hip¨®tesis es que las personas que han atacado el libro no se lo han le¨ªdo. Y les recuerdo que leer es muy diferente de solo echar un vistazo. La diferencia entre lo que se dice sobre este cap¨ªtulo del libro y lo que est¨¢ de hecho escrito en el libro es enorme, como se puede ver en los ejemplos citados. En algunos momentos, lo que dicen del libro es exactamente lo opuesto de lo que el libro de hecho dice. ?C¨®mo es posible?
Aqu¨ª, estamos ante dos tragedias contempor¨¢neas, expl¨ªcitas en las redes sociales de internet. La primera es que la gente no lee, pero, aun as¨ª, arroja el libro a la hoguera. O lee solo el enunciado y da un vistazo a las im¨¢genes y ¡°quema¡± el libro. Y, como leer exige tiempo y atenci¨®n pero para reproducir el discurso de odio se tarda solo un segundo, en poco tiempo las llamas incineran el blanco del ataque. Eso vale para libros, como es el caso, y vale para reputaciones. As¨ª, libros que exigieron a?os de investigaci¨®n a sus autores, como es el caso de este, o reputaciones construidas a lo largo de una vida entera, se destruyen sin que una parte de los linchadores se d¨¦ cuenta de la violencia y amplitud de su acto.
La segunda tragedia es la de la propia educaci¨®n. Internet ha expuesto una realidad conocida, pero cuyas proporciones hasta entonces no estaban tan claras. Muchos leen, de hecho, el texto, el libro, pero no consiguen interpretarlo. Cualquier frase un poco m¨¢s elaborada o m¨¢s larga o menos directa se convierte en un enigma. Las iron¨ªas no se comprenden, las met¨¢foras se decodifican como literalidades. La gente llega a la universidad sin conseguir interpretar un texto.
Es posible que una parte de estos padres ¨Cuna parte¨C? haya le¨ªdo el cap¨ªtulo del libro y no haya conseguido interpretarlo, y ha adoptado la versi¨®n que estaba disponible. Y si la versi¨®n que estaba disponible era la de que era necesario proteger a sus hijos del mal, representado por el libro, podemos suponer que habr¨¢ sido f¨¢cil sumarse a la protesta. Sumarse sin una reflexi¨®n mayor que, incluso, la escuela podr¨ªa haber proporcionado.
Es f¨¢cil culpar a los padres y se?alar una supuesta ignorancia. Y ¨Cvale la pena dejarlo claro¨C utilizo ignorancia en este texto en el sentido de aquel que ignora un hecho o informaci¨®n, de aquel que no ha tenido o no tiene acceso al conocimiento. Como parte de una sociedad, somos todos responsables de la tragedia de la educaci¨®n. Es muy triste que la gente no consiga leer o interpretar un texto por falta de acceso a la escuela o porque la escuela que deber¨ªa ense?¨¢rselo no fue capaz de hacerlo.
Cuando alguien pasa por el sistema educativo y llega a la vida adulta sin poder interpretar lo que lee, esta persona tambi¨¦n es una v¨ªctima
Cuando alguien pasa por el sistema educativo y llega a la vida adulta sin poder interpretar lo que lee, eso representa una traici¨®n a esa persona, con graves consecuencias para su vida y la vida de la comunidad. As¨ª, si una parte de esos padres son verdugos de un libro, tambi¨¦n son v¨ªctimas de un sistema educativo en el que, con pocas excepciones, la escuela p¨²blica tiene edificios precarios y llenos de problemas, la mayor¨ªa de los profesores est¨¢n mal pagados y una parte est¨¢n mal preparados, una escuela p¨²blica donde falta hasta lo m¨¢s b¨¢sico. Y, aun as¨ª, contra todo, muchos profesionales luchan para crear espacios de calidad y educar a la poblaci¨®n.
Tambi¨¦n es importante recordar que los padres y las madres de esta petici¨®n hicieron todo un recorrido. Llevaron sus cuestiones a la autoridad competente en el ¨¢rea de educaci¨®n y fueron hasta el Pleno Municipal. El coordinador regional de educaci¨®n y el concejal que adopt¨® la ¡°causa¡± tienen responsabilidad p¨²blica y deben responder p¨²blicamente por ella. Como se ve en las noticias, siguieron el camino del ataque f¨¢cil. Del representante de educaci¨®n, en especial, ser¨ªa leg¨ªtimo esperar una actitud m¨¢s responsable.
Las contradicciones no deben esquivarse, sino acogerse y enfrentarse. Este episodio, surgido a partir del susto de una madre, podr¨ªa haberse convertido en una oportunidad de encuentro, de di¨¢logo y de reflexi¨®n colectiva, incluso dentro de la escuela. Pero, por irresponsabilidades varias, de las que la prensa no escapa, en seguida cogi¨® forma de hoguera. Y es de esta manera que se proh¨ªben en este pa¨ªs los cada vez m¨¢s escasos espacios de debate.
4) ?Qu¨¦ tiene que ver un pito duro con todo esto?
