Macron sopesa un refer¨¦ndum para reformar las instituciones
El presidente hace valer su mandato electoral ante el Congreso, en Versalles, para transformar Francia
Emmanuel Macron esgrimi¨® este lunes su mayor¨ªa clara en las recientes elecciones presidenciales y legislativas para pedir a los franceses que le ayuden a poner en marcha ¡°una verdadera revoluci¨®n¡±. En su primer discurso ante los diputados y senadores reunidos en sesi¨®n extraordinaria en Versalles, Macron les emplaz¨® a reformar las instituciones del pa¨ªs en el plazo de un a?o. En caso contrario, convocar¨¢ un refer¨¦ndum. S¨®lo en dos ocasiones los legisladores interrumpieron para aplaudir, y en el hemiciclo se ve¨ªan esca?os vac¨ªos. La izquierda de Jean-Luc M¨¦lenchon boicote¨® el acto para protestar contra la supuesta ¡°deriva fara¨®nica" de un presidente que intentar realzar la autoridad de la instituci¨®n.
El marco era solemne: el Palacio de Versalles. La audiencia, extraordinaria: el parlamento franc¨¦s reunido en Congreso, es decir, con la presencia en la misma sala de los miembros de la Asamblea Nacional y del Senado. La ocasi¨®n, nueva: un discurso del presidente de la Rep¨²blica para presentar sus prioridades de gobierno antes los legisladores que en los pr¨®ximos a?os deber¨¢n aprobarlas. Entre protestas de la oposici¨®n y acusaciones de ¡°monarquismo¡± y ¡°americanismo¡±, Macron se dirigi¨® por primera vez al Congreso en un discurso y definitivamente inaugur¨® el quinquenio presidencial. Su primer ministro, ?douard Philippe, presentar¨¢ el martes su programa de gobierno.
Macron habl¨® durante casi una hora y media: diez mil palabras y 45 p¨¢ginas en la versi¨®n del El¨ªseo. No despert¨® aplausos entusiastas, ni en la sala el ambiente era el de los discursos trascendentales.
Exhaustivo y lleno de digresiones, sin novedades program¨¢ticas que no hubiese apuntado en los meses anteriores, el presidente combin¨® la enumeraci¨®n de propuestas clave con reflexiones m¨¢s abstractas sobre el destino de Francia. Apel¨® a la unidad en un momento cr¨ªtico, en su opini¨®n, para el pa¨ªs, ¡°un estado de emergencia que es tanto econ¨®mico y social¡±, dijo, ¡°como de seguridad¡±. Record¨® a la audiencia que en las presidenciales de mayo y en las legislativas de junio los franceses le otorgaron un mandato para ¡°emprender una v¨ªa completamente nueva¡±.
Liberalismo a la francesa
Escondido entre los meandros argumentativos de su primer discurso ante el Congreso, Emmanuel Macron desliz¨® ideas que apuntan a un giro en la tradicional hostilidad francesa al liberalismo. El nuevo presidente no rehuy¨® la palabra maldita. Por ejemplo, al reclamar la ¡°cultura liberal, abierta, generosa¡± heredera de la tradici¨®n, tan francesa, de la Ilustraci¨®n. O al se?alar que uno de los principios en los que todos los franceses, de cualquier signo pol¨ªtico, deber¨ªan unirse para sacar al pa¨ªs adelante es el de ¡°una libertad fuerte¡±. Habl¨® de ¡°emancipar a los ciudadanos¡± y de ¡°combatir por la movilidad¡±. Defendi¨® que ¡°los franceses son lo suficientemente inteligentes para hacer su camino solos¡±, sin el Estado encima. Y pidi¨® que se deje de tratarse a los m¨¢s d¨¦biles como ¡°menores incapaces, en dependencia permanente del Estado¡±, y que se les d¨¦ ¡°los medios para influir eficazmente en su destino¡±.
Un ejemplo de esta doble m¨²sica ¡ªconciliadora y amenazante¡ª es la menci¨®n del refer¨¦ndum si los parlamentarios no adoptan una reforma institucional.
Macron desea reducir en un tercio del n¨²mero de diputados y senadores. Se trata de agilizar la adopci¨®n de las leyes. Tambi¨¦n requiri¨® la introducci¨®n de "dosis de proporcionalidad" en el sistema electoral para mejorar la representatividad. El actual sistema, mayoritario y a dos vueltas, sobrerrepresenta a los vencedores y no refleja la diversidad ideol¨®gica de Francia. Perjudica a partidos como el extremista Frente Nacional, que recogi¨® casi once millones de votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en mayo y al mes siguiente obtuvo solo ocho diputados en la Asamblea Nacional.
