Tres peque?os Mozarts en la calle Esperanza
Tres hermanos de R¨ªo desarrollan el o¨ªdo absoluto, una habilidad musical que tiene una de cada 10.000 personas
Cuando el se?or del pan llega con su bicicleta a la calle de la Esperanza, en un barrio humilde de R¨ªo de Janeiro, toca la bocina. Para todos los vecinos ese sonido no es m¨¢s que el m¨¢s com¨²n de los ?mec mec! Pero hay tres hermanos en esa calle que escuchan algo m¨¢s que un aviso estridente. Para ?lex, de 18 a?os, La¨ªs, de 16, y Pedro, de 12, aquel bocinazo es una secuencia en re. Lo mismo ocurre con el claxon del Fiat de su padre, que siempre toca en si. O con las posibles frecuencias de un bol¨ªgrafo golpeando un extintor de incendios, que tambi¨¦n consiguen identificar. En las melod¨ªas es a¨²n m¨¢s f¨¢cil y hasta el m¨¢s peque?o de los Santana percibe cuando quien toca o canta no est¨¢ en el tono adecuado.
Los tres chicos tienen o¨ªdo absoluto, una habilidad rara que, seg¨²n estudios cient¨ªficos, aparece en una entre 10.000 personas. Quien la posee identifica una nota aislada sin necesidad de referirla a una escala musical. Para ellos, ponerle nombre a una nota es casi tan f¨¢cil como identificar un color; no tienen que recurrir a otros tonos musicales para compararla con ellos. Con entrenamiento, una persona con o¨ªdo absoluto es capaz de reproducir notas, incluso una melod¨ªa, que solo escucharon una vez. Bach, Beethoven o Frank Sinatra ten¨ªan o¨ªdo absoluto. Se dice de Mozart que de ni?o grit¨®: ¡°?Sol sostenido!¡±, al o¨ªr el gemido de un cerdo.
El o¨ªdo absoluto, sin embargo, no es una capacidad natural de todos los grandes m¨²sicos. Muchos pagar¨ªan por adquirirla. ¡°A los nueve a?os, sin saber nada de m¨²sica, empec¨¦ a darme cuenta de cu¨¢ndo alguien estaba tocando en el tono equivocado¡±, recuerda ?lex. ¡°Era, y a¨²n es, complicado para m¨ª porque acabas irritando a los otros. Soy incapaz de tocar si no es en la frecuencia correcta¡±.
Los hermanos descubrieron tarde su valioso tesoro, cuando lo ideal es exponer a esos ni?os a actividades musicales antes de los ocho a?os. Fue Newton Motta, profesor de m¨²sica en una escuela municipal, quien lo descubri¨® hace cuatro a?os. Primero se maravill¨® con la capacidad musical del mayor que, en aquella ¨¦poca, apenas ara?aba algunas notas en la guitarra. Despu¨¦s, sin saber que eran hermanos, conoci¨® a Pedro, un ni?o dulce y risue?o que nada sab¨ªa de m¨²sica, pero superaba todas las pruebas propuestas por su maestro. ¡°Una persona con o¨ªdo relativo, como yo, es capaz de llegar a la nota con mucho estudio, pero nunca est¨¢ seguro. Ellos nunca se equivocan¡±, explica el profesor.
Hace un siglo que diferentes estudios investigan el origen del o¨ªdo absoluto. Los cient¨ªficos defienden que hay un componente gen¨¦tico, pero tambi¨¦n que est¨¢ asociado al contexto cultural y al idioma. Se ha demostrado que hay m¨¢s incidencia de o¨ªdo absoluto entre personas que hablan una lengua tonal, como el mandar¨ªn, en la que la entonaci¨®n de una palabra determina su significado.
De lo que no hay duda, explica Diana Deutsch, profesora de la Universidad de California y estudiosa del tema, es de que la habilidad est¨¢ asociada a un entrenamiento musical temprano. No es el caso de los hermanos, criados en un barrio pobre dominado por una milicia armada, y que viven con 3.000 reales al mes (787 euros). Comprar un instrumento o dar clases de m¨²sica nunca fue prioritario. ¡°A m¨ª me gustar¨ªa ser m¨²sico. Quiero aprender a tocar el piano, o cualquier otro instrumento, pero como no tenemos recursos, pienso en ser ingeniero qu¨ªmico¡±, dice el peque?o Pedro, que sufre acoso en el cole por su talento.
Sus padres tardaron en aceptar que la m¨²sica podr¨ªa ser un futuro para sus hijos. El profesor Newton, acostumbrado a comer pan duro en la infancia, se empe?¨® en ello. ¡°Mi sue?o siempre fue ser director de una gran orquesta, pero nunca lo consegu¨ª. Tampoco tuve nunca ese talento que ellos tienen¡±, afirma. ¡°Lo que pretendo es que tengan esa oportunidad que yo no tuve¡±.
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