No podemos ignorar el tema que ha alimentado la hoguera. Si fuera otro, tal vez la lectura hubiera sido m¨¢s accesible y la interpretaci¨®n del texto no hubiera sufrido tantos impedimentos. Pero se trataba de educaci¨®n sexual. Y de un mito (?o tal tez tab¨²?) muy dif¨ªcil de desmontar, que es el del ni?o asexuado. Aparece en todas las citas reproducidas en las noticias. La idea de un ni?o sin sexualidad se confunde con la propia invenci¨®n de la infancia en la modernidad, ya que en otros per¨ªodos hist¨®ricos no se ve¨ªa de la misma forma a las personas de esta edad.
Los principales pensadores sobre la infancia derriban ese mito. Pero persiste. Y aparece de las m¨¢s variadas formas, muchas de ellas inconscientes. Si alguien observa las noticias, por ejemplo, descubrir¨¢ frases como esta: ¡°Hombres, mujeres y ni?os...¡±. O sea, los ni?os no son hombres y mujeres, sino seres asexuados. Yo misma comet¨ªa este error, sin darme cuenta de lo que hac¨ªa, hasta que una amiga me alert¨®. Y entonces empec¨¦ a utilizar ¡°adultos y ni?os, hombres y mujeres...¡±.
La idea de que los ni?os son ¡°puros¡± y que una de las pruebas que lo demuestra es que no tienen sexualidad est¨¢ ampliamente difundida en el sentido com¨²n. Y, de esta forma, los padres acaban por reprimir cualquier manifestaci¨®n que desmienta esa creencia. Para empeorarlo, la represi¨®n est¨¢ respaldada por algunas religiones. Obviamente, eso no significa que los ni?os tendr¨¢n relaciones sexuales. Su cuerpo ni siquiera est¨¢ preparado para eso. Pero significa que se tocar¨¢n, descubrir¨¢n el cuerpo, y no hay nade malo en ello. Al contrario. Es sano que se descubra tambi¨¦n el propio cuerpo a la edad en que se descubre todo.
A los padres les cabe orientar y respetar a sus hijos e hijas, ayud¨¢ndolos a convertirse en adultos capaces de respetar el cuerpo y el deseo del otro, y capaces de respetar su propio cuerpo, haciendo que el sexo sea una experiencia placentera y responsable cuando llegue el momento. Tambi¨¦n a trav¨¦s del conocimiento se conoce y se respeta el propio cuerpo y el cuerpo del otro. La ignorancia es una gran aliada de la violencia que se hace con uno mismo y con el otro.
Si es m¨¢s f¨¢cil reprimir a los ni?os exactamente porque son ni?os y dependen de sus padres para todo, no se puede decir lo mismo de los hijos en la fase que se llama ¡°adolescencia¡±. Y tal vez por eso una parte de los padres se asustan. No tiene misterio. Cualquiera, yo y t¨², ya hemos pasado por ah¨ª (la adolescencia) y nos acordamos muy bien. Estos padres tambi¨¦n deben de acordarse de que uno de sus principales intereses ¨Co, tal vez, el inter¨¦s principal¨C era justamente el sexo.
As¨ª, acusar el libro, como hicieron una madre y el concejal, de hacer ¡°aflorar el sexo¡± en adolescentes de 13 a?os o m¨¢s es negar completamente la realidad. A los 13 a?os, la mayor¨ªa de los seres humanos casi solo piensa en eso, lo que no significa que va a practicar el sexo con un compa?ero o compa?era de inmediato, que va a pasar del pensamiento al acto, de la masturbaci¨®n a la relaci¨®n sexual con otro cuerpo. Esta es una decisi¨®n que cada uno deber¨¢ tomar a su tiempo, con conocimiento y responsabilidad y respeto hacia su cuerpo y el cuerpo del otro, como bien destaca el propio libro.
Abriendo los libros ¨Cy no cerr¨¢ndolos¨C los padres estar¨ªan mejor acompa?ados
Del mismo modo, considerar que el dibujo de un pene erecto va a sorprender a alg¨²n adolescente no tiene sentido. Pido permiso para hacer una broma, porque el tema tambi¨¦n deber¨ªa ser l¨²dico: lo que tal vez m¨¢s sorprenda a un ni?o de esta edad es el dibujo del ¡°pene fl¨¢cido¡±. Del mismo modo, es normal que una ni?a compruebe varias veces al d¨ªa en el espejo si el pecho le ha crecido, palp¨¢ndolo y acarici¨¢ndolo, sin que sentir placer haci¨¦ndolo sea un problema. As¨ª como tambi¨¦n es natural tocarse el pene o la vagina para descubrir qu¨¦ le da placer y conocer su cuerpo, lo cual tambi¨¦n le ayudar¨¢ a sentir placer y dar placer al otro cuando llegue el d¨ªa.
Debatir este tema tambi¨¦n es responsabilidad de la escuela. Y los padres deber¨ªan verla como una aliada para que sus hijos tengan, de hecho, educaci¨®n sexual no solo en una asignatura sino en todas. Y, as¨ª, sentirse a gusto para discutir las transformaciones que provocan angustia y conocer su cuerpo no solo por la biolog¨ªa, sino por todas las ¨¢reas que atraviesan el tema de la sexualidad. El conocimiento es el principal factor para prevenir el embarazo adolescente no deseado, enfermedades de transmisi¨®n sexual, violencia sexual y bullying. A trav¨¦s del conocimiento y del di¨¢logo los adolescentes podr¨¢n tomar mejores decisiones sobre su vida y construir, a su tiempo, una vida sexual responsable y placentera.
