?Por qu¨¦ es relevante si el Papa pronuncia o no la palabra rohingya?

Los periodistas que siguen al Papa en su visita a Myanmar (antigua Birmania) llevaban semanas pendientes de una palabra. Rohingya. La valent¨ªa, cobard¨ªa o diplomacia del Papa en su viaje a este pa¨ªs en plena transici¨®n democr¨¢tica se medir¨ªa en si pronunciaba estas ocho letras durante su estancia. S¨ª que salieron de su boca recientemente en la plaza de San Pedro. Criticaba entonces el l¨ªder de la Iglesia cat¨®lica el ¨¦xodo de m¨¢s de 600.000 miembros de esta minor¨ªa musulmana, expulsados sistem¨¢ticamente de sus casas por militares birmanos. Pero una cosa es decirlo en el Vaticano y otra muy distinta, en Myanmar, donde la palabra es anatema. Por eso el cardenal birmano, Charles Moung Bo, le pidi¨® p¨²blicamente antes del viaje que no pronunciara el nombre maldito. El a?o pasado cientos de birmanos se manifestaron ante la Embajada de Estados Unidos en Yag¨®n para exigir que dejaran de usar la palabra, que tambi¨¦n utiliza la ONU.

El Papa no ha pronunciado la palabra rohingya, ni musulm¨¢n, en su discurso ante la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, pero s¨ª ha agradecido a los que trabajan para "garantizar el respeto de los derechos de quienes consideran esta tierra como su hogar". ?

Los rohingya son una minor¨ªa musulmana que ¨Cy esto es clave-- no est¨¢ reconocida como una de las 135 minor¨ªas ¨¦tnicas que conforman este pa¨ªs, diverso como pocos, un verdadero mosaico. Basta ver los coloristas tocados que distinguen a los representantes de unas y otras etnias que conforman esta antigua colonia brit¨¢nica (los bamar, los karen, los shan, los kachin...) en las sesiones de apertura del Parlamento. Y como la ley no los reconoce, para las autoridades birmanas los rohingya no existen. Perdieron la ciudadan¨ªa por ley en 1982. Hoy son ap¨¢tridas, la mayor comunidad de ap¨¢tridas del mundo.

Los birmanos los llaman bengal¨ªes (por el golfo de Bengala a cuyas orillas viven) y los consideran inmigrantes irregulares llegados desde la vecina Banglad¨¦s aunque muchos de ellos llevaban generaciones en Myanmar hasta que fueron expulsados. Antes del ¨²ltimo episodio de persecuci¨®n, bajo el amparo de una operaci¨®n antiterrorista, sumaban en torno a un mill¨®n de rohingya en el pa¨ªs. Otra de las claves es que Myanmar es un pa¨ªs de mayor¨ªa budista (aunque con ciudadanos budistas, hind¨²es, cristianos, musulmanes, jud¨ªos¡­). Banglad¨¦s, que los acoge, es, en cambio, de mayor¨ªa musulmana. La mayor¨ªa de los birmanos considera a los rohingya, y sus altas tasas de natalidad, una amenaza. El margen de maniobra del Papa es limitado. En Myanmar viven 700.000 cat¨®licos, en torno el 1% de la poblaci¨®n, y no querr¨¢ desde luego ponerlos en riesgo porque ¨¦l se ir¨¢, pero ellos se quedan.

La Nobel birmana, Aung San Suu Kyi, que ha sido muy criticada por su silencio ante la persecuci¨®n de los rohingya, tampoco la pronuncia ni quiere que otros lo hagan. Por eso cuando encarg¨® a Kofi Annan, ex secretario general de la ONU, un informe sobre la situaci¨®n de los rohingya le pidi¨® expresamente que usara un t¨¦rmino equidistante para referirse esta comunidad, que vive en el Estado de Rajine: ¡°A petici¨®n de la consejera estatal (Aung San), la comisi¨®n no usa bengal¨ª ni rohingya, sino musulmanes¡±. Con ese t¨¦rmino descriptivo, neutro, sin connotaci¨®n ninguna, los denomina a lo largo de las p¨¢ginas de su informe Hacia un futuro pac¨ªfico, justo y pr¨®spero para el pueblo de Rajine. Es decir, de los rohingya.