Suspendida una inyecci¨®n letal en Ohio despu¨¦s de 30 minutos sin hallar la vena al condenado
El preso apenas puede respirar, camina con andador y arrastra una colostom¨ªa. Es la tercera vez en la historia de EEUU que se aborta una ejecuci¨®n ya iniciada
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La tortura dur¨® m¨¢s de 30 minutos. Ese fue el tiempo que Alva Campbell, de 69 a?os, pas¨® el mi¨¦rcoles atado a una camilla mientras dos enfermeros le palpaban el cuerpo en busca de una vena para aplicarle la inyecci¨®n letal. Aunque hubo un momento en que parec¨ªan haberla encontrado e incluso uno choc¨® su mano con el condenado, finalmente se dieron por vencidos y la pena capital tuvo que ser abortada. Campbell, roto, volvi¨® a su celda, y en la sala de ejecuciones de Lucasville (Ohio) qued¨® el vac¨ªo.
La pesadilla no era nueva. La aplicaci¨®n de la inyecci¨®n letal ya fue suspendida en 2014 en Ohio despu¨¦s de que un preso, Denis McGire, sufriese una espeluznante agon¨ªa de media hora antes de morir. Tras cambiarse el protocolo para evitar nuevas escenas de horror, los castigos fueron reanudados este a?o. Aunque sin demasiados remilgos.

El caso de Campbell ya se sab¨ªa que presentaba problemas. Los abogados hab¨ªan avisado de que aplicarle la inyecci¨®n letal era pr¨¢cticamente imposible. El preso, fumador empedernido durante d¨¦cadas y afectado por una obstrucci¨®n pulmonar grave, se mueve con andador, arrastra una bolsa de colostom¨ªa y apenas puede respirar. Debido a su estado, en ex¨¢menes anteriores ya hab¨ªa fallado el intento de insertarle un cateterismo. Pero nada de ello impidi¨® que se procediese a la ejecuci¨®n. Ni el gobernador ni el Tribunal Supremo movieron un dedo para frenarla.
Activada la orden, Campbell recibi¨® su ¨²ltima cena (carne de cerdo, macarrones, pur¨¦ de patatas y leche) y los familiares de la v¨ªctima acudieron a verle morir. Eran el hermano, la hermana y el t¨ªo de Charles Dials, asesinado el 2 de abril de 1997. Ese d¨ªa, Campbell, con antecedentes por un homicidio en 1972, se dirig¨ªa bajo custodia a un juicio por robo de armas. El hombre se hizo el enfermo y, en silla de ruedas, arrebat¨® la pistola al agente. Luego tom¨® el coche que conduc¨ªa Dials, de 18 a?os. Durante horas le mantuvo secuestrado en el veh¨ªculo. Al final, le mat¨® de dos tiros en la cabeza.
Tras la fallida ejecuci¨®n, el futuro de Campbell sigue en la cuerda floja. Sus abogados han pedido que le sea conmutada la pena. Las autoridades no se han manifestado. ¡°No vamos a precipitarnos en ejecutar a alguien¡±, sentenci¨® el director del presidio.
Esta es la tercera vez en la historia de EEUU, seg¨²n la agencia AP, que se aborta una pena capital ya iniciada. La primera vez ocurri¨® el 3 de mayo de 1946 en Luisiana. En la silla el¨¦ctrica estaba atado Willie Francis, un preso de 17 a?os. La corriente fall¨® una y otra vez. Tras la suspensi¨®n, el Tribunal Supremo autoriz¨®, por 5 votos contra cuatro, un nuevo intento. En esta ocasi¨®n, no hubo problemas.
El segundo precedente se remonta al 15 de septiembre de 2009 en Ohio. La ejecuci¨®n fue postergada despu¨¦s de 18 intentos de clavarle la aguja a Romell Broom, condenado por violar y asesinar a una chica de 14 a?os. Desde entonces, Broom sigue en el corredor de la muerte. Esperando.
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