Quien lee el libro que ha sido arrojado a la hoguera se da cuenta del esfuerzo de las autoras para cumplir este papel. Es una pena que sus detractores no consigan ¨Co no quieran¨C ver que los libros como este, as¨ª como los profesores que ayudan a los estudiantes a interpretarlos y a debatirlos, son justamente los que no dejan a los padres solos en un mundo tan complicado y violento, en el que los adultos se sienten tan desamparados para educar a ni?os y adolescentes. Abriendo los libros ¨Cy no cerr¨¢ndolos¨C los padres estar¨ªan mejor acompa?ados.
5) ?D¨®nde se esconde la maldad?
Aunque sea improbable (pero no imposible) que el libro se proh¨ªba en las aulas, como quiere una parte de los padres de esta escuela, la obra ya ha sido ¡°quemada¡± p¨²blicamente. La hoguera ya ha sido encendida y arde, porque las hogueras de hoy no tienen materia (de momento), pero sus llamas son de largo alcance y traen graves consecuencias.
Ante la repercusi¨®n, es posible que el Ministerio de Educaci¨®n, en la pr¨®xima selecci¨®n, no escoja este libro. Es posible que los profesores de las escuelas privadas prefieran saltarse esta obra para no arriesgarse con las pol¨¦micas. Y es posible que los autores de libros did¨¢cticos empiecen a desviar el tema de la educaci¨®n sexual en sus obras para protegerse de eventuales inquisidores. As¨ª como los periodistas, pol¨ªticos e intelectuales ya han empezado a evitar ciertos temas para protegerse de linchamientos que los alcanzan no solo a ellos, sino que tambi¨¦n empiezan a alcanzar a sus familias.
Tras la hoguera p¨²blica, el resto sucede en silencio. Y sucede (tambi¨¦n) a causa del silencio. De esta manera insidiosa, la ignorancia se infiltra. Por ese camino sombr¨ªo, el miedo penetra y domina. Mediante esa t¨¦cnica, hist¨®ricamente los fascismos subyugaron las mentes y los cuerpos y produjeron sus cr¨ªmenes. Hay que prestar mucha atenci¨®n a lo que est¨¢ sucediendo en Brasil.
La ignorancia y la falta de conocimiento generan adhesi¨®n en lugar de reflexi¨®n, gritos en lugar de di¨¢logo
Durante d¨¦cadas, se ha abandonado la escuela p¨²blica, mientras que la ense?anza privada se ha ido convirtiendo en un negocio cada vez m¨¢s rentable, cada vez menos pedag¨®gico y m¨¢s empresarial. Durante d¨¦cadas, los profesores se han desvalorizado, los edificios se han depredado, la escuela se ha ido alejando cada vez m¨¢s de la comunidad, y la comunidad se ha ido alejando cada vez m¨¢s de la escuela. Durante d¨¦cadas, muy pocos se han preguntado seriamente c¨®mo se sent¨ªan los alumnos en escuelas que a veces, literalmente, se caen a pedazos, sin equipos b¨¢sicos, en aulas ocupadas por profesores mal pagados, sobrecargados y, en algunos casos, sin preparaci¨®n. Durante d¨¦cadas, un n¨²mero creciente de padres se ha dejado la piel para conseguir dinero para matricular a sus hijos en escuelas privadas, aunque fueran malas, y aquellos que pod¨ªan batallar por la calidad de la educaci¨®n han dejado la escuela p¨²blica. Se han quedado los que no han podido salir, y los idealistas, aunque siempre en menor n¨²mero. La escuela p¨²blica ha pasado a ocupar un lugar de resto. Y como resto se ha tratado a los profesores y alumnos.
En los ¨²ltimos a?os, ha surgido un movimiento con mucha potencia. Los estudiantes empezaron a ocupar las escuelas y ¨Ctransgresi¨®n de transgresiones¨C empezaron a cuidar de ellas y a exigir calidad en la educaci¨®n. Como restos, no molestaban. Como protagonistas, ciudadanos, fueron criminalizados como ¡°invasores¡± y ¡°v¨¢ndalos¡±.
Pero tambi¨¦n en los ¨²ltimos a?os ha aparecido un movimiento mucho m¨¢s organizado. No es nuevo, pero se ha organizado de forma nueva. Y su principal arma es justamente la deseducaci¨®n que ha producido la escuela que ocupa el lugar de resto. Su principal arma es la ignorancia y la falta de conocimiento, que generan adhesi¨®n en lugar de reflexi¨®n, gritos en lugar de di¨¢logo. Hoguera.
Padres y alumnos han sido estimulados a convertirse en inquisidores por milicias de odio en internet
Tras la corrosi¨®n de la educaci¨®n p¨²blica producida por la dictadura civil y militar (1964-1985), la respuesta de los gobiernos democr¨¢ticos que vinieron a continuaci¨®n fue insuficiente para la urgencia del problema. Hubo avances significativos en algunas gestiones, como la de Fernando Henrique Cardoso y la de Luiz In¨¢cio Lula da Silva, pero mucho menores de lo que ser¨ªa necesario para generar un cambio que produjera una transformaci¨®n estructural. Y, como todo vac¨ªo acaba ocup¨¢ndose, resurgi¨® el viejo cebo, envuelto con un papel nuevo y distribuido a millones de seguidores en las redes sociales: el problema de la escuela p¨²blica es ¡°moral¡± y de ¡°adoctrinamiento ideol¨®gico¡±. Al darse cuenta del riesgo, hab¨ªa que ocupar las escuelas. Eso queda expl¨ªcito en el momento en que los estudiantes toman partido por la escuela p¨²blica y restauran el valor de la pol¨ªtica, pero son duramente reprimidos, no solo por la polic¨ªa, sino tambi¨¦n por las milicias de odio que defienden el proyecto llamado ¡°Escuela Sin Partido¡±.
