El Gobierno de Polonia s¨ª recibe a Trump con los brazos abiertos
El Ejecutivo ultraconservador, en pleno pulso con Bruselas por su deriva autoritaria, vive como un espaldarazo la visita del mandatario, muy impopular en otros pa¨ªses europeos
Henchido de orgullo, al Gobierno polaco casi no le cierra el traje. Donald Trump aterriz¨® este mi¨¦rcoles en Varsovia en la primera parada de su segundo viaje a Europa. El presidente de Estados Unidos rompi¨® as¨ª una tradici¨®n ¡ªotra m¨¢s¡ª al elegir visitar Polonia, un pa¨ªs ex comunista, antes que a tradicionales aliados como Reino Unido o Alemania. Un gesto que contribuye a enfriar m¨¢s las relaciones con sus hist¨®ricos socios y que, en t¨¦rminos de polic¨ªa interna, es un buen espaldarazo al Ejecutivo de Ley y Justicia (PiS), cada vez m¨¢s alejado y confrontado con Bruselas por su deriva autoritaria y su pol¨ªtica migratoria. Tambi¨¦n puede ser el momento id¨®neo, desean las autoridades polacas, para que Trump muestre su compromiso expl¨ªcito con la OTAN y la defensa colectiva en un pa¨ªs clave. No s¨®lo por su cercan¨ªa con Rusia, sino porque tambi¨¦n es uno de los escasos miembros de la Alianza que gasta m¨¢s del 2% en Defensa.
Para el estadounidense, la breve estancia en Varsovia, donde se reunir¨¢ este jueves con el presidente polaco, Andrzej Duda, asistir¨¢ a una cumbre con una decena de mandatarios de la regi¨®n y tiene previsto dar un ¡°gran discurso¡± a los ciudadanos ¡ªsu primer gran acto p¨²blico fuera de Estados Unidos¡ª, es un apetecible aperitivo ofrecido por un Gobierno amigo antes de desembarcar en la cumbre del G20, en Hamburgo, donde los l¨ªderes mundiales no le pondr¨¢n las cosas tan f¨¢ciles. De Polonia solo le aleja su postura ante Rusia, un claro enemigo para Varsovia. ¡°El PiS de Jaroslaw Kaczynski le va a hacer sentirse muy c¨®modo. Ambos tienen muchas cosas en com¨²n, los dos han construido su discurso en torno a una mezcla de nacionalismo, populismo xenofobia, islamofobia y sexismo¡±, resalta Jacek Kucharczyk, director del think tank Instituto de Estudios P¨²blicos.
Polonia, que se ha negado a acoger a los refugiados que le corresponden, seg¨²n las cuotas acordadas con Bruselas, encabeza el rechazo a la pol¨ªtica migratoria com¨²n. Y mientras que, Trump, que ha endurecido las leyes de inmigraci¨®n, afirm¨® durante la campa?a electoral que los migrantes mexicanos son ¡°criminales¡± y ¡°violadores¡±, el ex primer ministro Kaczynski ¡ªla verdadera mano en la sombra tras el Ejecutivo de Beata Szydlo¡ª asegur¨® que los asilados ¡°traen par¨¢sitos que portan enfermedades¡± y suponen un atentado contra la seguridad y los valores de Europa. Adem¨¢s, ambos pol¨ªticos, que han cargado contra los medios cr¨ªticos y hablan de ¡°hechos alternativos¡±, son claros negacionistas del cambio clim¨¢tico; otro de los puntos importantes a tratar en la reuni¨®n del G20 que puede complicar las cosas para Trump.
El Gobierno polaco, ha sacado la alfombra roja a Trump y le recibe con su capital engalanada con carteles rojos y azules de bienvenida. ¡°La visita es un nuevo ¨¦xito¡± que otros pa¨ªses ¡°envidian¡±, se ha loado Kaczynski, que quiere capitalizar la visita. Varsovia ha cortejado al republicano ¡ªel octavo presidente en visitar Polonia¡ª apelando a dos de sus puntos d¨¦biles: su mentalidad de hombre de negocios y su vanidad. Le ha ofrecido una buena oportunidad de cerrar acuerdos comerciales para promover el gas estadounidense en una regi¨®n que trata de liberarse de la dependencia energ¨¦tica de Rusia, y le ha prometido una caluros¨ªsima bienvenida. Y ambos puntos son tremendamente importantes para la Casa Blanca, que busca apuntarse unas cuantas victorias, apunta Michal Baranowski director de la oficina en Bruselas del German Marshall Fund de Estados Unidos (GMF), una organizaci¨®n independiente que promueve las relaciones transatl¨¢nticas. Sobre todo despu¨¦s del primer viaje del mandatario a Europa, que demostr¨® que sus relaciones con la UE han vivido ¨¦pocas mucho mejores.
