Claves de la factura del Brexit: presupuestos, pensiones y pr¨¦stamos

La factura del Brexit contiene casi todo lo que la UE reclamaba a Reino Unido por pagos que quedar¨¢n pendientes en el momento de abandonar la familia europea. Inicialmente, Bruselas estimaba un saldo de 60.000 millones de euros. La cifra convenida este viernes, sin embargo, calca la horquilla que la primera ministra Theresa May sugiri¨® que acceder¨ªa a pagar: entre 40.000 y 45.000 millones de euros. Para conciliar esas dos posturas, los negociadores del Brexit han aplicado buenas dosis de creatividad que permiten a Reino Unido diferir algunos desembolsos y evitar que exista nunca un ajuste oficial de cuentas asociado al divorcio brit¨¢nico. Con este encaje, May traslada a su audiencia que no gastar¨¢ ni un euro m¨¢s de lo prometido, aunque el acuerdo garantiza a la UE que cualquier desfase inesperado en las cuentas ser¨¢ convenientemente saldado.

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En la pr¨¢ctica, el desembolso de un m¨¢ximo de 45.000 millones de euros es una mera orientaci¨®n. La Comisi¨®n Europea siempre ha defendido que resultaba imposible acordar un n¨²mero porque las cantidades pueden evolucionar en el tiempo. Pero el portavoz de May dio por bueno en Londres el tope de 45.000. Y Bruselas prefiri¨® asumirlo ¡ªextraoficialmente¡ª para no incurrir en contradicciones que pudieran debilitar el delicado acuerdo alcanzado este viernes.

El negociador europeo, Michel Barnier, ofreci¨® una buena pista de a qui¨¦n favorece ¡ªa la UE o a Reino Unido¡ª la f¨®rmula financiera pactada. Preguntado si pod¨ªa citar un cap¨ªtulo en el que Bruselas hubiera cedido, Barnier respondi¨®. ¡°S¨ª, hay aspectos en los que me he aproximado al lado brit¨¢nico. No he insistido, por ejemplo, en incluir los gastos derivados de la mudanza de las dos agencias europeas¡±, precis¨® el negociador de la UE, en referencia al cambio de sede que experimentar¨¢n la Agencia Europea de Medicamentos y la Autoridad Bancaria Europea, ahora ubicadas en Londres. Se trata de un detalle insignificante dentro de una factura millonaria. Y adem¨¢s el Gobierno brit¨¢nico se ha comprometido a cooperar en ese traslado.

Ajuste de cuentas

El ajuste de cuentas perfilado entre Londres y Bruselas incluye tres elementos. En primer lugar, las aportaciones que Reino Unido seguir¨¢ haciendo al presupuesto comunitario hasta 2020, fecha en que vence el actual marco financiero de la UE. Son entre 17.000 y 18.000 millones de euros. A continuaci¨®n figura la parte m¨¢s voluminosa, una especie de bolsa con compromisos adquiridos en anteriores presupuestos y a¨²n pendientes de pago. La cuota correspondiente a Londres est¨¢ entre 21.000 y 23.000 millones, aunque solo los ir¨¢ abonando a medida que se materialicen, lo que hace el pago m¨¢s llevadero. Finalmente est¨¢ el cap¨ªtulo de pasivos, principalmente la aportaci¨®n a las pensiones de funcionarios brit¨¢nicos que se retirar¨¢n en el futuro. Son entre 9.000 y 10.000 millones de euros, aunque si se resta la parte respaldada con activos, la cantidad reclamable se queda en 2.000 o 4.000 millones.

Lejos de resultar definitivo, el tope de 45.000 millones que deriva de estas partidas supone, para los negociadores europeos, una estimaci¨®n razonable que no incluye escenarios maximalistas. Estos pueden derivar de la obligaci¨®n que adquiere Reino Unido de asumir los llamados pasivos contingentes, de futuro incierto. Como ejemplo figuran los pr¨¦stamos millonarios concedidos a Ucrania en 2014 para evitar la quiebra. Si Kiev no restituyera los cr¨¦ditos recibidos, el presupuesto comunitario tendr¨ªa que hacer frente. Y como el compromiso de financiar a Ucrania se adquiri¨® antes de la salida brit¨¢nica, Londres asumir¨ªa su parte. El pacto financiero puede suponer, por tanto, una caja de sorpresas que arrastre pagos brit¨¢nicos hasta un horizonte temporal muy lejano. Pero para entonces ¡ªprevisiblemente¡ª el foco de atenci¨®n sobre qui¨¦n paga el Brexit habr¨¢ desaparecido. O al menos eso espera Londres.