En esta manipulaci¨®n, vendida a la sociedad como un proyecto que restaura el orden (pero ?qu¨¦ orden?), el problema no ser¨ªa la escuela que se cae en pedazos, los profesores mal pagados, la falta de estructura material y pedag¨®gica, sino un supuesto ¡°adoctrinamiento ideol¨®gico¡± practicado por profesores ¡°de izquierda¡±, ¡°comunistas¡± y moralmente desvirtuados a servicio del mal. (Con una izquierda que casi no se mantiene en pie, esto deber¨ªa ser un chiste, pero no lo es, ya que una de las consecuencias de la ignorancia es que su v¨ªctima no entiende los chistes, mucho menos el humor y la iron¨ªa.)
Ante el miedo y el desamparo, sentimientos que crecen en cualquier crisis, la respuesta moral siempre cuela. Igual que un enemigo inventado. Y cuela m¨¢s todav¨ªa cuando no existe una propuesta alternativa que la gente pueda comprender y en la que pueda confiar. El otro se convierte en el problema, y debe ser destruido. Ante padres asustados, que tienen todo el derecho de querer que sus hijos tengan una buena educaci¨®n y de concluir que no la est¨¢n teniendo, cualquier mano que se extienda ¨Caunque sea en forma de una respuesta descabellada y violenta, que genera m¨¢s desconocimiento e ignorancia¨C se agarra.
Y de esta forma, las milicias de odio en internet incitan a padres y alumnos a convertirse en inquisidores. En lugar de ir a la escuela para dialogar, compartir y reivindicar, construir en conjunto, son estimulados a se?alar con el dedo y a linchar. En la ¨¦poca de la dictadura, este servicio odioso lo realizaban en las escuelas p¨²blicas profesores captados por las fuerzas represoras, que espiaban a sus colegas y hac¨ªan informes, ganando puntos en su carrera. Hoy en d¨ªa, lo que antes suced¨ªa en rincones oscuros se incita abiertamente en las redes. La infamia se vende como virtud moral.
Construir es dif¨ªcil, lento y da trabajo. Quemar es inmediato. Y nada m¨¢s c¨®modo que poder descargar la frustraci¨®n culpando al otro y, si es posible, elimin¨¢ndolo. O borr¨¢ndolo del espacio p¨²blico. La estrategia es vieja, muy vieja. La ¨²nica novedad es que internet ha entrado en la ecuaci¨®n. Pero como la historia no se ha ense?ado bien a las generaciones que est¨¢n ah¨ª, se vende y se compra como si fuera nueva.
6) ?Qu¨¦ dice la autora del cap¨ªtulo atacado?
En los ¨²ltimos a?os, se han producido por todo el pa¨ªs episodios de censura o intentos de censura a libros did¨¢cticos y literarios. Algunos se vuelven conocidos, otros se acallan. No es habitual que profesores, bibliotecarios y autores se arriesguen a defender una obra p¨²blicamente. En general, temen que los despidan y, m¨¢s recientemente, que los linchen. Algunas editoriales suelen aconsejar a sus autores que se callen, con la esperanza de que el incendio se extinga con menos perjuicios. En mi opini¨®n, es un error y una omisi¨®n de responsabilidad p¨²blica. Intentos de censura y ataques a libros y autores incumben a toda la sociedad y tienen que enfrentarse como lo que son.
El libro de Ciencias de 8?, de la colecci¨®n Projeto Apoema, lo firman Ana Maria Pereira, Margarida Santana y M?nica Waldhelm. El cap¨ªtulo atacado lo escribi¨® M?nica. Es profesora de Ense?anza Media, titular de Biolog¨ªa en el Centro Federal de Educaci¨®n Tecnol¨®gica de R¨ªo de Janeiro (CEFET/RJ). Tiene 50 a?os y lleva 33 de magisterio. Es doctora en Educaci¨®n por la Pontificia Universidad Cat¨®lica de R¨ªo de Janeiro y consultora de la Unesco. Le envi¨¦ algunas preguntas por correo electr¨®nico, y las respondi¨® todas. A continuaci¨®n, los principales puntos:
Pregunta. ?C¨®mo te sentiste al conocer el episodio?
Respuesta. Confieso que tard¨¦ en entender el motivo que se alega en la petici¨®n hecha por el grupo de madres y padres. Al leer y o¨ªr las declaraciones, no reconoc¨ªa en aquellas palabras el contenido del libro: ?pornograf¨ªa?, ?vulgarizar del sexo?, ?estimular la promiscuidad?, ?im¨¢genes fuertes? Era consciente de todo el cuidado que tuvimos al producir cada volumen y constat¨¦ que hab¨ªa ruido en la comunicaci¨®n o algo m¨¢s preocupante detr¨¢s de esa acci¨®n. Fue una mezcla de sorpresa, perplejidad y tristeza.
