Puerto Rico solicita acogerse a la ley de quiebra hundido por la deuda

La deuda ha acabado de ahogar a Puerto Rico. Ricardo Rossell¨®, gobernador de la isla, un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, anunci¨® este mi¨¦rcoles que pedir¨¢ a la Junta de Supervisi¨®n Fiscal, un ¨®rgano federal que est¨¢ por encima del gobierno puertorrique?o en materia financiera, que el pa¨ªs se acoja a una ley de quiebra para poder afrontar los 73.000 millones de d¨®lares de impagos en bonos de deuda p¨²blica que arrastra. Puerto Rico ser¨¢ la primera jurisdicci¨®n estatal que pide auxilio en la historia de Estados Unidos.

La solicitud de Rossell¨®, que lleva cinco meses en el cargo, se precipit¨® tras las demandas presentadas el martes por un grupo de acreedores con el que Puerto Rico no hab¨ªa logrado llegar a un acuerdo de reestructuraci¨®n de deuda. La isla ped¨ªa una rebaja tres veces mayor de lo que estaban dispuestos a aceptar los acreedores. Todas las demandas judiciales quedan ahora congeladas y ser¨¢ un tribunal el que se encargue de determinar c¨®mo se pagar¨¢ la deuda y cu¨¢nto deber¨¢ reembolsar la isla. El proceso puede suponer un notable recorte de deuda para Puerto Rico, pero tambi¨¦n nublar¨¢ su futuro acceso al mercado de deuda.

Formalmente, no se trata de una declaraci¨®n de bancarrota. Su condici¨®n de estado libre asociado le otorga menos derechos y Puerto Rico no puede emplear esa herramienta discrecional que la ley federal da a los gobiernos locales de Estados Unidos. Deber¨¢ realizar una petici¨®n de ayuda espec¨ªfica estipulada en la Ley para la Supervisi¨®n, Administraci¨®n y Estabilidad Econ¨®mica de Puerto Rico (Promesa), aprobada por el Congreso de Estados Unidos el a?o pasado ante la crisis de insolvencia de la isla y con la que se cre¨® la Junta de Supervisi¨®n Fiscal, nombrada por el Congreso para dirigir la pol¨ªtica financiera del pa¨ªs.

La descomunal deuda p¨²blica de Puerto Rico, con tres millones y medio de habitantes, tiene su origen en el colapso del anterior modelo econ¨®mico de la isla. Hace una d¨¦cada Washington le retir¨® los beneficios fiscales que le hab¨ªan permitido captar inversiones de grandes compa?¨ªas estadounidenses. Sin una estructura productiva alternativa con la que suplantar esa v¨ªa de ingresos, los sucesivos gobiernos de Puerto Rico se sumieron en un c¨ªrculo fatal de petici¨®n de pr¨¦stamos y emisi¨®n de deuda que hundi¨® a la isla en su peor depresi¨®n en m¨¢s de un siglo, instal¨¢ndose en la recesi¨®n desde el 2006. En 2015 comenzaron los primeros impagos de Puerto Rico. El ¨ªndice de pobreza ronda el 45% de la poblaci¨®n y alrededor de 200.000 puertorrique?os han emigrado en los ¨²ltimos a?os, principalmente a Estados Unidos. Los sistemas de pensiones y de salud se encuentran en un estado de m¨¢xima alerta ante la falta de fondos.

Como anunci¨® al inicio de su mandato, el gobernador Rossell¨® pretende convocar un refer¨¦ndum para que los puertorrique?os decidan si quieren que su pa¨ªs siga siendo un Estado Libre Asociado, si prefieren la independencia o si optan por convertirse en el estado n¨²mero 51 de Estados Unidos. Rossell¨® considera que esta ¨²ltima ser¨ªa la mejor salida para Puerto Rico, integrarse al 100% en la primera potencia mundial.