El Papa sobre la crisis nuclear: ¡°Se ha llegado al l¨ªmite¡±
Francisco defiende su labor diplom¨¢tica en Myanmar con los rohingya y alerta del riesgo para la humanidad de la escalada de armamento at¨®mico
Cuando el avi¨®n llevaba una hora en el aire y descubri¨® que no hab¨ªa m¨¢s de dos cuestiones sobre su periplo por Myanmar y Banglad¨¦s, Francisco se lament¨® y se abri¨® un turno de preguntas espont¨¢neo sobre el tema. Quer¨ªa hablar del viaje. El resto de asuntos preparados por los periodistas para la tradicional rueda de prensa en el cielo quedaron relegados y el Papa pudo desgranar su estrategia durante la visita de doble filo diplom¨¢tico a la antigua Brimania que, como reconoci¨®, hab¨ªa sustituido a ¨²ltima hora el buscado viaje a India. A 31.000 pies, justo cuando sobrevolaba ese pa¨ªs, volvi¨® a usar la palabra ¡°rohingya¡± para referirse a la minor¨ªa musulmana expulsada de Myanmar por el ej¨¦rcito y defendi¨® que haberla obviado hasta el ¨²ltimo d¨ªa respondi¨® a una estrategia comunicativa para no bloquear el di¨¢logo con sus interlocutores. ¡°El mensaje ha llegado¡±, se?al¨® convencido de haber acertado.
La ¨²nica pregunta sin ninguna relaci¨®n con el viaje que se col¨® en la rueda de prensa tuvo que ver con la potencial crisis nuclear entre EE UU y Corea del Norte. Concretamente, sobre el cambio de postura del Vaticano respecto a este tipo de armamento, dado que en 1982 Juan Pablo II consider¨® que el rearme nuclear era moralmente aceptable. El Papa cree que 35 a?os despu¨¦s ya no queda espacio para una consideraci¨®n parecida. ¡°En lo nuclear se ha ido m¨¢s all¨¢. Hoy estamos al l¨ªmite de la licitud de usar y tener esas armas. Hoy con el arsenal nuclear as¨ª de sofisticado nos arriesgamos a la destrucci¨®n de la humanidad¡±.
Pero m¨¢s all¨¢ de este apunte, la primera pregunta sobre el viaje era obvia. ?Por qu¨¦ no dijo antes la palabra rohingya? ¡°Busco decir las cosas paso a paso para que llegue el mensaje. Si en el discurso oficial hubiese dicho esa palabra, les daba con la puerta en las narices¡±, dijo en referencia al ej¨¦rcito, responsable de la limpieza ¨¦tnica que provoc¨® el ¨¦xodo de m¨¢s de 620.000 rohingya de Myanmar, y a la c¨²pula budista que le dio amparo. ¡°Pero describ¨ª la situaci¨®n de los derechos, de los excluidos, la ciudadan¨ªa¡ Para ir m¨¢s all¨¢ en las conversaciones privadas, de las que estoy muy satisfecho. No me di el placer de dar un portazo, de hacer una denuncia p¨²blica¡ pero he podido dialogar y dar mi opini¨®n. Y el mensaje ha llegado hasta tal punto que ha continuado cada d¨ªa y termin¨® ayer con aquello¡±.
El viernes por la tarde, al final del gran acto interreligioso que celebr¨® en Daca (Banglad¨¦s), el Papa se reuni¨® por fin con los refugiados sobre el escenario y termin¨® llorando con ellos fundido en una plegaria conjunta. Esto no estaba programado exactamente as¨ª, se?al¨®. ¡°Sab¨ªa que les encontrar¨ªa, era una condici¨®n para el viaje, pero no sab¨ªa c¨®mo¡±. La puesta en escena final se produjo sobre el escenario del acto. ¡°Cuando subieron estaban asustados. Alguien les dijo que saludasen al Papa y se fueran sin decir nada. [¡] Luego quisieron echarlos r¨¢pido y me enfad¨¦ y grit¨¦ un poco. Dije muchas veces la palabra respeto. Luego pens¨¦ que no pod¨ªa dejarles ir sin decir nada y cog¨ª el micr¨®fono. En el momento llor¨¦, pero busqu¨¦ que no se viera. [..] Luego le ped¨ª a uno de ellos que hiciera una plegaria. Parte estaba programado, pero la gran frase sali¨® espont¨¢neamente¡±.
?Fue buena idea el viaje visto el panorama que le esperaba? El Vaticano supo a partir del 25 de agosto, al inicio la campa?a militar, que el viaje se complicaba. La visita adquir¨ªa el torno de crisis de refugiados, justo el tema en el que Francisco ha hecho una bandera. Pero en Myanmar, una delicada democracia donde el ej¨¦rcito influye todav¨ªa en las decisiones pol¨ªticas, no podr¨ªa expresarse libremente. Algo que qued¨® muy claro solo dos horas despu¨¦s de aterrizar, cuando el jefe de los uniformados pidi¨® cambiar la agenda sorpresivamente y verse con el Pont¨ªfice adelant¨¢ndose a su encuentro con Aung San Suu Kyi, consejera de Estado y jefa de facto del Gobierno. El Pont¨ªfice, que acept¨® el cambio, quiso matizar en el vuelo. ¡°Hay dos tipos de encuentros: aquellos a los que he ido a ver y los que he recibido. Al general lo recib¨ª porque ¨¦l lo pidi¨® y yo nunca cierro la puerta. Fue una interesante conversaci¨®n donde no negoci¨¦ con la verdad. Lo hice de modo que ¨¦l entendiese que el camino de los malos tiempos hoy no es viable¡±.
Al margen de la misi¨®n local, el proceso de apertura de relaciones del Vaticano con China -que sigue sin aceptar el nombramiento de obispos por parte del Papa y pide que la Santa Sede rompa relaciones con Taiw¨¢n-, permite tambi¨¦n analizar el viaje. Myanmar es una pieza clave en los intereses del gigante asi¨¢tico. De hecho, como Francisco explic¨® en el vuelo, hoy Aung San Suu Kyi se encuentra en Pek¨ªn. ¡°Hay di¨¢logos. China tiene una gran influencia en la regi¨®n, es natural. En todas las misas hab¨ªa ciudadanos chinos¡±, se?al¨® mientras volv¨ªa a insistir en su inter¨¦s por visitar el pa¨ªs, con el que el Vaticano discute desde hace tiempo la reinstauraci¨®n de relaciones. ¡°Las negociaciones son de alto nivel. Tambi¨¦n culturales. [¡]. Pero se debe ir paso a paso, con delicadeza, como se hace. De hecho, ma?ana empieza una reuni¨®n de la Comisi¨®n Mixta ¨Cla comisi¨®n que coordina las relaciones entre ambos estados-. Las puertas del coraz¨®n est¨¢n abiertas. Creo que nos har¨¢ bien a todos un viaje a China¡±.
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