Ni?as que cr¨ªan a otras ni?as

Santa Mar¨ªa del Rosario es un municipio del Estado de M¨¦xico de Oaxaca con 482 habitantes en donde el embarazo de mujeres de 9 a 19 a?os representa un 26% del total de nacimientos. Una comunidad donde es normal ver a ni?as hacerse cargo de otras ni?as. Donde las palabras cond¨®n y pastillas anticonceptivas est¨¢n asociadas con la verg¨¹enza y con el rechazo de la pareja, de la familia y de las propias autoridades sanitarias.

Guillermina Ju¨¢rez, mujer zapoteca, conoce de primera mano las limitantes que prevalecen en estas comunidades para acceder a los m¨¦todos anticonceptivos. Denuncia que en Oaxaca, un Estado con 15 lenguas ind¨ªgenas, no haya servicios de traducci¨®n para explicarles a las adolescentes que pueden acceder a una pastilla de emergencia o incluso, a la Interrupci¨®n Legal del Embarazo. ¡°Por cuestiones muchas veces culturales se piensa que a tempranas edades t¨² ya debes estar casada o tener un cierto n¨²mero de hijos y eso es bien visto en algunas comunidades¡±, relata.

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Esta escena se repite en otros Estados como Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Nayarit, Nuevo Le¨®n, Sonora, donde algunos de sus municipios presentan porcentajes de embarazo adolescente superior a un 20%. Unos niveles que explican por qu¨¦ en M¨¦xico el embarazo adolescente aument¨® un 8% de 2014 a 2016. Solo el a?o pasado se registraron 395.597 partos de mujeres de entre los 9 y 19 a?os, seg¨²n los datos del Subsistema de Informaci¨®n sobre Nacimientos de la Secretar¨ªa de la Salud (Sinac).

En 2016 se registraron 11.219 nacimientos en ni?as y adolescentes entre los 9 y 14 a?os. De este grupo, el 17% de las adolescentes que tuvieron un hijo dijeron pertenecer a alg¨²n pueblo ind¨ªgena, revela el informe del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir sobre el embarazo adolescente en M¨¦xico. Ximena Andi¨®n, directora del Instituto, advierte que estos indicadores remiten a situaciones de violencia sexual contra las ni?as, ambientes precarios y matrimonios a temprana edad. Con esta combinaci¨®n de factores, M¨¦xico ocupa la tasa de fecundidad en adolescentes m¨¢s alta entre los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) con una tasa de 76 nacimientos por cada 1.000 mujeres entre 15 y 19 a?os de edad.

El alza en embarazos adolescentes en el pa¨ªs contrasta con la reducci¨®n de recursos federales para reducir su incidencia. A principios de 2015 el presidente Enrique Pe?a Nieto puso en marcha la Estrategia Nacional de Prevenci¨®n del Embarazo en Adolescentes (Enapea) con el ambicioso objetivo de reducir en un 50% la tasa de fecundidad de las adolescentes entre 15 a 19 a?os, para el a?o 2030. Sin embargo, la promesa en papel carece de recursos. Durante el primer a?o de su implementaci¨®n cont¨® con 23,4 millones de pesos (1,2 millones de d¨®lares); en 2016 apenas se destinaron 662.000 d¨®lares.

Adem¨¢s, el Instituto advierte de que existen incongruencias en la distribuci¨®n de este dinero. Solo el a?o pasado el Instituto Nacional de Salud P¨²blica (INSP) emple¨® m¨¢s del 40% en otros rubros, por ejemplo, para la renta de maquinaria pesada o para el pago de servicios jardiner¨ªa y lavander¨ªa. ¡°Esperar¨ªas que estos recursos no se gastaran en limpieza o fumigaci¨®n si no, que se gastara en cursos para adolescentes o cursos para servidores p¨²blicos o materiales. No es que bajaron los recursos porque hay menos embarazos, no encontramos una l¨®gica en la asignaci¨®n de esos recursos¡±, se?ala Andi¨®n.

Los coordinadores de este estudio sobre el embarazo adolescente se?alan que a la falta de recursos gratuitos para obtener m¨¦todos anticonceptivos se suma la falta de alternativas que detectaron en aquellos municipios donde las condiciones precarias y los usos y costumbres promueven el embarazo a temprana edad. ¡°En un ambiente precario, donde no hay oportunidades laborales, donde hay una descomposici¨®n del tejido social y familiar, la ¨²nica opci¨®n es la maternidad¡±, concluye la directora del estudio.