La Armada argentina confirma que hubo una explosi¨®n en la zona donde desapareci¨® el submarino
El portavoz de la fuerza ha descrito la explosi¨®n o¨ªda como "anormal, ¨²nica, corta, violenta y no nuclear"
El mar se llev¨® el submarino argentino pero dej¨® un rastro sonoro. Los sensores que escuchan permanentemente los oc¨¦anos en todo el mundo por cuestiones militares lograron registrar la explosi¨®n del submarino ARA San Juan, el mismo d¨ªa en que se le perdi¨® la pista, el mi¨¦rcoles 15. Pero el dato solo se confirm¨® este jueves, despu¨¦s de m¨²ltiples an¨¢lisis. El casco puede estar sepultado en un abismo a 3.000 metros. Las esperanzas de encontrar con vida a sus 44 tripulantes son m¨ªnimas, por lo que las v¨ªctimas empezaron a lanzar cr¨ªticas a los militares argentinos. La explosi¨®n de este buque de 1985 se detect¨® tanto desde EEUU como desde una organizaci¨®n de la ONU que registra actividades nucleares.
Nadie quer¨ªa decirlo abiertamente, pero incluso algunos familiares se tem¨ªan lo peor hace d¨ªas. Despu¨¦s de una semana de intensa b¨²squeda, con 10 pa¨ªses implicados, no hab¨ªa ning¨²n rastro del submarino. Los expertos insist¨ªan en que lo m¨¢s llamativo de todo era que sus tripulantes no hubieran puesto en marcha ninguno de los m¨²ltiples protocolos de emergencia previstos. Nadie quer¨ªa hablar abiertamente de explosi¨®n, pero estaba encima de la mesa porque era la ¨²nica forma de explicar que se hubiera perdido todo contacto de forma repentina y que no hubiera dejado siquiera una boya o una bengala para avisar de que ten¨ªan problemas.
Se tem¨ªa que la crisis del submarino, la peor que ha vivido Argentina y una de las m¨¢s graves del mundo, sufriera una lenta agon¨ªa ante la ausencia total de noticias. Pero alguien puso una especie de punto final, aunque no ser¨¢ definitivo hasta que no se encuentren los restos del submarino. Los encargados de este triste cierre fueron los sensores colocados en el mar para detectar cualquier movimiento extra?o, cualquier explosi¨®n, sobre todo por si pudiera tratarse de un ensayo nuclear no autorizado.
Argentina no detect¨® nada raro en sus aguas, pero s¨ª EEUU y un organismo dependiente de la ONU. Pero tardaron una semana en comprobarlo y contarlo, y eso desat¨® la ira de algunos familiares. Enrique Balbi, portavoz de la Armada, confirm¨® que hab¨ªan recibido de esas dos fuentes la misma informaci¨®n. El mi¨¦rcoles, EE UU comunic¨® a Argentina que despu¨¦s de analizar todos los registros hab¨ªa detectado que hubo un ruido anormal en la zona donde desapareci¨® el submarino el mi¨¦rcoles pasado. Esa ¡°anomal¨ªa hidroac¨²stica¡± se registr¨® cuatro horas despu¨¦s del ¨²ltimo contacto con el submarino.
Pero faltaba la confirmaci¨®n, que lleg¨® el jueves. La Organizaci¨®n del Tratado de Prohibici¨®n Total de Pruebas Nucleares, con sede en Viena, que cuenta con una red de estaciones ac¨²sticas para verificar la no realizaci¨®n de ensayos nucleares, asegur¨® que ellos tambi¨¦n hab¨ªan notado ese ruido especial. ¡°Se recibi¨® un evento an¨®malo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosi¨®n¡±, se?ala este organismo, que explic¨® que dos estaciones suyas detectaron "un evento impulsivo subacu¨¢tico, una se?al inusual en las cercan¨ªas de la ¨²ltima posici¨®n conocida del submarino argentino desaparecido". Todo coincide y apunta a una explosi¨®n del submarino.
Ese ruido qued¨® registrado el mi¨¦rcoles 15 a las 10,51 horas. Es el d¨ªa del ¨²ltimo contacto con el submarino, a las 7.00 de la ma?ana, en el que los oficiales comunicaron que ten¨ªan una aver¨ªa el¨¦ctrica. Balbi ofreci¨® una informaci¨®n a¨²n m¨¢s inquietante de la zona donde se detect¨® la explosi¨®n: "Est¨¢ a 430 kil¨®metros del punto m¨¢s cercano de la costa del Golfo San Jorge y en un radio de 125 kil¨®metros. Est¨¢ muy cerca del talud, hay muchas variedades de profundidad, va desde los 200 metros hasta 3.000 metros". Esto es, el submarino, que a¨²n no ha sido localizado, podr¨ªa estar en un abismo marino. 25 barcos y 10 aviones de 10 pa¨ªses lo siguen buscando, pero ahora de una manera muy diferente, ante las escasas posibilidades de encontrar supervivientes. Seg¨²n la Armada, podr¨ªa tratarse de una implosi¨®n, y por eso tendr¨ªa sentido que en todo este tiempo no haya aparecido ning¨²n trozo del submarino pese al enorme dispositivo a¨¦reo y mar¨ªtimo desplegado.