P. ?El libro hab¨ªa sufrido alg¨²n tipo de ataque antes?
R. Esta colecci¨®n en concreto no. Recibimos un parecer muy positivo en la ¨²ltima evaluaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n, en el ¨¢mbito del Programa Nacional del Libro Did¨¢ctico. Los libros los adoptan las escuelas p¨²blicas y privadas de todo Brasil. Sin embargo, el campo de la sexualidad es tradicionalmente espinoso. A lo largo de 20 a?os como autora, visitando escuelas de Norte a Sur de Brasil y conversando con colegas profesores, he escuchado algunos relatos de situaciones delicadas. En una escuela, aunque los profesores manifestaran expl¨ªcitamente el deseo de utilizar nuestros libros, la presencia de im¨¢genes de vulvas y penes fue motivo de controversia por parte de la coordinaci¨®n pedag¨®gica. Tambi¨¦n supimos que, en una escuela, una profesora de Ciencias venci¨® la resistencia de la coordinadora y adopt¨® la colecci¨®n, pero que despu¨¦s tuvo problemas con la madre de una alumna. Esta madre simplemente grap¨® las p¨¢ginas del libro que conten¨ªan figuras de vulvas, penes, preservativos y similares. Pero fueron casos aislados y resueltos con di¨¢logo y mediaci¨®n.
¡°Creo que es dif¨ªcil que un alumno se reconozca en extra?as figuras asexuadas¡±
P. T¨² escribiste la parte relacionada con la educaci¨®n sexual. ?Qu¨¦ cuidados tomas en tus elecciones?
R. Como docente ¨Cy hasta cuando era alumna¨C, siempre me ha molestado la manera como se ha presentado el cuerpo hist¨®ricamente y como se estudia en los libros did¨¢cticos de Ciencias. El tema de la sexualidad humana casi siempre se trata en los cap¨ªtulos finales del libro, donde el profesor casi nunca llega, y se reduce al aspecto de la reproducci¨®n. Los dibujos aparecen casi siempre en forma de esquemas en cortes transversales o longitudinales. Con el cuerpo todav¨ªa torpe y con acn¨¦, el adolescente se encuentra, en los libros did¨¢cticos, figuras y modelos ¡°perfectos¡±, bien delineados y con dientes rectos y, entonces, no se reconoce. Tambi¨¦n creo que es dif¨ªcil que un alumno de Ense?anza B¨¢sica se reconozca en extra?as figuras asexuadas. Todav¨ªa hoy, en muchos libros, los penes y las vulvas/vaginas, en general, solo aparecen en cortes ¡°estrat¨¦gicos¡±, donde solo se expone su anatom¨ªa interna. Adem¨¢s, con im¨¢genes humanas idealizadas y retocadas con ordenador, los libros acaban reforzando lo que hacen los medios de comunicaci¨®n predominantes, que hipervaloran la apariencia f¨ªsica y acaban determinando est¨¢ndares est¨¦ticos. Los j¨®venes buscan febrilmente estos ¡°est¨¢ndares¡± en los gimnasios y en el uso de anabolizantes. Tambi¨¦n se reflejan en las consultas m¨¦dicas, adonde van en busca de ¡°reparaciones¡±, as¨ª como tambi¨¦n en el avance de disturbios como la bulimia y la anorexia.
P. ?Fue este el motivo de tu investigaci¨®n en la maestr¨ªa?
R. Ciertamente este malestar motiv¨® la investigaci¨®n que realic¨¦ en la maestr¨ªa en Educaci¨®n en la Universidad Federal Fluminense (1998), en la que investigu¨¦ la producci¨®n sociopol¨ªtica del cuerpo en los libros did¨¢cticos de Ciencias editados en las d¨¦cadas de 1960 a 1990. Cuando me invitaron posteriormente a escribir libros did¨¢cticos, tuve la oportunidad de proponer un material que modificara, aunque fuera en parte, esta escena preocupante. Hoy en d¨ªa, en el medio educativo existe el consenso de que el curr¨ªculo escolar no puede estar desvinculado de la realidad de los alumnos, si tenemos en cuenta que una de las funciones de la escuela es la de preparar al alumno para la vida ciudadana. En el contexto de esta discusi¨®n, entiendo que las cuestiones relativas al cuerpo, g¨¦nero, sexualidad y papeles sociales deben tratarse en las clases, debido al impacto que producen en la vida de los alumnos. Sin embargo, muchas veces las angustias y los tab¨²s sobre la sexualidad est¨¢n basados en el desconocimiento de la anatom¨ªa y la fisiolog¨ªa del propio cuerpo. Por eso es importante crear condiciones para que los profesores puedan conversar con los alumnos, y dejarlos que expresen sus creencias y mitos con relaci¨®n al cuerpo y a la sexualidad como punto de partida para el estudio de aspectos biol¨®gicos del cuerpo. En el volumen did¨¢ctico que es blanco de la pol¨¦mica, que tiene un total de seis unidades, optamos por tratar la sexualidad en la tercera unidad. Quer¨ªamos evitar que este tema fuera relegado a un segundo plano si se dejaba al final del libro. El texto que escrib¨ª fue objeto de un cuidadoso an¨¢lisis por parte de las otras autoras y del equipo de la editorial, ya que no quer¨ªamos correr el riesgo de producir ni reforzar subjetividades hegem¨®nicas que condujeran a prejuicios y discriminaci¨®n de g¨¦nero, etnia, orientaci¨®n sexual, etc. En varios momentos, en la versi¨®n para el profesor, colocamos notas se?alando la importancia de debatir determinados t¨®picos y fijarse en actitudes prejuiciosas. Al tratar las caracter¨ªsticas anat¨®micas femeninas y masculinas, incluimos tambi¨¦n representaciones de cuerpos enteros y con estructuras externas visibles. Tuvimos cuidado de no reforzar la ¡°pedagog¨ªa del terror¡±, asociando la sexualidad solo a la enfermedad o al embarazo indeseado. Destacamos la importancia de cuidar el cuerpo, asoci¨¢ndolo a la salud y a la vivencia placentera y responsable de la sexualidad.
