Un juez antimafia, nuevo rostro de la izquierda italiana
Piero Grasso, hist¨®rico magistrado siciliano y actual presidente del Senado, liderar¨¢ el nuevo partido surgido de una nueva escisi¨®n del PD de Matteo Renzi
El lunes se celebraba el nacimiento de un partido y el aniversario de un funeral. Matteo Renzi, el joven primer ministro que logr¨® aglutinar a la izquierda y formar un proyecto integrador en Italia, perdi¨® hace un a?o el refer¨¦ndum constitucional con el que se hab¨ªa jugado el puesto y se march¨® a casa. Desde entonces, siempre vinculado a aquella hecatombe, han cambiado algunas cosas en Italia para que todo siguiera siendo igual. Un ejemplo: Renzi ha vuelto, Silvio Berlusconi ha renacido y la izquierda se ha desintegrado para formar la en¨¦sima corriente que reivindica su ortodoxia. Un partido m¨¢s, en suma, para la compleja partida electoral que se avecina en primavera.?
Piero Grasso, hist¨®rico magistrado antimafia y actual presidente del Senado, es el rostro de esa nueva propuesta. El juez siciliano liderar¨¢ la formaci¨®n surgida de varias divisiones del Partido Democr¨¢tico (PD) de Matteo Renzi y aspira a obtener un 10% de votos en los comicios. Un cap¨ªtulo m¨¢s de la infinita atomizaci¨®n que desangra al centroizquierda italiano que puede terminar beneficiando al pujante centroderecha que lidera Berlusconi. Los autores intelectuales del nuevo artefacto pol¨ªtico, basado en la idea de construir una izquierda alternativa a la oficialista y bautizado como Libres e Iguales, son Massimo D¡¯Alema y Pierluigi Bersani, dos viejos zorros de la pol¨ªtica italiana que jam¨¢s perdonaron la arrogancia de Renzi cuando el florentino intent¨® enterrarles en vida invit¨¢ndoles a la rottamazione (lo que ser¨ªa en Italia entregar el coche viejo al desguace a cambio de un pu?ado de euros para el siguiente).
El nuevo proyecto arranc¨® hace meses. Pero faltaba un nombre de peso como el de Grasso para ponerlo en ¨®rbita y abandonar el aura de resentimiento pol¨ªtico que, inevitablemente, lo acompa?aba. Una presencia de prestigio incuestionable, cultivado durante los a?os de plomo de Sicilia junto a leyendas de la magistratura como Giovanni Falcone o Paolo Borsellino. El magistrado, cuya elecci¨®n tambi¨¦n sirve como ant¨ªdoto al tantas veces imputado Berlusconi, deber¨¢ ahora recuperar a los votantes decepcionados con el PD, la Italia roja de hist¨®ricos feudos como la Emilia Roma?a. Ciudadanos que observan una metamorfosis en Renzi que le ha convertido en un ¡°populista de baja intensidad¡±, como le defini¨® en este peri¨®dico Bersani. Los j¨®venes, los trabajadores precarios, los profesores, el sur. Ese es parte del electorado que hace un a?o le mand¨® a casa en el refer¨¦ndum constitucional. Una parte de ellos se ha refugiado en el Movimiento 5 Estrellas. Otra, simplemente, ha dejado de votar.
El domingo, en un acto al que acudieron 5.000 personas, se sumaron a Libres e Iguales 73 diputados y senadores con esca?o vigente. Como se?al¨® Renzi desde sus redes sociales, el ex primer ministro Massimo D'Alema, una de las mentes m¨¢s extraordinarias de Italia para la fontaner¨ªa y la conspiraci¨®n pol¨ªtica, se encuentra detr¨¢s de la operaci¨®n, que el domingo bendijo abiertamente desde la primera fila de un acto en el que pudo escucharse en nombre de Antonio Gramsci, pero no el de Renzi. El exmagistrado asegur¨® que le hab¨ªan ofrecido ¡°puestos seguros¡±, en referencia al intento del PD por retenerle. ¡°Un hombre solo rodeado de s¨ªse?ores no puede tener ¨¦xito¡±, lanz¨® en evidente referencia al actual secretario del PD, a quien se acusa de no saber delegar. Todo un presidente del Senado que lleg¨® con la escolta al acto y empez¨® su campa?a contra el partido que le eligi¨®.
Renzi, que se ha tragado todo tipo de sapos teledirigidos por D'Alema en los ¨²ltimos meses, cree que votar a Grasso es hacerle el juego a Berlusconi y a Salvini. Libres e iguales, ¡°el en¨¦simo partidito sin influencia¡±, divide y debilita a la izquierda, opina. Pero la realidad es que, simplemente, le obligar¨¢ a negociar con ellos si quiere tener alguna posibilidad de volver al Palacio Chigi y cerrar uno de tantos frentes abiertos. Un pu?ado de votos que D'Alema y compa?¨ªa se cobrar¨¢n caro.
El expremier ya no es el joven que encandil¨® a Italia. Ha perdido autoridad moral en algunas jugadas arriesgadas ¡ªcomo el intento de derrocar al presidente del Bankitalia¡ª y las urnas le han debilitado. Desde 2015 al PD le han arrebatado 25 capitales de provincia ¡ªcon hist¨®ricos feudos como G¨¦nova, de la izquierda desde la Segunda Guerra Mundial¡ª y una regi¨®n como Sicilia. Pero, sobre todo, Renzi ha perdido la exclusiva en el discurso sobre inmigraci¨®n, trabajo o cultura. Y sabe tambi¨¦n que hay otras candidaturas en marcha, Grasso no ser¨¢ el ¨²nico en discutirle ese territorio.
Un juez en la ¨®rbita de Falcone
Nadie discute en Italia el prestigio de una figura clave en la lucha contra la Cosa nostra. Y Piero Grasso (Licata, 1945) edific¨® su carrera durante los a?os sangrientos de Palermo. En 1980 se hizo cargo de la investigaci¨®n por el asesinato de Piersanti Mattarella, entonces presidente de Sicilia y hermano del actual presidente de la Rep¨²blica, Sergio Mattarella. Poco despu¨¦s, en 1985, pas¨® a formar parte del legendario Maxiproceso contra la mafia, liderado por Giovanni Falcone ¡ªasesinado en 1992¡ª y en el que se sentaron en el banquillo 475 imputados.
Los trabajos en la Comisi¨®n antimafia y como fiscal general de Palermo terminaron llev¨¢ndole a dirigir la Direcci¨®n General Antimafia de Italia, donde permaneci¨® dos mandatos. Entre otras cosas, coordin¨® la detenci¨®n del gran capo Bernardo Provenzano, que llevaba 43 a?os fugado.
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