La pesadilla del terremoto no ha terminado en la Ciudad de M¨¦xico
El largo proceso para demoler los edificios da?ados genera una gran tensi¨®n entre los vecinos y el Gobierno local
En la calle Paseo del R¨ªo no hay paso, ni para los autos, ni para los peatones. Una malla de pl¨¢stico anaranjado bloquea esa v¨ªa de Paseos de Taxque?a, en el sur de la Ciudad de M¨¦xico. ¡°Es por nuestra seguridad y la de ustedes¡±, dice una mujer que mata el tiempo insertando perlas de fantas¨ªa en un hilo transparente. Confeccionar rosarios es su pasatiempo cuando cumple el turno de vigilancia vecinal tres veces por semana. El ama de casa, quien prefiere que no se publique su nombre, est¨¢ sentada en una silla plegable a unos 20 metros de su edificio. Esa es la distancia m¨¢s cercana a la que puede estar de su hogar desde el sismo del pasado 19 de septiembre.
Los vecinos de la colonia resguardan la zona para evitar que los ladrones saqueen sus edificios, desalojados desde hace dos meses por ¨®rdenes del Gobierno capitalino. ¡°El nuestro no sufri¨® ning¨²n da?o estructural, afortunadamente¡±, dice la vecina despu¨¦s de apuntar, sin soltar el hilo, al edificio anaranjado en el que ha vivido la mayor parte de su vida adulta. Pero el terremoto de 7,1 grados destruy¨® el interior del inmueble de al lado, Paseo de R¨ªo 10, sin posibilidad de ser reconstruido, seg¨²n las conclusiones de Protecci¨®n Civil. ¡°Est¨¢n permitiendo a la gente sacar sus pertenencias¡±, dice la vigilante improvisada. ¡°Una vez que saquen todo, ya empiezan con la demolici¨®n¡±. De eso depende que ella y su familia se muden de un espacio de oficina en el que han vivido desde septiembre y regresen a su hogar. ¡°Hemos sentido mucha desesperaci¨®n, pero hay que ser pacientes¡±, dice. ¡°No nos queda otra¡±.
Paseo del R¨ªo 10 forma parte de una lista de 24 edificios en la Ciudad de M¨¦xico que fueron diagnosticados como irreparables tras el sismo. De esos, solo cuatro han sido tirados a dos meses del terremoto. Las demoliciones que normalmente llevan de tres a cuatro semanas en concluirse han sido postergados por la resistencia de los habitantes y propietarios, quienes temen la p¨¦rdida total y no reembolsable de su patrimonio. El aplazamiento del plan tambi¨¦n prolonga el bloqueo de las calles en las que se encuentran los edificios y el desalojo de las residencias y negocios aleda?os.
La par¨¢lisis ha tensado la relaci¨®n entre vecinos y lastima la ya da?ada imagen del Gobierno de la Ciudad por su respuesta ante la emergencia, percibida por los afectados como tropezada y tard¨ªa. La desesperaci¨®n por regresar a la normalidad diluye r¨¢pidamente el sentimiento de solidaridad que inspir¨® en su momento la tragedia de septiembre. Para Jaime Valencia, propietario de cinco negocios en la calle de G¨¦nova, en la famosa Zona Rosa de la capital, el bloqueo de la v¨ªa significa tambi¨¦n millones de pesos en p¨¦rdidas. ¡°Este a?o ha sido el peor para nosotros, porque nuestras ventas cayeron un 40% por las obras de remodelaci¨®n que terminaron el 8 de agosto¡±, comenta el empresario. ¡°Unas semanas despu¨¦s ocurri¨® el desastre¡±.
La fuerza del sismo termin¨® con la columna vertebral de G¨¦nova 33, un edificio de ventanas triangulares que destaca entre los locales de la angosta v¨ªa. El inmueble residencial de 10 pisos est¨¢ rodeado de m¨¢s de 50 negocios, entre bares, restaurantes y tiendas. De esos, tan solo pueden operar dos: una papeler¨ªa y una relojer¨ªa ubicadas casi en la esquina con paseo de la Reforma, ¨¢rea que tambi¨¦n est¨¢ acordonada desde el sismo. ¡°He tenido que pararme en la calle para atraer clientes al negocio¡±, comenta Enrique Tellez, due?o de la relojer¨ªa que comenz¨® su familia hace medio siglo. ¡°Esta calle es muy transitada y ahora est¨¢ completamente desolada, como un fantasma¡±. Detr¨¢s de ¨¦l, un par de personas hablan con una de sus empleadas a trav¨¦s de las ranuras de la cortina de metal que el negocio debe mantener extendida todo el tiempo por ¨®rdenes de Protecci¨®n Civil. ¡°No hay quien nos informe de lo que est¨¢ pasando y cuando nos dicen algo, luego no lo cumplen¡±, dice Tellez, mientras muestra en la pantalla de su celular los mensajes sin respuesta que ha enviado a los representantes del Gobierno y la Delegaci¨®n.
