Chile prepara un giro a la derecha tranquilo
El probable cambio de tendencia se vive sin dramatismos y con el fantasma de una enorme abstenci¨®n
Los problemas se le acumulan al centroizquierda chileno, el grupo pol¨ªtico que ha dominado la pol¨ªtica del pa¨ªs austral pr¨¢cticamente de forma ininterrumpida desde 1990 con la ¨²nica excepci¨®n de la presidencia de Sebasti¨¢n Pi?era, entre 2010 y 2014. Adem¨¢s de la fractura que ha sufrido, que le hace concurrir con dos candidatos por primera vez en 30 a?os, est¨¢ el ambiente de desidia con el que se llega a este domingo de comicios, en el que est¨¢n llamados a votar 14 millones de ciudadanos.
Chile vive con una calma inusitada en Am¨¦rica Latina el probable giro a la derecha que de nuevo llevar¨¢ a Pi?era a la presidencia, seg¨²n todas las encuestas. Esos sondeos dicen que no lo lograr¨¢ en primera vuelta, esto es hoy, porque no alcanzar¨¢ el 50%, pero doblar¨¢ en votos a su principal rival, Alejandro Guillier, y se encaminar¨¢, salvo una enorme sorpresa, a una c¨®moda segunda vuelta el 17 de diciembre aupado por la aparente indiferencia de los votantes de izquierda y de la clase media y sobre todo baja que ha decidido no acudir a las urnas.
Pi?era, que ya gobern¨®, no genera una movilizaci¨®n en su contra como la que impidi¨® en el ¨²ltimo minuto que ganara en Per¨² Keiko Fujimori, por ejemplo. Tampoco hay tensi¨®n como en Brasil o Argentina, donde Mauricio Macri gan¨® finalmente por menos de tres puntos en el ¨²ltimo momento. Aunque parece seguir la ola de centroderecha que atraviesa Latinoam¨¦rica, Chile es diferente de los pa¨ªses de su entorno, y todo se vive con una enorme calma. La participaci¨®n podr¨ªa quedar, incluso, por debajo del 50%. El voto es voluntario desde 2012 y no ha dejado de caer.
No hay m¨ªtines multitudinarios. Los del favorito Pi?era, relativamente peque?os, parecen m¨¢s bien un concierto de m¨²sica con mucha tecnolog¨ªa y fondos ilimitados. Antes de que llegue el candidato, el escenario se llena de extras vestidos de "pi?er¨ªn", una mascota con la cabeza del expresidente, que bailan m¨²sica de Michael Jackson. La organizaci¨®n tiene incluso en la entrada al mitin varios j¨®venes con ordenadores que piden el DNI y fichan a todos los que entran. Apenas se parece a cualquier otro mitin latinoamericano.
Esa tranquilidad de la recta final de la campa?a est¨¢ basada en el estilo de la pol¨ªtica chilena ¡ªlos dos candidatos se saludaron amablemente en un acto de un diario a pocas horas de las elecciones y mostraron su respeto personal por el rival, algo dif¨ªcil de imaginar en otros pa¨ªses¡ª, pero tambi¨¦n en la certeza de que Pi?era tampoco podr¨¢ hacer cambios muy radicales. El Parlamento, que se renueva en parte hoy, quedar¨¢ fragmentado pero con un probable dominio del centroizquierda en el Senado, con lo que Pi?era tendr¨¢ que pactar con sectores moderados sus reformas y no podr¨¢ arrasar con el legado de Michelle Bachelet.
La izquierda ha intentado movilizar y a¨²n conf¨ªa en hacerlo en segunda vuelta, pero no parece f¨¢cil sobre todo porque Pi?era ya fue presidente. "Un eventual Gobierno de Pi?era significar¨ªa un retroceso significativo a los avances que hoy en d¨ªa benefician a una gran parte de nuestra poblaci¨®n y reforzar¨ªa el gran problema que tiene Chile, que es la concentraci¨®n del poder econ¨®mico y el libertinaje de la clase empresarial", se?al¨® esta semana en EL PA?S Camila Vallejo, famosa l¨ªder estudiantil en 2011 y ahora diputada oficialista y dirigente del Partido Comunista.