Para garantizar que todo ser¨¢n v¨ªtores y alharacas de apoyo, el Gobierno polaco no ha invitado a la oposici¨®n al gran discurso que Trump tiene previsto dar en la plaza Krasinksi, un lugar hist¨®rico que simboliza el levantamiento de los polacos contra los nazis ¡ªalgo que, en Polonia se percibe tambi¨¦n como una forma velada de esbozar el negro pasado de Alemania¡ª. Adem¨¢s, cada diputado del PiS puede convidar a 50 personas al evento y se han preparado autobuses gratuitos desde otros puntos de Polonia para asistir a lo que algunos responsables del PiS han llamado ¡°gran picnic patri¨®tico¡±.
El partido de Kaczynski no quiere que el acto de este jueves se vea empa?ado por la realidad, que s¨®lo el 23% de los polacos tiene confianza en Trump, seg¨²n la ¨²ltima encuesta del Pew Research Centre, frente al 49% que obtuvo su predecesor, Barack Obama, en su peor valoraci¨®n, en 2013. Una opini¨®n muy similar a la de otros pa¨ªses de la UE, como Reino Unido o Italia. Mientras, el 46% de los polacos muestra confianza en el liderazgo internacional de la canciller alemana, Angela Merkel; un liderazgo que no gusta en absoluto ni al PiS ni a Trump, quienes culpan a Alemania de muchos de sus males.
Lo cierto, es que la llegada de Trump divide una sociedad y una atm¨®sfera pol¨ªtica ya muy polarizada, sostiene Baranowski, que recalca que mientras que el Gobierno lo ve como un apoyo t¨¢cito a sus pol¨ªticas, la oposici¨®n afirma que la visita de una figura tan controvertida en la UE y en la OTAN puede perjudicar a Polonia en Bruselas. Y all¨ª ya est¨¢ bastante aislado, a?ade Jacek Kucharczyk. Sobre todo tras el toque de atenci¨®n el pasado mayo del Consejo Europeo ¡ªsolo le arrop¨® Hungr¨ªa, tambi¨¦n en el punto de mira de la UE¡ª, que expres¨® su grave preocupaci¨®n por el estado de salud de la democracia polaca, despu¨¦s de que el PiS se haya negado a ceder ni un mil¨ªmetro en sus criticadas maniobras para controlar la justicia o los medios de comunicaci¨®n. Y aunque no se espera que Trump haga ninguna alusi¨®n a la pol¨ªtica interna, todos estos elementos planean sobre la visita, en la que se espera que el presidente estadounidense hable no s¨®lo para Polonia, sino para toda la OTAN, apunta el experto Michal Baranowski, que sostiene que es ¡°una oportunidad muy calculada en t¨¦rminos de geopol¨ªtica¡± antes de encontrarse con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, en Hamburgo.
Una oportunidad de congelar asuntos pol¨¦micos
Hace semanas que los medios pro gubernamentales polacos comparan el viaje de Donald Trump a Varsovia con la visita que hizo John F. Kennedy a Berl¨ªn occidental en 1963. Y as¨ª, como un momento hist¨®rico y legendario, quiere el Gobierno ultraconservador polaco que se vea la llegada del presidente estadounidense, que participar¨¢ en la llamada cumbre de los Tres Mares, donde l¨ªderes de pa¨ªses de Europa central, del Este y balc¨¢nicos tratan de estrechar sus lazos pol¨ªticos y comerciales. El Ejecutivo de Ley y Justicia (PiS) cree que se apunta un buen punto como l¨ªder regional al recibir a Trump, pero la visita del presidente estadounidense le est¨¢ sirviendo tambi¨¦n para meter en la nevera algunas de sus pol¨¦micas internas.
Es por eso, para no ensombrecer con las cr¨ªticas y las posibles protestas, que el Gobierno ha retrasado otra reforma del sistema de justicia, esta vez para tener un mayor control de los tribunales y sobre la elecci¨®n de los jueces. Otro cambio que ha suscitado la preocupaci¨®n de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n Europea y de la Red Europea de Consejos de Justicia, que han reclamado Polonia que de marcha atr¨¢s. El Gobierno polaco ha respondido a las criticas a la manera de Trump, es decir, cargando contra los medios cr¨ªticos y afirmando que la iniciativa trata de poner coto a otra m¨¢s de las "¨¦lites privilegiadas". "Los jueces en Polonia no pagan multas de tr¨¢fico", ha llegado a afirmar el viceministro de Justicia, Marcin Warchol. "Dicen que sancionarles va contra la Constituci¨®n, es por eso que los ciudadanos los ven como un grupo privilegiado. Lo ¨²nico que queremos es que la poblaci¨®n tenga influencia en elegirlos", ha dicho.
Hace unos meses, la presidenta del Tribunal Supremo, Malgorzata Gersdorf, critic¨® en una carta abierta la reforma. Poco despu¨¦s, el PiS solicit¨® su relevo alegando errores en su proceso de elecci¨®n hace algunos a?os. Su proceso deb¨ªa desarrollarse estos d¨ªas, pero tambi¨¦n se ha pospuesto hasta despu¨¦s de la visita de Trump.
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