Despu¨¦s de dos meses de reuniones espor¨¢dicas entre las autoridades y los empresarios de la zona, los representantes de la Delegaci¨®n Cuauht¨¦moc han prometido reabrir la calle el 23 de noviembre. En la lista de edificios por demoler, G¨¦nova 33 se encuentra en la columna titulada En proceso. ¡°En G¨¦nova 33 no existe demora¡±, asegura un representante de la Secretar¨ªa de Obras de la Ciudad en un comunicado. ¡°Las labores preliminares se realizaron a trav¨¦s de cuatro puntos de topograf¨ªa tridimensional, tecnolog¨ªa de punta que nos permiti¨® conocer la situaci¨®n real de la zona y su cuidado¡±.
Una serie estudios meticulosos tambi¨¦n se realizaron antes de derribar el edificio Miramontes 3010, asegura Gerardo B¨¢ez, director general de Construcci¨®n de Obras para el Transporte de la Ciudad de M¨¦xico y uno de los principales encargados de las demoliciones tras el sismo. ¡°El proceso puede llevar entre tres y cuatro semanas, depende de la altura del edificio y las condiciones. Por ejemplo, hay avenidas amplias d¨®nde s¨ª se puede demoler, otras donde de plano es muy dif¨ªcil¡±. Frente a ¨¦l, la garra de un veh¨ªculo de excavaci¨®n arranca pedazos de lo que queda del edificio de cinco pisos. La m¨¢quina avanza bajo una monta?a de escombros que sirve como escal¨®n para derribar los pisos m¨¢s altos. Entre la pila de metal y concreto se asoman restos de ropa y muebles despedazados que los inquilinos optaron por abandonar.
La lista de 24 edificios por demoler no es definitiva. El n¨²mero puede aumentar conforme los representantes de las 16 delegaciones de la Ciudad de M¨¦xico entreguen los reportes de revisi¨®n de los inmuebles a las juntas de la Comisi¨®n de Emergencia de la capital, creada tras el sismo. ¡°No hay prioridad. Como se van liberando de la Comisi¨®n as¨ª se van atendiendo.¡±, explica B¨¢ez. ¡°A veces aunque ya est¨¢n listos para demoler luego suele pasar de que hay instalaciones ocupadas o los propietarios se amparan para retirar sus pertenencias o porque no quieren que se demuela el edificio. Esto detiene el proceso¡±.
La recuperaci¨®n de esos inmuebles depender¨¢ de lo que establezca la Ley de Reconstrucci¨®n por el sismo. La propuesta contin¨²a paralizada en la Asamblea Legislativa de la Ciudad, en parte por una guerra pol¨ªtica dentro del Congreso local.
Mientras tanto, los representantes del Gobierno capitalino le han comentado a Rosa Su¨¢rez sobre la posibilidad de obtener un cr¨¦dito en caso de que su departamento en Miramontes 2990 deba reconstruirse o no tenga remedio y deba mudarse a otro sitio. ¡°No podemos ser damnificados y adem¨¢s deudores¡±, dice con ojos llorosos la propietaria de 65 a?os. ¡°Tard¨¦ 30 a?os en pagar mi departamento, 30 a?os de esfuerzo y te lo quieren volver a cobrar¡±. Desde septiembre ha vivido en la casa de unos familiares, pues su edificio colinda con el 3010 que comenz¨® a ser demolido a mediados de noviembre. Los inspectores de la ciudad no le dar¨¢n un diagn¨®stico de su vivienda hasta que finalice el derribo del edificio vecino. Mientras las m¨¢quinas tiran la estructura, Su¨¢rez pasa la ma?ana en un centro de acopio instalado a unos metros de la zona de demolici¨®n. El campamento tambi¨¦n funciona como caseta de vigilancia, desde la que Su¨¢rez se asoma de vez en cuando para mirar su edificio, acordonado, solo habitado por sus muebles y los de sus vecinos.
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