Crece la decepci¨®n con Rohani por su incumplimiento de las promesas
Reformistas, mujeres y minor¨ªas acusan al presidente de Ir¨¢n de no mantener sus compromisos electorales
Antes de que se cumplan los cien d¨ªas de su segundo mandato, Hassan Rohani ya ha decepcionado a los principales grupos que respaldaron su reelecci¨®n como presidente de Ir¨¢n el pasado mayo. Reformistas, mujeres y minor¨ªas le acusan de haber olvidado sus promesas electorales. La prolongaci¨®n del arresto domiciliario a los l¨ªderes del Movimiento Verde, la ausencia de ministras y el descontento de la minor¨ªa sun¨ª son los ejemplos m¨¢s visibles del desencanto entre una gran parte de la poblaci¨®n.
¡°Nuestro mensaje est¨¢ claro, el arresto se debe acabar¡±, era el eslogan que se repet¨ªa con frecuencia durante los m¨ªtines de Rohani. Se trata de una de las peticiones que los reformistas le hab¨ªan hecho desde que le apoyaron en la campa?a que le llev¨® al Gobierno en 2013. Durante los cuatro a?os de su primer mandato, el presidente subrayaba de forma t¨¢cita que no pod¨ªa hacerlo con tan s¨®lo 51% de los votos.
¡°Nosotros respaldamos a Rohani para que cumpliera con las promesas pendientes¡±, declara Ali Osku¨ª, estudiante de filolog¨ªa inglesa de la Universidad Alameh Tabatabaei. Tanto ¨¦l como los amigos que le rodean expresan su sorpresa ante las recientes posturas del presidente, aunque reconocen que no han perdido a¨²n la esperanza.
Todos los indicios apuntan a una concesi¨®n del mandatario iran¨ª ante la l¨ªnea m¨¢s dura del sistema. Sin embargo, se desconoce qu¨¦ clase de pacto ha alcanzado Rohan¨ª para preferir no irritar m¨¢s a los sectores conservadores, en especial, a los Guardianes de la Revoluci¨®n (Pasdar¨¢n), que significativamente han dejado de poner tantas pegas a su pol¨ªtica, en especial, econ¨®mica.
Transcurridos cuatro meses de su victoria electoral con el 57% de los votos, el levantamiento del arresto domiciliario a los l¨ªderes verdes se ha vuelto un asunto pol¨¦mico. La detenci¨®n de Mir Hosein Musavi y Mehdi Karrubi, en marzo de 2011, respondi¨® a una orden del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), encabezado por el entonces presidente Mahmud Ahmadineyad, y con el visto bueno del l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamenei. Ahora que Rohani preside el CSN, muchos lo acusan de pasividad y de no tomar cartas en el asunto. Pero ni el Gobierno tiene la mayor¨ªa en el Consejo, ni las decisiones de ¨¦ste son v¨¢lidas sin el visto bueno del l¨ªder.
¡°Rohani sabe que si no llega a un acuerdo con Jamene¨ª sobre el destino de los confinados, no podr¨¢ responsabilizarse de su situaci¨®n posterior. Los ultras que controlan el poder judicial los acusan de ser enemigos de Islam, y seg¨²n el c¨®digo isl¨¢mico tendr¨ªan que ser ejecutados¡±, se?ala a EL PA?S un profesor de Ciencias Pol¨ªticas que pide el anonimato.
El lenguaje oficial tilda a los l¨ªderes verdes de ¡°cabecillas de sedici¨®n¡±. Musavi y Karrubi, por su parte, siempre han exigido un juicio p¨²blico, lo que alienta las sospechas de que sus declaraciones no le convendr¨ªan ni siquiera al propio presidente.
¡°Rohani prefiere tener la iniciativa en el marco de una detenci¨®n cada vez m¨¢s relajada, porque de momento se encarga de su confinamiento el Ministerio de Inteligencia, pero una vez levantado, los protagonistas ser¨¢n los ultraconservadores¡±, explica el citado profesor. Pero las cr¨ªticas van m¨¢s all¨¢ del arresto domiciliario.
Molav¨ª Abdolhamid Esmaeilzehi, uno de los l¨ªderes sun¨ªes de Ir¨¢n, asegur¨® el pasado mi¨¦rcoles que esa minor¨ªa sopesa la posibilidad de dejar de respaldar a los moderados ¡°si el Gobierno de Rohani no toma medidas para eliminar la discriminaci¨®n¡± que sufren. El imam de las plegarias de viernes de Zahed¨¢n, una ciudad del sureste del pa¨ªs, critic¨® la ausencia de sun¨ªes en el nuevo Gabinete. Los sun¨ªes apenas son el 9% de la poblaci¨®n de Ir¨¢n, un pa¨ªs eminentemente chi¨ª, que es la rama minoritaria del Islam.
La misma indignaci¨®n se percibe entre los defensores de los derechos de las mujeres, que prestaron su apoyo a Rohan¨ª, confiando en su promesa de que abrir¨ªa espacios para ¨¦stas. Sin embargo, el presidente renunci¨® a incluir a alguna en su Gobierno. ¡°El Parlamento est¨¢ bajo control de reformistas y moderados lo que hac¨ªa muy probable que hubiera dado su confianza a una ministra, pero parece que Rohan¨ª prefiere satisfacer a los ayatol¨¢s de Qom y al l¨ªder a costa de alejarse de sus seguidores¡±, afirma un diplom¨¢tico iran¨ª que prefiere no revelar su identidad. Tambi¨¦n se mantiene la prohibici¨®n de que las mujeres accedan a los estadios donde se celebran competiciones masculinas. Recientemente, el Ministerio de Deporte no ha invitado a dos concejalas de Mashhad, la ciudad m¨¢s santa de Ir¨¢n, a la inauguraci¨®n de uno de esos centros deportivos.
Queda por ver si esta pol¨ªtica constituye una estrategia de Rohan¨ª que prioriza sus planes econ¨®micos, o busca garantizarle una parcela de poder para el d¨ªa despu¨¦s del actual l¨ªder iran¨ª.
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