Aung San Suu Kyi asegura desconocer por qu¨¦ huyen los rohingyas
En su primer discurso sobre la crisis, la l¨ªder de facto del Gobierno birmano describe una realidad paralela, diferente a la que denuncian v¨ªctimas, ONG y testigos
Buenas palabras, omisiones e inexactitudes. La l¨ªder de facto del Gobierno birmano, la premio Nobel de la Paz Aung San Sun Kyi, se dirigi¨® este martes con un discurso a la comunidad internacional sobre el ¨¦xodo de los rohingya, la minor¨ªa de religi¨®n musulmana que huye de lo que la ONU ha calificado de ¡°limpieza ¨¦tnica de libro¡± en Myanmar. Era la primera vez que afrontaba la cuesti¨®n, casi un mes desde el comienzo de la crisis. Pero su intervenci¨®n en la capital birmana fue tan ambigua como su silencio previo.
En un discurso ante una sala llena de funcionarios de su Gobierno, periodistas y diplom¨¢ticos, y retransmitido por televisi¨®n, La Dama vino a hacer suyos los argumentos del Ej¨¦rcito, que durante medio siglo control¨® Myanmar y que a¨²n hoy contin¨²a como gran poder en la sombra.
La consejera de Estado expres¨® su apoyo a los derechos humanos, su simpat¨ªa por los que sufren en el estado de Rajine ¡ªhogar de la perseguida minor¨ªa rohingya¡ª?y asegur¨® que Myanmar, la antigua Birmania, no debe verse dividida por ¡°las creencias religiosas¡±.
Pero no quiso pronunciarse sobre las causas o los responsables del ¨¦xodo que ha expulsado a casi medio mill¨®n de miembros de esta etnia hacia Banglad¨¦s: una campa?a de saqueos, incendios y disparos indiscriminados de la que las ONG y testigos presenciales acusan al Ej¨¦rcito birmano, el Tatmadaw, que replica as¨ª a los ataques del grupo insurgente Ej¨¦rcito de Salvaci¨®n Rohingya en Arakan (ARSA) contra dependencias de las fuerzas de seguridad el 25 de agosto.
En lugar de la condena tajante que los defensores de los derechos humanos, organismos internacionales e incluso otros premios Nobel le hab¨ªan reclamado, Aung San Sun Kyi describi¨® una realidad paralela, muy diferente de la que muestran las im¨¢genes sobre el terreno o dibujan las v¨ªctimas. No esboz¨®, en ning¨²n momento, ning¨²n tipo de cr¨ªtica al Tatmadaw, varios de cuyos mandos escuchaban atentamente el discurso.
¡°Las fuerzas de seguridad han recibido instrucciones de adherirse estrictamente al c¨®digo de conducta a la hora de llevar a cabo operaciones de seguridad; deben comportarse con la mesura debida y adoptar las medidas necesarias para evitar da?os colaterales y perjudicar a civiles inocentes¡±, sostuvo La Dama. Evit¨® en todo momento el t¨¦rmino ¡°rohingya¡± ¡ªuna palabra muy polarizada en Myanmar¡ª?y describi¨® simplemente como ¡°musulmanes¡± a esta poblaci¨®n, que su pa¨ªs percibe como meros inmigrantes ilegales banglades¨ªes.
A¨²n se desconoce, sostuvo, ¡°cu¨¢les son los verdaderos problemas¡±, pues hay ¡°denuncias y contra-denuncias que tienen que investigarse¡±. ¡°Queremos descubrir por qu¨¦ se est¨¢ produciendo este ¨¦xodo¡±.
Seg¨²n su narraci¨®n, ¡°el 50% de las poblaciones musulmanas en Rajine est¨¢n intactas¡± y muchos integrantes de esta minor¨ªa han elegido permanecer en Myanmar. D¨ªas antes, su portavoz, Zaw Htay, hab¨ªa reconocido que 176 aldeas de esta etnia est¨¢n completamente vac¨ªas.
Seg¨²n la consejera de Estado, que no puede acceder a la presidencia del pa¨ªs porque se lo impide la Constituci¨®n aprobada con el respaldo militar, en cualquier caso las operaciones de seguridad ¡°concluyeron el 5 de septiembre¡±.
Es otro dato que disputan las evidencias sobre el terreno: desde entonces, las im¨¢genes v¨ªa sat¨¦lite o desde los propios campamentos de refugiados en Banglad¨¦s permiten observar columnas de humo o tierra calcinada donde antes se encontraban aldeas rohingya. Un informe de Human Rights Watch muestra que al menos 214 de estas localidades han ardido desde el comienzo de la campa?a. En Banglad¨¦s, funcionarios del Gobierno denuncian que se han colocado minas antipersona en el lado birmano de la frontera para impedir el paso de los refugiados, que ya superan los 420.000. Se calcula que en 2015 la poblaci¨®n rohingya de Rajine rondaba el 1,1 mill¨®n de habitantes.
En su discurso en un ingl¨¦s de perfecta pronunciaci¨®n brit¨¢nica, Aung San Suu Kyi invit¨® a los diplom¨¢ticos y miembros de la comunidad a acompa?ar a sus funcionarios a Rajine. As¨ª podr¨¢n, adujo, ver por s¨ª mismos lo que ocurre y saber c¨®mo los musulmanes que no se han marchado y las comunidades budistas ¡°se las han arreglado para mantener la paz¡±. No hizo menci¨®n, en cambio, al hecho de que su Gobierno contin¨²a vetando la entrada al pa¨ªs de una misi¨®n investigadora de la ONU.
S¨ª asegur¨® que su Gobierno est¨¢, en cualquier caso, preocupado por lo que ocurre en Rajine. ¡°Se tomar¨¢n medidas contra los responsables de violaciones de los derechos humanos, con independencia de su religi¨®n, raza o posici¨®n¡±, indic¨®.
Las declaraciones de la jefa de Gobierno han sido acogidas con escepticismo entre los defensores de los derechos humanos, que recuerdan que en anteriores estallidos de violencia nunca se llev¨® a cabo una investigaci¨®n adecuada ni llev¨® ante la justicia a los responsables.
¡°La medida m¨¢s potente para evitar los ciclos recurrentes de violencia en el estado de Rajine es la ¨²nica que no se ha empleado hasta ahora: asegurarse de que los funcionarios y los l¨ªderes comunitarios deben responder de las violaciones que cometan contra los derechos humanos¡±, opin¨® Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch, tras el discurso.
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