El discurso del odio envenena Brasil
Grupos ultras desatan una caza de brujas contra artistas, profesores, feministas o medios de comunicaci¨®n, mientras la extrema derecha se dispara en las encuestas
Artistas y feministas fomentan la pedofilia. El expresidente Fernando Henrique Cardoso, responsable del mayor programa de privatizaciones de la historia de Brasil, y el multimillonario estadounidense George Soros patrocinan el comunismo. Las escuelas p¨²blicas, la Universidad y la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n est¨¢n dominados por una ¡°patrulla ideol¨®gica¡± de inspiraci¨®n bolivariana. Incluso el nazismo naci¨® de la izquierda. Bienvenidos a Brasil, segunda d¨¦cada del siglo XXI, un pa¨ªs donde un candidato a presidente que hace apolog¨ªa p¨²blica de la tortura y alardea de su homofobia tiene un 20% de intenci¨®n de voto.
En el Brasil de hoy mensajes as¨ª martillean a diario las redes sociales y movilizan a exaltados como los que intentaron agredir en S?o Paulo a la fil¨®sofa feminista Judith Butler, al grito de ¡°quemad a la bruja¡±. En este pa¨ªs sacudido por la corrupci¨®n y la crisis pol¨ªtica, que empieza a salir de la depresi¨®n econ¨®mica, es perfectamente posible que la polic¨ªa se presente en un museo para confiscar una obra. O que el comisario de una exposici¨®n espere la llegada de las fuerzas de seguridad para conducirlo a declarar ante una comisi¨®n que investiga los malos tratos a la infancia.
¡°Esto era impensable hasta hace poco. Ni en la dictadura ocurri¨® esto¡±. Tras una vida dedicada a organizar exposiciones art¨ªsticas, Gaud¨ºncio Fidelis se ha visto estigmatizado casi como un delincuente. Su crimen fue organizar en Porto Alegre una exposici¨®n, Queermuseu, en la que conocidos artistas presentaron obras que invitaban a reflexionar sobre el sexo. En las redes sociales se organiz¨® tal alboroto, con el argumento de que era una apolog¨ªa de la pedofilia y la zoofilia, que el patrocinador, el Banco Santander, ante la amenaza de un boicoteo de clientes, decidi¨® cerrarla. ¡°No conozco otro caso en el mundo de una exposici¨®n de estas dimensiones que fuera clausurada¡±, lamenta Fidelis.
Sobre Fidelis pesa ahora una orden para que la polic¨ªa lo conduzca a declarar a la comisi¨®n del Senado sobre malos tratos a los ni?os. Como ¨¦l, tambi¨¦n est¨¢n llamados el director del Museo de Arte Moderno de S?o Paulo y un artista que protagoniz¨® una performance en la que aparec¨ªa desnudo. La fiscal¨ªa lleg¨® a abrir una investigaci¨®n despu¨¦s de que se difundiesen im¨¢genes en las que se ve¨ªa a una ni?a tocando un pie del artista. ¡°Pedofilia¡±, bramaron de nuevo las redes. La misma acusaci¨®n que cay¨® sobre una de las glorias nacionales, el cantante Caetano Veloso.
El responsable de involucrar a los artistas en la investigaci¨®n parlamentaria sobre los abusos a la infancia es un senador y pastor evang¨¦lico, Magno Malta, muy conocido por su extremismo y sus modales exaltados. Pero los organizadores de la escandalera en las redes no tienen nada de religiosos. Son un grupo de veintea?eros que hace un a?o, durante las masivas movilizaciones para pedir la destituci¨®n de la presidenta Dilma Rousseff, lograron encandilar a buena parte del pa¨ªs.
