El pastelero que rechaz¨® a una pareja gay divide al Supremo estadounidense
Los jueces escuchan los argumentos en el caso que marcar¨¢ la pauta en la discriminaci¨®n a clientes homosexuales
La entrada al Tribunal Supremo de Estados Unidos estaba este martes partida por la mitad. A los pies de la imponente escalinata, en el lado izquierdo, un grupo eminentemente religioso defend¨ªa a un pastelero de Colorado, llamado Jack Philips, que hace cinco a?os rechaz¨® elaborar una tarta nupcial para una pareja gay alegando sus ideas religiosas. A la derecha, otros activistas arropaban a los dos j¨®venes fueron rechazados como clientes por ser homosexuales. Dentro, las partes presentaban los argumentos del que va a ser el caso del a?o, un punto de inflexi¨®n en los derechos civiles de los homosexuales, y la divisi¨®n se calcaba: los jueces conservadores se mostraban compresivos con el empresario y los progresistas alertaban del grave precedente que sentar¨ªa aprobar ese comportamiento.
Los hechos se remontan al 19 de julio de 2012, cuando Charlie Craig y David Mullins entraron a la pasteler¨ªa Masterpiece Cakeshop de Lakewood, en Colorado, y quisieron encargar una tarta nupcial para celebrar su boda. El due?o se neg¨® arguyendo que eso violentaba sus creencias. La justicia del Estado lo conden¨® por discriminaci¨®n, pero Philips consigui¨® llevar el caso hasta el Supremo, que en la sesi¨®n de este martes abord¨® d¨®nde acaba la libertad religiosa y empieza la homofobia, si un pastel equivale a arte y si el mensaje de esta cambia en funci¨®n de la orientaci¨®n sexual del cliente que la sirve en su boda.
La abogada de Philips, Kristen Waggoner, defendi¨® que el pastel es una pieza art¨ªstica y, por tanto, apelando a la libertad de expresi¨®n consagrada por la Constituci¨®n, ninguna ley ni autoridad puede forzar al artesano a realizar una obra contraria a sus creencias religiosas. Los jueces progresistas le lanzaron entonces varias preguntas. Elena Kagan le plante¨® si, partiendo de su punto de vista, tambi¨¦n los peluqueros o los maquilladores podr¨ªan rechazar a parejas gais, pero Waggoner sostuvo que ellos no hacen arte y su cliente, el pastelero, s¨ª. Stephen Breyer le plante¨® si esa protecci¨®n a la libertad de expresi¨®n es aplicable cuando el pastel que le ped¨ªa no conten¨ªa ning¨²n mensaje de apoyo a la homosexualidad. Tambi¨¦n le plantearon si los mismo es aplicable a la raza y ella lo neg¨®.
El pastelero considera que obligarle a elaborar una tarta para homosexuales es forzarle a usar su arte para celebrar algo que violenta su fe, de la misma manera que tampoco har¨ªa dulces con lemas ate¨ªstas. El problema es que su rechazo al pedido de Graig y Mullins no tiene que ver con el producto en s¨ª, que es el mismo Jack Philips oferta en su establecimiento a todo el mundo, sino con la identidad sexual del que la compra. El razonamiento abre la puerta a que el chef de un restaurante, por ejemplo, rechace servir a una pareja gay que est¨¢ celebrando su aniversario en un restaurante alegando que lo suyo tambi¨¦n es arte.
El Supremo est¨¢ formando por nueve jueces, cinco nombrados por republicanos y cuatro por dem¨®cratas, pero todos los ojos est¨¢n puestos en el juez Anthony M. Kennedy. Forma parte del primer grupo y es considerado conservador, pero su voto en 2015 hizo posible la legalizaci¨®n del matrimonio igualitario en todo el pa¨ªs. En la presentaci¨®n de argumentos, envi¨® mensajes en ambos sentidos de la pugna, con lo que es dif¨ªcil adivinar cu¨¢l ser¨¢ su postura final.
Por una parte, pregunt¨® al procurador general Noel Francisco, que act¨²a de parte de Masterpiece, que si le permit¨ªan a Philips no vender su producto a homosexuales, alg¨²n d¨ªa podr¨ªa poner un cartel en la puerta advirtiendo de que no elabora tartas para parejas del mismo sexo. Cuando Francisco respondi¨® que s¨ª, dijo que se trataba de una afrenta a los homosexuales. Sin embargo, luego critic¨® dos veces el argumentario que la Comisi¨®n de Derechos Civiles de Colorado utiliz¨® en su d¨ªa para dar la raz¨®n a la pareja, ya que uno de sus jueces criticaba que la religi¨®n se hab¨ªa usado de excusa en el pasado para justificar la esclavitud o el Holocausto. "?Podr¨ªa esa resoluci¨®n mantenerse si vemos que algunos de sus miembros se tom¨® su decisi¨®n por hostilidad a la religi¨®n", pregunt¨® el juez del Supremo, para recalcar que la necesidad "tolerancia" por parte de aquella Comisi¨®n. El fallo del Supremo se har¨¢ esperar hasta verano de 2018.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Matrimonio igualitario
- Activismo Lgtbiq
- Matrimonio
- Homofobia
- Comunidad Lgtbiq
- Derechos civiles
- Relaciones pareja
- Activismo
- Estados Unidos
- Familia
- Derechos humanos
- Homosexualidad
- Norteam¨¦rica
- Discriminaci¨®n
- Grupos sociales
- Delitos odio
- Am¨¦rica
- Prejuicios
- Delitos
- Problemas sociales
- Justicia
- Orientaci¨®n sexual
- Sexualidad
- Sociedad
- Edici¨®n Am¨¦rica