Amnist¨ªa Internacional denuncia la complicidad indirecta de la UE en el tr¨¢fico de migrantes
Un amplio informe de la ONG retrata la relaci¨®n entre las mafias y la autoridad de vigilancia de las costas, que recibe apoyo t¨¦cnico y log¨ªstico de Italia y la UE
En pocos meses, Italia?se ha transformado de la principal puerta de acceso de migrantes a Europa al pa¨ªs que m¨¢s ¨¦xito ha tenido en frenar la inmigraci¨®n irregular: entre julio y noviembre de 2017, las llegadas procedentes del Mediterr¨¢neo central ¡ªel principal coladero de indocumentados despu¨¦s del cierre de la ruta balc¨¢nica¡ª?se han reducido en un 67% en comparaci¨®n con el mismo periodo del a?o anterior. El cambiazo ha llegado despu¨¦s que el pa¨ªs transalpino, con el benepl¨¢cito de la UE, haya entablado conversaciones con Libia y haya accedido a brindar apoyo log¨ªstico y entrenamiento a su guardia costera, un organismo que seg¨²n un informe de?Amnist¨ªa Internacional opera en colusi¨®n con los mismos traficantes de personas que fomentan la inmigraci¨®n irregular hacia Europa y act¨²an en constante violaci¨®n de los derechos humanos.??
"Se sabe que los agentes de la guardia costera libia act¨²an en connivencia con redes de tr¨¢fico de seres humanos y han utilizado amenazas y violencia contra personas refugiadas y migrantes a bordo de embarcaciones en peligro", reza el estudio titulado Libya's dark web of collusion (La oscura red de colusi¨®n de Libia, en castellano), elaborado a partir de m¨¢s de?70 entrevistas a migrantes y solicitantes de asilo en T¨²nez y Sicilia, contactos con asociaciones, instituciones y gobiernos as¨ª como documentos y an¨¢lisis de expertos. Las maneras con las que la autoridad encargada de vigilar las costas hace negocio con las mafias va desde escoltar las barcazas hasta agua internacionales previo pago de una mordida hasta devolver a los inmigrantes directamente a los traficantes una vez interceptados en el mar.
"Bobo [el traficante] nos asegur¨® que la armada no nos detendr¨ªa en el mar. ?l trabaja con la marina. La salida fue a las 3 pm. Un buque nos acompa?¨®. El jefe de la marina estaba en el barco (¡). Hab¨ªa seis de ellos; uno estaba en nuestro bote, sentado en la parte posterior con el capit¨¢n (¡). Nos indicaban d¨®nde ir. Cuando llegamos a las aguas internacionales, ¨¦l que estaba en nuestro barco se subi¨® con ellos. Nos dijeron que un gran barco vendr¨ªa y nos salvar¨ªa. Nos ense?aron el camino y se fueron", relata un?migrante senegal¨¦s entrevistado por Amnist¨ªa que zarp¨® desde Libia y lleg¨® a Italia el pasado marzo.
Migrantes de diferentes nacionalidades han asegurado que algunos traficantes hasta dibujan un s¨ªmbolo previamente pactado en las embarcaciones, a menudo de color rojo, para se?alar que ya han pagado cuota a las autoridades encargadas de vigilar las costas. ¡°La polic¨ªa no para los barcos que tienen la marca. Es una se?al de que la deuda ha sido pagada¡±, asegura un migrante nigeriano.
La guardia costera libia forma parte de la Armada, que a su vez depende del Ministerio de Defensa. Desde el pasado agosto ha vuelto a controlar su zona SAR ¡ªdesde 2011 bajo la coordinaci¨®n de Italia¡ª?y ha vetado a las ONG el acceso a sus aguas territoriales. Un experto en migraciones consultado por Amnist¨ªa, y con acceso regular a las tres ciudades clave en el tr¨¢fico de migrantes (Zauiya, Sabratah y Zuara, en el oeste del pa¨ªs), asegura que parte de los milicianos que se negaron a dejar las armas despu¨¦s del derrocamiento de Muamar el Gaddafi?se han incorporado a las filas de la guardia costera en busca de un estatus oficial que le permita un mayor control sobre las rutas de tr¨¢fico il¨ªcito.
Moussa (nombre ficticio), de Gambia, relata una tercera forma de "colaboraci¨®n" entre las mafias y la guardia costera: decir el nombre del traficante que ha organizado el viaje. "Cinco minutos despu¨¦s de salir de Sabrata, salieron otros 10 botes del mismo centro. ?ramos los ¨²ltimos. Cuando salimos, una lancha nos detuvo. Vest¨ªan uniformes. Era la Guardia Costera libia y nos pregunt¨®: "?De qu¨¦ hombre vienes? Les dijimos 'Mohamed Sabrata' y dijeron: '?OK, idos!'".
La responsabilidad de la UE
A finales de septiembre hab¨ªa 416.556 migrantes varados en Libia, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones. El pa¨ªs, que desde 2011 no cuenta con un gobierno central, se ha convertido en un terreno f¨¦rtil para que prosperen actividades delictivas que espacian desde el contrabando de armas hasta el tr¨¢fico de personas. Hace menos de un mes se daba a conocer c¨®mo j¨®venes africanos eran vendidos en subastas como esclavos. Pese a ello, Roma y Bruselas han brindado apoyo a la guardia costera del pa¨ªs; tambi¨¦n han proporcionado asistencia a las autoridades de los centros de detenci¨®n?¡ªreconocidas f¨¢bricas de violaciones de derechos humanos¡ª y han firmado acuerdos con las autoridades locales, l¨ªderes tribales y grupos armados que de facto controlan el territorio, enumera el informe de Amnist¨ªa.?
A principios de noviembre, la guardia costera libia entorpeci¨® un rescate de la ONG alemana Sea Watch?en el Mediterr¨¢neo al arrojar objetos a los migrantes que intentaban subirse al bote de emergencia. La operaci¨®n se sald¨® con al menos cinco fallecidos y, aunque no sea la primera vez que la autoridad norteafricana cometa acciones imprudentes, Amnist¨ªa destaca que s¨ª parece ser la primera vez que lo hace a bordo de una embarcaci¨®n proporcionada por un Gobierno europeo.?
La embarcaci¨®n empleada ese d¨ªa por la guardia costera libia, la?Ras Jadir,?fue donada este a?o por el Gobierno italiano a las autoridades norteafricanas. "Los Gobiernos europeos no s¨®lo son plenamente conscientes de estos abusos; adem¨¢s, al apoyar activamente a las autoridades libias para que detengan las traves¨ªas por mar y retengan a la gente en Libia, son c¨®mplices de estos delitos" ha declarado?John Dalhuisen, director de la ONG para Europa.
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