Los familiares entendieron r¨¢pidamente el mensaje e interpretaron que ten¨ªan que pasar de la angustia al duelo. Luis Tagliapietro, padre de Dami¨¢n, uno de los tripulantes, fue muy gr¨¢fico. ¡°El jefe de mi hijo me confirm¨® que est¨¢n todos muertos porque la explosi¨®n fue entre los 200 y 1.000 metros de profundidad hace una semana. Es b¨¢sico, no hay mucha vuelta para darle. No hay ser humano que sobreviva a eso¡±. Otros fueron dur¨ªsimos con los militares, les acusaron de mentirles, de jugar con las vidas de sus hijos, maridos, hermanos.
Muchos familiares est¨¢n convencidos de que los militares sab¨ªan desde el principio que el buque hab¨ªa explotado y les dieron falsas esperanzas. Se sintieron enga?ados. En la ¨²ltima rueda de prensa del d¨ªa, Balbi rechaz¨® de plano esas acusaciones y reiter¨® que la Armada recibi¨® la informaci¨®n de la explosi¨®n el mi¨¦rcoles por la tarde. "Si la Armada hubiese contado con esa informaci¨®n con anterioridad, hubiese dedicado todo el esfuerzo de b¨²squeda en esa zona desde el primer momento", dijo.
Las familias de los tripulante tambi¨¦n culparon a la Armada por enviar a sus familiares a navegar en un buque de 1985, que hab¨ªa sido renovado para darle m¨¢s a?os de vida.El militar Carlos Zavalla, ya retirado, que estuvo en Alemania supervisando su construcci¨®n durante casi tres a?os y fue su primer comandante, asegura que el buque pod¨ªa seguir navegando. ¡°Los submarinos se reparan, se actualizan, este tuvo una reparaci¨®n grande hace dos a?os, estaba operando sin problemas¡±. Algunos familiares sin embargo empezaron a contar que hab¨ªa mucha inquietud entre los marinos por la edad del submarino.
Ruido pol¨ªtico
El caso amenaza con convertirse en una crisis pol¨ªtica. En la ¨²ltima semana hubo tensiones entre el Gobierno de Mauricio Macriy la c¨²pula militar, por lo que es posible que haya decisiones pol¨ªticas fuertes. Los militares ocultaron parte de la informaci¨®n durante las primeras horas, y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, se enter¨® por la prensa de que hab¨ªa un submarino perdido. "Macri, con reflejos r¨¢pidos, visit¨® antes a los familiares que a las autoridades de la Armada. En cuanto al ministro de Defensa, le toc¨® una crisis de gran envergadura a los pocos meses de asumir el cargo. Pero las consecuencias pol¨ªticas concretas reci¨¦n se conocer¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas, a partir de que se encuentre el submarino. El Gobierno deber¨ªa evitar intentos de trasladar culpas o responsabilidades entre la Casa Rosada, Defensa y la Armada. Si lo hacen, corren el riesgo de perder todos", dice Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Uni¨®n para la Nueva Mayor¨ªa y experto en temas de Defensa.
Pero el problema de fondo es otro. El estado de abandono de las Fuerzas Armadas argentinas del que hablan los familiares ya fue denunciado incluso por una aliada pol¨ªtica de Macri como Lilita Carri¨®.Despu¨¦s de una terrible dictadura militar (1976-1983) que dej¨® una p¨¦sima imagen del Ej¨¦rcito en todo el pa¨ªs, y tras varias crisis econ¨®micas que han afectado a todas las estructuras del Estado, el gasto militar es de los m¨¢s bajos de Latinoam¨¦rica: 0,9% del PIB, contra 1,6% de promedio regional y 3% de promedio mundial. "Esto se traduce en algo muy concreto: el 90% del equipamiento de las Fuerzas Armadas argentinas tiene entre 30 y 50 a?os de antig¨¹edad", dice Fraga. "Si tomamos el caso del submarino San Juan, se incorpor¨® a la Armada hace 32 a?os y era uno de los buques m¨¢s modernos. El nivel de accidentes en las tres Fuerzas ha estado por encima de lo normal y ello ha tenido que ver con la antig¨¹edad del material y la limitaci¨®n de recursos para mantenimiento y adiestramiento", agrega.
La falta de presupuesto se ha comprobado en la necesidad de acudir a buques de otros pa¨ªses con tecnolog¨ªa mucho m¨¢s avanzada para tratar de localizar el submarino. All¨ª siguen en el mar, busc¨¢ndolo, pero en tierras las esperanzas se han desvanecido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.