¡°Colombia sigue siendo un pa¨ªs dif¨ªcil para ser negro¡±
Este a?o, la Fiscal¨ªa ha recibido m¨¢s de cien denuncias por actos discriminatorios
En septiembre de 1954 Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez escrib¨ªa sobre el Choc¨®, en el Pac¨ªfico colombiano. Describ¨ªa sus polvorientas casas de madera y techos de zinc. Hablaba de sus retorcidas calles empedradas, hac¨ªa una radiograf¨ªa de un pueblo que se manifestaba pac¨ªficamente para reclamar atenci¨®n estatal. Han pasado 63 a?os y el retrato es el mismo. Choc¨® es la regi¨®n m¨¢s pobre de Colombia y sus necesidades siguen siendo b¨¢sicas. ¡°Las zonas con poblaci¨®n negra tienen las peores condiciones de vida. ?Estamos condenados a la pobreza y el abandono solo por el color de nuestra piel?¡±, reflexiona Juan Carabal¨ª, polit¨®logo y una de las voces de la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas (CNOA).
Carabal¨ª dice que basta con mirar el mapa del pa¨ªs para darse cuenta de la exclusi¨®n. Los diez municipios m¨¢s pobres est¨¢n poblados mayoritariamente por negros. Hay lugares como R¨ªo Quito (Choc¨®) donde la miseria alcanza el 98%. ¡°Hay pocas oportunidades y la participaci¨®n en pol¨ªtica es escasa¡±, reclama. Seg¨²n el ¨²ltimo censo oficial (2005), la poblaci¨®n negra llega al 10,6% (m¨¢s de cuatro millones de personas), pero su visibilidad en cargos p¨²blicos apenas roza el 1%. Solo dos ministros en Colombia han pertenecido a esta poblaci¨®n. Paula Moreno en el despacho de cultura de 2007 a 2010 y Luis Alberto Murillo, el actual ministro de ambiente. Dos nombramientos empujados por las organizaciones negras del pa¨ªs con el apoyo de la bancada de congresistas afro de Estados Unidos, que en los ¨²ltimos a?os, de forma discreta, ha ayudado a impulsar la inclusi¨®n de algunos temas ¨¦tnicos en Colombia. ¡°Gracias a la articulaci¨®n que hemos tenido con ellos se han dado avances, pero no ha sido suficiente. Colombia sigue siendo un pa¨ªs dif¨ªcil para ser negro¡±. Menciona la Ley Antidiscriminaci¨®n que establece sanciones penales y multas para quienes promuevan cualquier acto de segregaci¨®n (por raza, nacionalidad, orientaci¨®n sexual, religi¨®n), pero asegura que se trata de una medida poco efectiva si lo que se quiere es reconocer a la poblaci¨®n negra.
En la ¨²ltima semana, Vanessa Mendoza, aspirante a ocupar un lugar en el Congreso, denunci¨® racismo. Asegur¨® que es v¨ªctima de discriminaci¨®n porque a pesar de que existe una orden del ente electoral para que se posesione, desde el parlamento se lo han negado. Dice que la situaci¨®n es una muestra de exclusi¨®n.
A la Fiscal¨ªa han llegado en menos de dos a?os 460 denuncias por actos discriminatorios. No se sabe cu¨¢ntas correspond¨ªan a racismo y en cu¨¢ntos casos ha habido condena. El Consejo Superior de la Judicatura, la instancia que deber¨ªa tener la cifra, asegura que no hay un registro. Solo se ha conocido una sentencia contra un Concejal que llam¨® a las negritudes ¡°el c¨¢ncer del gobierno nacional y mundial¡±. Aunque estuvo a punto de pagar penalmente por lo que dijo, un tribunal lo absolvi¨® bajo el argumento de que sus palabras hab¨ªan sido sacadas de contexto. La justicia se queda muchas veces en el papel.
¡°Vemos con esc¨¢ndalo lo que est¨¢ pasando en Estados Unidos con el racismo, pero no nos miramos a nosotros mismos. En Colombia pocas veces te insultan en la cara, pero la cotidianidad de alguien negro en este pa¨ªs es dura¡±, asegura Carabal¨ª. Cuenta que le han negado la entrada a un bar por su color de piel y confiesa que jam¨¢s ve un partido de f¨²tbol en un lugar p¨²blico. ¡°En todos los insultos a los jugadores incluyen la palabra ¡®negro¡¯. Sufrimos racismo estructural, que se naturaliza en la cotidianidad¡±, dice.
Estudio de CNOA sobre partici¨®n pol¨ªtica de las mujeres afro, fue la base de la intervenci¨®n de @claravaldesr. #PorLosDerechosDeLasMujeres pic.twitter.com/c13ZSqZkXN
— C.N.O.A. (@cnoa_afro) August 11, 2017
Paola Osorio Colorado, de 31 a?os, habla de lo dif¨ªcil de ser mujer y negra en Bogot¨¢. ¡°Sigue pareciendo extra?a nuestra presencia ac¨¢. Nos miran, nos acosan. Existen muchos estereotipos sexuales sobre la mujer negra y es dif¨ªcil cargar con eso¡±, cuenta. Es abogada y publicista y tuvo que salir de su pueblo en el Valle porque no encontr¨® trabajo. La falta de oportunidades y la violencia en las regiones empuja a cientos de afros al centro del pa¨ªs. De los miles de desplazados que hay en Colombia, al menos 500.000 est¨¢n en Bogot¨¢ y un importante porcentaje es comunidad negra. La guerra en regiones como el Choc¨® no se fue con el proceso de paz con las FARC. Otros grupos armados se pasean y mandan por la zona. Tanto que la misi¨®n de apoyo al proceso de paz de la OEA tuvo que pedir como medida de urgencia el cese las acciones violentas.
OEA pide a actores del conflicto cesar la violencia en Choc¨® https://t.co/QEHSk5bFqh v¨ªa @WradioColombia
— MAPP/OEA (@MAPPOEA) August 18, 2017
El selv¨¢tico departamento ha tenido que cargar con la pobreza y el olvido, pero adem¨¢s es una de las zonas donde m¨¢s se ha recrudecido el conflicto armado tras el desarme de las FARC. All¨ª contin¨²an operando el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n (ELN), as¨ª como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), la mayor banda criminal de origen paramilitar.
Con el calendario de las elecciones electorales encima, la poblaci¨®n afro sabe que los van a utilizar como bandera electoral. ¡°No tendremos una representaci¨®n pol¨ªtica real hasta que nos convirtamos en un movimiento fuerte, mientras tanto las dos curules que por ley nos pertenecen estar¨¢n en manos de partidos tradicionales con otros intereses¡±, dice el polit¨®logo Carabal¨ª. En Colombia hay m¨¢s de 250 organizaciones de negritudes trabajando para que los reconozcan. ¡°El racismo tiene a millones de colombianos en la miseria¡±, concluye.
El lamento chocoano, una canci¨®n de la que hablaba Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en sus textos sobre esta regi¨®n, suena todav¨ªa. El Nobel dec¨ªa que esos hombres negros que ve¨ªa haciendo resistencia en 1954 parec¨ªan capaces de cantar ese himno hasta el fin de los tiempos. Han pasado m¨¢s de 60 a?os y lo siguen haciendo frente a un pa¨ªs que parece no escucharlos.
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