Trump, primer presidente de Estados Unidos en visitar el Muro de las Lamentaciones

Acompa?ado tan solo por rabinos y familiares, Donald Trump se ha convertido este lunes en el primer presidente en activo de Estados Unidos en acudir al Muro de las Lamentaciones. El hito hist¨®rico qued¨® reducido sin embargo a la categor¨ªa de acto privado y excluido del programa de su visita a Israel y Palestina. Ning¨²n representante oficial del Estado hebreo se sum¨® a la comitiva, en la que figuraban su esposa, Melania, as¨ª como su hija Ivanka y su marido, Jared Kushner, ambos de religi¨®n jud¨ªa.

Tocado con una kip¨¢ negra, el mandatario estadounidense ha permanecido en actitud de recogimiento durante unos minutos ante el muro al que la tradici¨®n hebrea considera como el ¨²nico resto visible del gran templo jud¨ªo destruido por el Imperio Romano durante el siglo I. Tras colocar su mano sobre el pared¨®n, ha introducido en uno de los intersticios de los bloques de piedra un papel doblado, en un ritual en el que generalmente se expresan deseos o plegarias.

Trump tambi¨¦n visit¨® en la Ciudad Antigua de Jerusal¨¦n la bas¨ªlica del Santo Sepulcro, meta de las peregrinaciones cristianas a Tierra Santa. Fue recibido por los responsables de las confesiones ¡ªcat¨®lica, griega ortodoxa, armenia y copta, entre otras¨C que comparten el templo. Las im¨¢genes de su visita pudieron observarse a trav¨¦s de las c¨¢maras de seguridad policiales distribuidas por el canal p¨²blico de televisi¨®n KAN.

Ambos lugares sagrados est¨¢n situados dentro del recinto amurallado de la Ciudad Vieja y por lo tanto pertenecen al territorio ocupado desde 1967 de Jerusal¨¦n Este, que la comunidad internacional no reconoce como territorio israel¨ª despu¨¦s de que fuera anexionado. De manera que la primera visita al Muro de las Lamentaciones de un presidente estadounidense en el ejercicio de sus funciones, se ha transformado una estricta gira privada bajo el control exclusivo del servicio secreto de EE UU. En el programa de actividades facilitado a la prensa por las autoridades israel¨ªes no figuraban los dos hitos religiosos del paso de Trump por Tierra Santa.

Mientras el Gobierno israel¨ª aspiraba obtener el reconocimiento norteamericano de su soberan¨ªa sobre la Ciudad Vieja con la presencia de Trump en el Muro de las Lamentaciones, la Casa Blanca se ha atenido escrupulosamente a lo principios tradicionales de la diplomacia estadounidense, que dejan en suspenso la determinaci¨®n del estatuto final de Jerusal¨¦n hasta que se haya alcanzado un acuerdo definitivo de paz entre israel¨ªes y palestino, ya que ambos reclaman que su capital debee estar en la Ciudad Santa.

Cuando los colaboradores de Benjam¨ªn Netanyahu insistieron en que el primer ministro acompa?ara a Trump en su recorrido, los funcionarios y diplom¨¢ticos estadounidenses con los que preparaban la visita oficial invocaron la legislaci¨®n internacional que no reconoce la potestad del Estado hebreo sobre la parte oriental de la ciudad.

Un empleado del Consulado en Jerusal¨¦n lleg¨® a alegar, seg¨²n el relato que ha trascendido a la prensa local, que el Muro de las Lamentaciones no se encontraba en Israel, sino en Cisjordania. Los responsables israel¨ªes dieron por rotos autom¨¢ticamente los contactos sobre este punto de la visita del presidente. El plan de partici¨®n del mandato brit¨¢nico aprobado en 1947 por la ONU asignaba a la ciudad un estatuto internacional separado. Israel, que convirti¨® la parte occidente en su capital en 1949, acabo conquistando la zona este hace ahora medio siglo.

Para el Gobierno israel¨ª, todo el territorio de Jerusal¨¦n constituye la ¡°capital eterna e indivisible¡± del Estado. Los sectores m¨¢s nacionalistas y conservadores del Gabinete han recibido como un rev¨¦s a sus aspiraciones anexionistas la decisi¨®n de Trump de emprender una gira estrictamente privada por el lugar sagrado del juda¨ªsmo.

Las autoridades israel¨ªes prohibieron, no obstante, la prevista presencia de un banda musical de boy-scouts cristianos palestinos de Jerusal¨¦n Este ante el Santo Sepulcro que hab¨ªa sido expresamente autorizada por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.