El rector de los Legionarios de Cristo ten¨ªa dos hijos secretos

La carta que escribi¨® para pedir perd¨®n ten¨ªa los elementos b¨¢sicos de la sinceridad y la emoci¨®n para este tipo de misivas. Toda una declaraci¨®n a la mujer de la que se enamor¨® y con la que tuvo dos hijos. El problema es que ?scar Turri¨®n, un salmantino de 49 a?os, era sacerdorte y tambi¨¦n rector desde 2014 del seminario Mar¨ªa Mater Ecclesiae, de los Legionarios de Cristo, en Roma. Una de las organizaciones cat¨®licas m¨¢s privilegiadas por Juan Pablo II, pero ca¨ªda a los infiernos cuando se supo que su fundador, el mexicano Marcial Maciel, hab¨ªa abusado durante a?os de seminaristas (tambi¨¦n menores), hab¨ªa tenido seis hijos con cuatro mujeres distintas y cierta tendencia a la politoxicoman¨ªa y al desv¨ªo de fondos de la congregaci¨®n. Un historial delicado para persistir en seg¨²n qu¨¦ disonancias durante la segunda oportunidad que Benedicto XVI les dio tras su proceso de depuraci¨®n.

Los pecados de Turri¨®n, no hay duda, son una nader¨ªa comparados con los del fundador de la congregaci¨®n a la que pertenece. El pasado 27 de marzo, el sacerdote, inform¨® a sus superiores que hab¨ªa tenido una hija y pidi¨® permiso para vivir un tiempo fuera de la comunidad con la voluntad de ¡°reflexionar y orar¡±, seg¨²n explic¨® el portavoz de los Legionarios, el padre Aaron Smith. Turri¨®n dio un paso al lado en sus funciones como rector, pero hasta agosto no fue sustituido en ese cargo. No se entiende muy bien, tampoco, por qu¨¦ motivo se le permiti¨® seguir siendo sacerdote cuando ya era conocido que hab¨ªa tenido un hijo. "Su superior mayor le concedi¨® este permiso, a tenor del art¨ªculo 665 del C¨®digo de Derecho Can¨®nico, con la restricci¨®n de no ejercer el ministerio sacerdotal en p¨²blico", se?al¨® la congregaci¨®n.

En ese tiempo de reflexi¨®n parece que Turri¨®n volvi¨® a ser padre de una ni?a con la misma mujer. De modo que habiendo formado toda una familia propia, esta vez fue ¨¦l quien pidi¨® colgar la sotana. De modo que los Legionarios, escarmentados por tantos esc¨¢ndalos y conscientes de que en Roma todo termina sabi¨¦ndose, han preferido sacar a la luz ellos mismos la noticia que afectaba a su rector, encargado de la formaci¨®n de nuevos seminaristas.

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En su carta de renuncia, publicada estos d¨ªas, Turri¨®n pide perd¨®n ¡°por el mal ejemplo¡± y relata el proceso que le ha llevado hasta la situaci¨®n actual. ¡°Como sacerdote conoc¨ª a una mujer y aunque no tuve mucha relaci¨®n con ella durante los a?os que estuve en su pa¨ªs, segu¨ª en contacto de una forma amigable. [¡­] Debido a ciertos hechos en la Congregaci¨®n de los Legionarios de Cristo y a otros muchos en la Iglesia, fui perdiendo lastre y me fui desilusionando, y en un discernimiento sopesado y tranquilo busqu¨¦ lo que m¨¢s conven¨ªa a mi vida. Fue en ese per¨ªodo cuando entr¨¦ en contacto de nuevo con esta mujer y poco a poco me fui enamorando. De esa relaci¨®n naci¨® primero un hijo y hace unos meses una hija¡±.

Los Legionarios de Cristo hab¨ªan sido intervenidos por el Vaticano ¡ªBenedicto XVI les mand¨® al experto canonista Velasio De Paolis para llevar a cabo un proceso de ¡°purificaci¨®n¡±¡ª y obligados a renovar completamente sus bases tras el esc¨¢ndalo de su fundador, Marcial Maciel, muerto en 2008. Turri¨®n vuelve a sacar del armario los fantasmas de una pol¨¦mica congregaci¨®n que ya hab¨ªa vivido un caso similar en octubre de 2012, cuando Thomas Williams, un popular legionario de Cristo en Estados Unidos muy dado a las intervenciones televisivas, anunci¨® que colgaba los h¨¢bitos y pasaba a dedicarse a gestionar una vida en familia con el hijo que hab¨ªa tenido con la hija de la exembajadora de los Estados Unidos ante la Santa Sede.