Venezuela: ?m¨¢s de lo mismo?
El di¨¢logo bien conducido entre el Gobierno y la oposici¨®n puede evitar el colapso institucional
Otra vez se pone en agenda un posible di¨¢logo entre la oposici¨®n organizada en la MUD (Mesa de la Unidad Democr¨¢tica) y el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro. El impulso del presidente dominicano, Danilo Medina, parece haber sido importante, as¨ª como el acercamiento al tema por Ant¨®nio Guterres, secretario general de la ONU.
No puedo aventurarme a esbozar una hip¨®tesis de lo que podr¨ªa ocurrir de instalarse una "mesa de di¨¢logo" en serio, pero hay al menos cinco elementos a tener en cuenta para esbozar un escenario con algunas novedades.
M¨¢s del autor
Primero, porque el desgaste interno del r¨¦gimen se ha acentuado por el agravamiento de la crisis humanitaria en materia de alimentos y salud. La reducci¨®n del producto interno del orden del 30% por el manejo desastroso de la econom¨ªa se siente en todos los hogares, incluso en el de los pobladores chavistas, para los cuales las "misiones" generan una muy p¨¢lida compensaci¨®n a estas alturas. La inseguridad ciudadana tambi¨¦n ha llegado a niveles alarmantes.
Segundo, porque luego de tres meses de movilizaci¨®n callejera intensa (y m¨¢s de 120 muertos) la polarizaci¨®n se ha acentuado a tal punto que varios analistas apuntan a que una suerte de "colapso institucional" est¨¢ en camino con la consecuente afectaci¨®n de lo que queda de gobernabilidad. La viabilidad misma del pa¨ªs est¨¢, as¨ª, amenazada y eso lo perciben muchos de los oficialistas, civiles y militares.
Tercero, porque la crisis venezolana ya est¨¢ teniendo repercusiones en la estabilidad y paz regional. Es dif¨ªcil saber cu¨¢ntos, pero s¨ª se conoce que hay no menos de 300.000 venezolanos refugiados o desplazados en Colombia y decenas de miles repartidos en otros pa¨ªses (en el Per¨² habr¨ªa ya alrededor de 50.000). Por mucho menos en cifras de refugiados se dieron pasos pol¨ªticos y diplom¨¢ticos en Centroam¨¦rica en los 80 como el Grupo de Contadora o el cambio en la definici¨®n de refugiados (1983).
Cuarto, porque el contexto internacional est¨¢ cambiando en los ¨²ltimos cuatro meses. El "grupo de Lima", surgido de la reuni¨®n de 14 cancilleres latinoamericanos, empuja acciones diplom¨¢ticas como oponerse a que Venezuela sea elegida a posiciones en los foros internacionales. Estados Unidos ha establecido ciertas sanciones puntuales y amenaza con otras.
Pero lo m¨¢s trascendente es el gradual y creciente involucramiento de la ONU. Desde el reciente informe del Alto Comisionado en DD HH, el propio Consejo de Seguridad de la ONU (que ya se ha informado de la crisis venezolana en una sesi¨®n el pasado mayo) y las declaraciones de Guterres sobre la "escalada de tensi¨®n" en el pa¨ªs. Los pa¨ªses latinoamericanos tendr¨¢n una voz relevante, incluyendo su capacidad de persuadir a pa¨ªses cercanos al r¨¦gimen ¡ªcomo China y Rusia¡ª de que la estabilidad venezolana est¨¢ en su propio inter¨¦s. Que entre o no a la agenda del Consejo de Seguridad depender¨¢ en parte de c¨®mo muevan sus fichas los pa¨ªses que quieren apuntalar respuestas efectivas a esta crisis humanitaria y de inestabilidad institucional.
Quinto, lo fundamental: si la movilizaci¨®n callejera contin¨²a, una "mesa de di¨¢logo" bien conducida y dentro del adecuado marco puede conducir las cosas por la ruta de una transici¨®n y evitar el colapso institucional. La ruta de la transici¨®n est¨¢, a fin de cuentas, en el inter¨¦s hasta del propio r¨¦gimen, cuyas cabezas no quisieran acabar como Sadam Hussein, Gadafi o Ceausescu. Podr¨ªa ser relevante en la posible negociaci¨®n de la pr¨®xima semana la presencia de los seis pa¨ªses "garantes" que acompa?ar¨ªan las conversaciones; tres por cada lado. Ser¨ªa muy ¨²til que los participantes estudien la experiencia del Per¨² en el a?o 2000 sobre c¨®mo una "mesa de di¨¢logo" fue vital para una transici¨®n democr¨¢tica efectiva y sin violencia.
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