¡°Estas reformas se someter¨¢n al voto del Parlamento, pero si es necesario, recurrir¨¦ al voto de nuestros conciudadanos por v¨ªa del refer¨¦ndum¡±, dijo. Es decir: parlamentarismo, s¨ª, pero dentro de unos l¨ªmites. Tambi¨¦n en la reforma laboral, clave en el inicio del mandato y apenas mencionada en Versalles, quiere recurrir a la v¨ªa de las ordenanzas, que habilitan al poder ejecutivo preparar una ley sin pasar por el proceso de enmiendas en las c¨¢maras.
Macron habl¨® al Congreso amparado por el art¨ªculo 18 de la Constituci¨®n, reformado en 2008 bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy. Hasta entonces, y seg¨²n la ley fundamental de la V Rep¨²blica, el presidente no pod¨ªa dirigirse en persona a los legisladores. Si quer¨ªa comunicarles un mensaje, deb¨ªa ser escrito y le¨ªdo por alguien en su lugar. Varios presidentes recurrieron a este mecanismo para definir sus prioridades legislativas. La enmienda de Sarkozy levant¨® la barrera del mensaje escrito. Sarkozy us¨® la prerrogativa y convoc¨® al Congreso una vez, en junio de 2009, en plena crisis econ¨®mica. Hollande, en noviembre de 2015, despu¨¦s de la ola de atentados en Par¨ªs y Saint-Denis.
El discurso de Versalles es el primero en este formato al inicio del mandato. Macron, elegido presidente el 7 de mayo, promet¨ªa en la campa?a presentar una vez al a?o un balance ¡°nacional y europeo¡±. El modelo es el discurso sobre el estado de la Uni¨®n que una vez al a?o lee el presidente de Estados Unidos ante el Congreso reunido en sesi¨®n conjunta de la C¨¢mara de Representantes y el Senado, como el franc¨¦s en esta ocasi¨®n. Tambi¨¦n es costumbre, en EE UU, que al inicio de su mandato, cuando a¨²n no hay balance que presentar, el presidente convoque al Congreso para presentar sus prioridades, como Macron.
Macron confirm¨® la voluntad de levantar el 1 de noviembre el estado de emergencia, vigente en Francia desde los atentados de 2015. Al estado de emergencia le sustituir¨¢ una ley antiterrorista, que debe perpetuar algunos de sus elementos. Tras admitir que encontraba justificado el escepticismo hacia una Europa burocr¨¢tica y de bajo vuelo, llam¨® a recobrar el esp¨ªritu de sus fundadores y a poner en marcha "convenciones democr¨¢ticas" en los pa¨ªses miembros para relanzar la UE. La clave, seg¨²n el presidente franc¨¦s: ¡°No dejar el monopolio del pueblo y de las ideas a los demagogos o a los extremistas¡±.
El d¨ªa elegido era problem¨¢tico. El martes, su primer ministro Philippe pronunciar¨¢ ante la Asamblea Nacional la llamada declaraci¨®n de pol¨ªtica general y pedir¨¢ la confianza de la c¨¢mara. La cr¨ªtica a Macron es que, al anticiparse en 24 horas al discurso de Philippe, lo contraprogram¨® y socav¨® su autoridad. En su defensa, el El¨ªseo asegur¨® que el presidente fija las grandes orientaciones, y el primer ministro el modo de alcanzarlas.
Los cr¨ªticos ven en el discurso ante el Congreso ¡ªy en el marco en que se celebra, el hemiciclo ubicado en el Palacio de Versalles, s¨ªmbolo del poder absoluto de Luis XIV, el Rey Sol¡ª la evidencia de una deriva mon¨¢rquica. M¨¦lenchon lo defini¨® como un ¡°golpe de fuerza¡± que desdibuja al primer ministro y al parlamento. El l¨ªder de la izquierda alternativa, que pugna por abanderar la oposici¨®n frontal al presidente, particip¨® en una concentraci¨®n de protesta en la plaza de la Rep¨²blica, en Par¨ªs.
Cuando en Versalles Macron aludi¨® a los adalides de ¡°la arrogancia doctrinaria o el sectarismo¡±, muchos en la audiencia pensaron en M¨¦lenchon. Pero m¨¢s adelante, en uno de los momentos m¨¢s l¨ªricos del discurso, avis¨® de que el enemigo no est¨¢ ni en el parlamento ni en la calle. ¡°En cada uno de nosotros hay un c¨ªnico que duerme. Y es en cada uno de nosotros que hay que acallarlo, d¨ªa tras d¨ªa¡±.
La victoria de Macron en las elecciones presidenciales, primero, y la amplia mayor¨ªa de su partido en las legislativas de junio le han dado poderes para poner en marcha un programa de reformas econ¨®micas y relanzamiento de la Uni¨®n Europea junto a la Alemania de Angela Merkel. Despu¨¦s de Hollande, inc¨®modo con la pompa presidencial, Macron intenta devolverle a la instituci¨®n la autoridad que quiso el fundador de la V Rep¨²blica, el general De Gaulle. El discurso ante el Congreso es un paso m¨¢s en la reconstrucci¨®n de una presidencia que combina la autoridad gaullista con elementos del presidencialismo norteamericano.
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