La amenaza de Trump al acuerdo nuclear une a las facciones iran¨ªes

La imagen del ministro iran¨ª de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, abrazando al general Mohammad Ali Jafari, jefe de los Guardianes de la Revoluci¨®n (Pasdar¨¢n), esta semana, lo dec¨ªa todo. La amenaza del presidente Donald Trump de no renovar a Ir¨¢n la exenci¨®n de sanciones prevista en el acuerdo nuclear ha servido para acercar a los duros del r¨¦gimen, que ven en EE UU el enemigo supremo, y al sector pragm¨¢tico, que apoya el proceso de acercamiento emprendido por el presidente Hasan Rohan¨ª.

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"Tenemos una postura similar, pero diferentes formas de expresarla", manifest¨® Jafari, seg¨²n varios de los peri¨®dicos locales que el martes recog¨ªan en primera p¨¢gina la foto de su abrazo a Zarif, ambos sonrientes. El mensaje a Trump estaba claro: con nosotros no le vale el divide y vencer¨¢s. Es tambi¨¦n significativo si se recuerda que Rohan¨ª result¨® reelegido el pasado mayo con una campa?a que defendi¨® la apertura al exterior y critic¨® a los Pasdar¨¢n por apoyar a su rival conservador.

La amenaza de Trump ha reforzado el argumento conservador de que no se puede confiar en EE UU, que han defendido tanto el fundador de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, el ayatol¨¢ Jomeini, como su sucesor y actual l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamenei. M¨¢s all¨¢ de que es habitual que conservadores y moderados hagan pi?a ante las presiones exteriores, ambos bandos est¨¢n de acuerdo en que tanto el programa de misiles bal¨ªsticos como las intervenciones regionales que Washington y sus aliados ¨¢rabes consideran que est¨¢n desestabilizando Oriente Pr¨®ximo, son vitales para defender los intereses iran¨ªes. De ah¨ª que los analistas vean escaso margen de negociaci¨®n.

El poderoso general hab¨ªa advertido de antemano a EE UU de que la introducci¨®n de nuevas sanciones contra Ir¨¢n y la inclusi¨®n de los Guardianes en su lista de organizaciones terroristas, no iba a dejarles de brazos cruzados. Para ellos, equivaldr¨ªa a la retirada unilateral del acuerdo, que limit¨® el alcance del programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones econ¨®micas. "Los Guardianes considerar¨¢n a los militares estadounidenses en todo el mundo, en especial en Oriente Pr¨®ximo, como iguales al ISIS", declar¨® Jafari ante el Consejo Estrat¨¦gico del cuerpo. Resultaba un lenguaje muy duro para alguien con quien han compartido, de forma t¨¢cita desde hace tres a?os, la lucha contra el Estado Isl¨¢mico (ISIS) en Irak y Siria.

"Puede desestimarse como fanfarroner¨ªa militar, pero un aumento de las tensiones entre Estados Unidos y la Rep¨²blica Isl¨¢mica s¨®lo puede ser malo para la regi¨®n y, como m¨ªnimo, frenar¨¢ cualquier discusi¨®n sobre otros asuntos que afecten a Oriente Pr¨®ximo", interpretaba el analista Maziar Bahari, en su repaso semanal a la actualidad iran¨ª.

Ese riesgo es especialmente grave ante el inminente desalojo del ISIS de Siria, donde se necesita alcanzar un entendimiento para asegurar un m¨ªnimo de estabilidad. O en Irak, donde a pesar de sus diferencias, el reciente refer¨¦ndum kurdo ha vuelto a poner en el mismo lado del tablero (en contra de la independencia) a Ir¨¢n y EE UU.

La escalada dial¨¦ctica por parte de uno de los pilares del r¨¦gimen iran¨ª se ha producido justo cuando Rohan¨ª, uno de los arquitectos del acuerdo nuclear de 2015, intentaba controlar la ret¨®rica exaltada de los duros del r¨¦gimen y asegurarse el apoyo de los gobiernos europeos para salvar el pacto. Sin embargo, la amenaza real de su desmantelamiento ha revelado que, a pesar de las cr¨ªticas que le hicieron, tampoco los enemigos pol¨ªticos del presidente quieren volver a la ¨¦poca previa de sanciones internacionales que sumi¨® al pa¨ªs en una grave recesi¨®n.

Desde su levantamiento, Ir¨¢n ha doblado sus exportaciones de petr¨®leo y grandes compa?¨ªas internacionales como Total, Airbus y Boeing han firmado contratos multimillonarios con Teher¨¢n. Sin embargo, la mayor¨ªa de los iran¨ªes aseguran que no han percibido los beneficios, y las encuestas muestran que su entusiasmo se ha ido enfriando desde su firma. La inflaci¨®n sigue alta, la tasa de desempleo no ha mejorado y, a pesar de que los bancos iran¨ªes se han reconectado a la red SWIFT que permite las transferencias internacionales, a¨²n hay problemas para acceder a los mercados financieros o tener una tarjeta de cr¨¦dito.