Casi nadie asume ese drama. "No veo al Gobierno de Pi?era intentando cambiar el sistema electoral binominal, presentando un proyecto de ley que vuelva a penalizar el aborto en tres causales o renunciando a la gratuidad en educaci¨®n superior en el 60% m¨¢s vulnerable de los estudiantes. No soy de los que dir¨ªa si gana la derecha con Pi?era: ?Qu¨¦ tremendo! ?Va a haber una regresi¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y social! S¨ª, puede haber intentos, pero para eso habr¨¢ un Parlamento, medios independientes, etc¨¦tera", analiza el respetado intelectual de izquierda Agust¨ªn Squella.
Muchos culpan al centroizquierda, por su desconexi¨®n con la clase media, de la llegada de Pi?era. "Hay un cierto maltrato de la ¨¦lite del centroizquierda hacia una clase social que le parece totalmente alienada en el consumo. Pero hay una clase emergente que s¨ª lo quiere porque implica ascenso social. Con el deseo no se juega", explica la psicoanalista Constanza Michelson.
Otros creen, como el escritor superventas Jorge Baradit, que ganar¨¢ el centro derecha porque en el fondo Chile no es tan de centro izquierda como se presum¨ªa. "Cuando empezaron las reformas de Bachelet, la gratuidad en la educaci¨®n, la reforma impositiva, se vio que la gente no quer¨ªa que le tocaran su colegio subvencionado, que le subieran los impuestos para pagar pensiones. Despu¨¦s de 17 a?os de quimioterapia que nos hizo Pinochet, el neoliberalismo entr¨® en los huesos de los chilenos. Est¨¢ enquistado en el alma". Todo parece decidido. Pero las urnas siempre deparan sorpresas, incluso en el muy tranquilo Chile.
Dos candidatos ajenos a la tradici¨®n pol¨ªtica chilena
Alejandro Guillier
Sebasti¨¢n Pi?era
Periodista y soci¨®logo, Alejandro Guillier (La Serena, 1953) en los noventa y 2000 fue el rostro con mayor credibilidad de la televisi¨®n chilena. Su trayectoria pol¨ªtica es reciente. Los medios de comunicaci¨®n fueron su trampol¨ªn para aterrizar en el Congreso en 2014, cuando debut¨® como senador por Antofagasta, en el norte del pa¨ªs. De centroizquierda, pero sin militancia en ning¨²n partido del oficialismo, comenz¨® a perfilarse como presidenciable el a?o pasado. Algunas fuerzas, como el Partido Socialista, apostaron por el parlamentario en desmedro de figuras hist¨®ricas del sector, como el expresidente Ricardo Lagos. Es apoyado por todos los partidos de la coalici¨®n de Michelle Bachelet, Nueva Mayor¨ªa, a excepci¨®n de la centrista Democracia Cristiana, que por primera vez en 30 a?os apost¨® por una candidata propia, la senadora Carolina Goic.
Ingeniero y doctorado en Econom¨ªa, Sebasti¨¢n Pi?era (Santiago de Chile, 1949) fue el primer dirigente de la derecha en conseguir llegar a La Moneda luego de la dictadura. Su Administraci¨®n (2010-2014) estuvo marcada por la gesti¨®n, el crecimiento econ¨®mico y, a su vez, por la movilizaci¨®n social de algunos sectores, como los estudiantes, que salieron a las calles para pedir reformas. Es uno de los hombres de mayor fortuna del pa¨ªs y ha sido due?o de canales de televisi¨®n, clubes de f¨²tbol y aerol¨ªneas. Desde la llegada de la democracia en 1990 fue senador. Las cr¨ªticas de sus opositores apuntan justamente a su doble papel, de pol¨ªtico y empresario. Es apoyado por la coalici¨®n opositora Chile Vamos y en esta campa?a ha debido endurecer su discurso debido a la candidatura de Jos¨¦ Antonio Kast, que representa a la derecha extrema y conservadora.
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