¡°La propagada neutralidad religiosa, sexual y pol¨ªtica no tiene nada de neutra. Refleja las visiones y creencias de un grupo conservador de la sociedad¡±
P. ?C¨®mo introduces ese episodio en el contexto m¨¢s amplio del pa¨ªs?
R. No podemos negar que una ola conservadora asola el pa¨ªs. Y que eso ha generado repercusi¨®n y embates tanto en el campo de las ideas como en el de las acciones y hasta de las pol¨ªticas p¨²blicas. En el campo educativo no es diferente. Los intentos de censurar y cercenar las pr¨¢cticas docentes y el uso de materiales did¨¢cticos son recurrentes e incluso los apoyan representantes pol¨ªticos que se autodenominan ¡°defensores de la moral y las buenas costumbres¡± de las familias brasile?as. La eliminaci¨®n de los t¨¦rminos ¡°g¨¦nero¡± y ¡°orientaci¨®n sexual¡± de la ¨²ltima versi¨®n de la Base Nacional Com¨²n Curricular entregada al Consejo Nacional de Educaci¨®n no ser¨¢ inocua. Aunque el Ministerio de Educaci¨®n insista en que las escuelas tendr¨¢n autonom¨ªa para construir sus curr¨ªculos, al no explicitar el t¨¦rmino lo vac¨ªa de legitimidad e importancia. El curr¨ªculo es un territorio de poder y de embates. Esta omisi¨®n en el documento gu¨ªa deja a los autores de libros did¨¢cticos y a los docentes sin apoyo legal para tratar el tema. Y puede simplemente impedir la discusi¨®n sobre diversidad sexual, estereotipos de g¨¦nero y actitudes homof¨®bicas en las escuelas. Iniciativas como la de intentar censurar nuestro libro de Ciencias o libros de Geograf¨ªa que incluyen familias homoafectivas, de hacer un llamamiento peri¨®dico en las redes sociales para que las familias induzcan a sus hijos a grabar episodios de ¡°adoctrinamiento¡± en las escuelas, as¨ª como la de un concejal que quiso ¡°vigilar¡± las clases y varios proyectos de ley que se estaban tramitando, son elementos de un escenario que causa extrema preocupaci¨®n con relaci¨®n a la libertad de expresi¨®n de los educadores en general. La propagada neutralidad religiosa, sexual y pol¨ªtica no tiene nada de neutra. Refleja las visiones y creencias de un grupo conservador de la sociedad.
P. ?C¨®mo interpretas la manifestaci¨®n de estos padres? ?Qu¨¦ es lo que temen, a fin de cuentas, a punto de querer prohibir el libro?
R. Creo que hay varios aspectos a tener en cuenta. Uno de ellos est¨¢ relacionado con el deseo y la creencia de controlar totalmente a los hijos (incluyendo su cuerpo, su sexualidad, su forma de pensar y de ver el mundo). Y s¨¦ que este deseo no tiene malas intenciones. Otro se refiere al hecho de que cada padre y madre, como persona, tiene su conjunto de creencias y referentes culturales, que est¨¢ influenciado por experiencias personales, familiares, religiosas y otras. Y aunque la escuela p¨²blica sea para todos, algunos quieren imponer su forma de ver el mundo como una verdad absoluta. El racista no quiere que se discuta el racismo, el homof¨®bico no quiere que se trate el g¨¦nero y el prejuicio, el mis¨®gino no cree que sea necesario hablar de feminismo, etc. Parad¨®jicamente, constato que, mientras en algunas escuelas y libros de Ciencias la cuesti¨®n de la sexualidad se ignora o se trata de manera superficial, en el d¨ªa a d¨ªa crece la erotizaci¨®n de la infancia y de la adolescencia. La realidad es muy diferente de lo que muchos padres quieren admitir. Los adolescentes buscan informaci¨®n donde pueden. Y la escuela puede ofrecer esa informaci¨®n de forma adecuada. Sabemos que no basta informar, hay que debatir, problematizar, hacerlos reflexionar, construir proyectos de vida. Mientras los padres creen que sus hijos de 13 o 15 a?os todav¨ªa no deben discutir sobre sexualidad ni ver im¨¢genes de penes, el Ministerio de Sanidad ha reducido la edad m¨ªnima para vacunarse del virus del papiloma humano a 9 a?os, para garantizar la inmunidad antes del inicio de la vida sexual. Se suma a esto el alarmante n¨²mero de adolescentes embarazadas, el aumento de VIH entre los j¨®venes, el suicidio y homicidio de j¨®venes homosexuales...
P. ?C¨®mo eval¨²as la relaci¨®n entre la escuela y la comunidad?
R. A¨²n falta di¨¢logo entre muchas escuelas y las familias de los alumnos. Un mayor acercamiento, que busque aclarar la propuesta pedag¨®gica, realizar proyectos que relacionen la comunidad con trabajos intersectoriales (con un ambulatorio local, por ejemplo) son estrategias que refuerzan la colaboraci¨®n y traen sinergia al proceso educativo. Nuestro libro propone varias actividades con la comunidad, porque reconoce la importancia de esta interacci¨®n. La sexualidad tiene que ver con personas y, consecuentemente, sentimientos, que hay que percibir y respetar. Tambi¨¦n tiene que ver con creencias y valores, as¨ª como ocurre en un determinado contexto sociocultural e hist¨®rico, que tiene un papel determinante en los comportamientos. El papel de problematizador y orientador del debate, que corresponde al educador, es esencial para que los adolescentes aprendan a reflexionar y a tomar decisiones coherentes con sus valores, con relaci¨®n a su propia sexualidad, al otro y al colectivo, conscientes de su inserci¨®n en una sociedad que incorpora la diversidad. Consideramos que silenciar ¨Cen los discursos y en las pr¨¢cticas¨C las cuestiones relativas a la sexualidad humana tiene consecuencias grav¨ªsimas en la formaci¨®n de nuestros ni?os y j¨®venes.
¡°Cuestionar el prejuicio y la exclusi¨®n social es el papel de una escuela que pretende ayudar a construir un Brasil menos sexista, menos racista y menos homof¨®bico¡±
P. ?C¨®mo llamar¨ªas a lo que est¨¢ sucediendo? ?Y c¨®mo puede un profesor enfrentar esta coyuntura?
R. Como autora, profesora, madre y ciudadana, refuerzo y valoro la necesidad de un movimiento de resistencia organizado y colectivo ¨Cy, por lo tanto, con m¨¢s impacto y eficiencia¨C por parte de los educadores, para hacer frente a las recientes y sistem¨¢ticas acciones que quieren quitarle autonom¨ªa al docente y aislar la clase y la escuela de la vida real, alejando a los alumnos del debate sobre cuestiones contempor¨¢neas cada vez m¨¢s relevantes. La b¨²squeda de una sociedad pautada por la solidaridad, la alteridad, la justicia social, el respeto y la convivencia pac¨ªfica pasa por el reconocimiento de la diversidad como algo positivo. Cuestionar las muchas formas de prejuicio y de exclusi¨®n social es el papel de una escuela que pretende ayudar a construir un Brasil menos sexista, menos racista y menos homof¨®bico. Y eso debe empezar en la Educaci¨®n Infantil.
(fin de la entrevista)
7) ?Por qu¨¦ se manifest¨® la ONU?
Solo en las ¨²ltimas semanas, varios golpes relacionados han acentuado la crisis educativa y ¨¦tica del pa¨ªs. Y han contribuido a aumentar la violencia y ampliar la ignorancia en el ¨¢mbito de la escuela p¨²blica. Tanto que, el 13 de abril, la ONU emiti¨® un comunicado en el que manifestaba su preocupaci¨®n con relaci¨®n a las amenazas al derecho a la educaci¨®n y a la libertad de expresi¨®n en Brasil, y pidi¨® al Gobierno brasile?o que se manifestara en un plazo de 60 d¨ªas.
En el documento, los relatores de las Naciones Unidas se?alan el proyecto ¡°Escuela Sin Partido¡± y las ¡°visitas sorpresa¡± a las escuelas municipales realizadas por el concejal de S?o Paulo Fernando Holiday, del partido Dem¨®cratas (DEM), como motivos de preocupaci¨®n. El concejal entr¨® en las escuelas para ¡°analizar si hay adoctrinamiento en el contenido que se imparte en las clases¡±. En el v¨ªdeo que ¨¦l mismo difunde, se anuncia: ¡°Escuela Sin Partido. Holiday hace visitas sorpresa en escuelas de S?o Paulo y quiere que t¨² denuncies los casos de adoctrinamiento¡±.
Seg¨²n el peri¨®dico Folha de S. Paulo, el episodio generado por el concejal casi provoca la destituci¨®n del secretario de Educaci¨®n de S?o Paulo, Alexandre Schneider. El secretario, respetado en el ¨¢rea de educaci¨®n, repudi¨® con vehemencia el intento de intimidar a los profesores, citando la Constituci¨®n. Acto seguido, fue v¨ªctima de una campa?a de desacreditaci¨®n promovida por grupos organizados en internet. Seg¨²n el peri¨®dico, el secretario no se sinti¨® apoyado por el alcalde, Jo?o Doria, del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB). El alcalde quiz¨¢ prefiri¨® mantener el apoyo de las milicias de odio en internet, que lo alaban en las redes como el gran ¡°gestor¡±.
En el comunicado, los relatores de la ONU afirman que, si se aprueban los proyectos de ley basados en la Escuela Sin Partido, eso significar¨¢ la restricci¨®n indebida al derecho de libertad de expresi¨®n de alumnos y profesores en Brasil, e impactar¨¢ en la ense?anza del pa¨ªs sobre diversos temas. Tambi¨¦n alertan que la Escuela Sin Partido puede representar ¡°censura significativa¡± y restringir el derecho del alumno a recibir informaci¨®n.
El documento tambi¨¦n manifiesta preocupaci¨®n con el impacto de esas ideas en las pol¨ªticas p¨²blicas, como la eliminaci¨®n de la expresi¨®n ¡°orientaci¨®n sexual¡± de la Base Nacional Com¨²n Curricular del pa¨ªs, que define las competencias y los objetivos de aprendizaje de los estudiantes en cada etapa de la vida escolar. Los relatores afirman tambi¨¦n que el cambio es contrario a la recomendaci¨®n de la ONU para que el pa¨ªs refuerce los programas de combate a la homofobia.
El proyecto Escuela Sin Partido propone exactamente lo que afirma que combate: el adoctrinamiento ideol¨®gico y el proselitismo
Escuela Sin Partido es un proyecto idealizado por el abogado Miguel Nagib en 2004, que en los ¨²ltimos a?os ha sido adoptado como bandera por milicias de odio en internet y por algunas de las voces m¨¢s retr¨®gradas del Legislativo. La elecci¨®n del nombre es astuta. Sugiere una finalidad leg¨ªtima: la de impedir que los profesores hagan proselitismo pol¨ªtico-partidario en clase o lo que se ha difundido como ¡°adoctrinamiento ideol¨®gico¡±. En la pr¨¢ctica, el Escuela Sin Partido propone exactamente lo que afirma que combate: el adoctrinamiento ideol¨®gico y el proselitismo. Pero para eso hay que tener capacidad para interpretar textos y ¡°leer¡± la realidad, justamente lo que la escuela deber¨ªa promover, pero ha fracasado por todos los motivos conocidos.
El nombre del proyecto, que ya era astuto cuando se concibi¨®, se ha vuelto todav¨ªa m¨¢s eficiente en un momento en que los principales partidos pol¨ªticos del pa¨ªs est¨¢n hundidos en el barro de la corrupci¨®n expuesta por la Operaci¨®n Lava Jato y parte de la clase pol¨ªtica se ha convertido en caso policial. As¨ª, en lugar del ¡°pol¨ªtico¡±, estos grupos echan mano de la figura del ¡°gestor¡±, que supuestamente est¨¢ ¡°limpio¡± porque no lo embarr¨® la pol¨ªtica, reducida por ellos a palabrota.
La ignorancia no es solo una tragedia, sino un instrumento
Si tienen dificultad para interpretar textos, ?c¨®mo esperar que se interpreten subtextos y entrel¨ªneas? ?Cu¨¢ntos se van a dar cuenta de que negar la pol¨ªtica, una de las creaciones m¨¢s potentes del pensamiento humano, responsable por algunos de los mayores avances de la humanidad, es un acto pol¨ªtico? ?Y que autodenominarse ¡°gestor¡± es una astucia pol¨ªtica de un pol¨ªtico astuto?
De nuevo hemos vuelto a la tragedia de la educaci¨®n. Y ahora repercute m¨¢s all¨¢ de los muros de las escuelas. La ignorancia no es solo una tragedia, sino un instrumento. Y, en Brasil, este instrumento nunca se ha usado de una forma tan organizada como hoy.
8) ?Qui¨¦n guarda silencio?
Como ense?a la historia, para quien tuvo la oportunidad de aprender, la opresi¨®n se instala lentamente. Un acontecimiento aqu¨ª, otro all¨ª, sin aparente conexi¨®n. Y as¨ª se va infiltrando primero en los flecos del d¨ªa a d¨ªa, en las periferias de los debates. Y despu¨¦s va avanzando hacia el ¨¢rea central hasta convertirse en el propio centro. A cada nuevo linchamiento, a cada nueva hoguera, atizadas por la derecha y tambi¨¦n por la izquierda, muchos se callan. Hay demasiada gente que olvida su responsabilidad p¨²blica y sopla las ascuas para que se desarrimen. Muchos que tienen espacio para hablar y resonancia para ser escuchados han guardado silencio, con la esperanza de que la v¨ªctima m¨¢s reciente de la inquisici¨®n promovida en las redes sociales y determinados medios de comunicaci¨®n se incinere sola en la hoguera de su reputaci¨®n y que ning¨²n ascua caiga sobre su tejado. Lamento decirlo, pero caer¨¢. Y entonces, tal vez, sea demasiado tarde para reaccionar.
Eliane Brum es escritora, reportera y documentalista. Autora de los libros de no ficci¨®n Coluna Prestes - O Avesso da Lenda, A Vida que Ningu¨¦m v¨º, O Olho da Rua, A Menina Quebrada, Meus Desacontecimentos, y de novela Uma Duas. Sitio web: desacontecimentos.com. E-mail: elianebrum.coluna@gmail.com. Twitter: @brumelianebrum. Facebook: @brumelianebrum.
Traducci¨®n: Meritxell Almarza
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