Con su desenfado juvenil y su aire pop, los chicos del Movimento Brasil Livre (MBL) parec¨ªan representar la cara de un pa¨ªs nuevo que rechazaba la corrupci¨®n y abogaba por el liberalismo econ¨®mico. De la noche a la ma?ana se convirtieron en figuras nacionales. En poco m¨¢s de un a?o su rostro ha mutado por completo. Lo que se presentaba como un movimiento de regeneraci¨®n democr¨¢tica es ahora una potente maquinaria que explota su habilidad en las redes para difundir campa?as contra artistas, hostigar a periodistas y profesores se?alados como de extrema izquierda o defender la venta de armas. Adem¨¢s de una legi¨®n de internautas, cuentan con poderosos apoyos como los alcaldes de S?o Paulo y Porto Alegre. O el due?o de la mayor cadena de tiendas de ropa del pa¨ªs, Fl¨¢vio Rocha, que en un art¨ªculo advirti¨® que ese tipo de exposiciones forman parte de un ¡°plan urdido en las esferas m¨¢s sofisticadas del izquierdismo¡± como ¡°medio para llegar al comunismo¡±.
¡°Hasta los a?os 90, estas campa?as proven¨ªan de colectivos extremistas evang¨¦licos, pero ahora estamos ante un fen¨®meno nuevo, el conservadurismo laico¡±, explica Pablo Ortellado, profesor de Gesti¨®n de Pol¨ªtica P¨²blicas en la Universidad de S?o Paulo. ¡°Este tipo de guerras culturales est¨¢ ocurriendo en todo el mundo, sobre todo en EE UU, aunque aqu¨ª tienen colores propios. Se aprovecharon los canales de comunicaci¨®n organizados durante las movilizaciones por la destituci¨®n de Rousseff. Surfeando esa ola, se ha creado un nuevo movimiento conservador con un discurso antisistema y muy oportunista, porque que ni ellos mismos creen muchas cosas de las que dicen. Pero es extremadamente preocupante. Tengo 43 a?os y jam¨¢s hab¨ªa vivido algo as¨ª¡±.
En este clima, los brasile?os ser¨¢n llamados a las urnas dentro de un a?o para elegir nuevo presidente. ¡°Y me temo¡±, dice Ortellado, ¡°una campa?a violenta en un pa¨ªs superpolarizado¡±.
¡°Los artistas merecen ser fusilados¡±
Nadie m¨¢s expeditivo que Jair Bolsonaro al hablar de los artistas: "Merecen ser fusilados". Fusilar es una actividad que excita a este exmilitar, diputado y candidato a la presidencia, quien ya lament¨® que el expresidente Cardoso no fuese ejecutado cuando era opositor a la dictadura que gobern¨® el pa¨ªs entre 1964 y 1985. El a?o pasado, Bolsonaro dedic¨® su voto a favor de la destituci¨®n de Rousseff a uno de los mayores torturadores de la dictadura. Y hace poco pos¨® orgulloso con una camiseta que ten¨ªa estampado: "Derechos humanos, esti¨¦rcol de la escoria social".
Este individuo tiene en las encuestas una intenci¨®n de voto del 20%, solo por detr¨¢s del expresidente Lula da Silva. Los estudios del mayor instituto privado de demoscopia, Datafolha, revelan que el 60% de sus apoyos son j¨®venes de menos de 34 a?os. El fen¨®meno Bolsonaro, explica Mauro Paulino, director de Datafolha, "se alimenta del miedo que se ha apoderado de la sociedad brasile?a". Un 60% de la poblaci¨®n confiesa que vive en un territorio controlado por alguna facci¨®n criminal. Cada a?o son asesinados 60.000 brasile?os. Y los partidarios de la venta libre de armas han crecido del 30% al 43% desde 2013.
Pero fuera de la cuesti¨®n de la seguridad, y pese al ruido cada vez mayor de los grupos ultraconservadores, tampoco hay datos para afirmar que la mayor¨ªa del pa¨ªs haya derivado hacia posiciones reaccionarias. De hecho, en los ¨²ltimos cuatro a?os, los defensores de los derechos de los homosexuales han pasado del 67% al 74%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Extrema derecha
- Judith Butler
- Populismo
- Lula da Silva
- Fl¨¢vio Rocha
- Impeachment Dilma Rousseff
- Dilma Rousseff
- Crisis pol¨ªticas
- Proceso destituci¨®n
- Jair Bolsonaro
- C¨¢mara Diputados Brasil
- Destituciones pol¨ªticas
- Congreso Nacional Brasil
- Actividad legislativa
- Brasil
- Movimientos sociales
- Parlamento
- Conflictos pol¨ªticos
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Ideolog¨ªas
- Am¨¦rica
- Partido de los Trabajadores
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica