La foto de la ni?a guaran¨ª que bebe agua del suelo tiene una historia detr¨¢s

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¡°?Ten¨¦s sed, ten¨¦s calor?¡±, le pregunta Patricia Fern¨¢ndez a una ni?a que como ¨²nica respuesta asiente con la cabeza. Una foto tomada por Fern¨¢ndez, que recorri¨® el mundo, la muestra lamiendo un charco de agua en una plaza c¨¦ntrica de la ciudad de Posadas (a 1.100 km de Buenos Aires), bajo un calor sofocante que superaba los 40 grados. Todo ocurre en el coraz¨®n del acu¨ªfero guaran¨ª, una de las mayores reservas de agua dulce del planeta. Nada se sabe de la peque?a, ni como se llama, ni cuantos a?os tiene. Su mam¨¢ y sus hermanos, presentes en la escena, no hablan espa?ol y apenas esbozan algunas palabras en guaran¨ª. Todos ellos pertenecen a una comunidad del pueblo Mbya Guaran¨ª cuyos miembros se acercan al centro de la ciudad para pedir limosna.

¡°Esta situaci¨®n se repite hace ocho a?os¡±, confirma Fern¨¢ndez en di¨¢logo con EL PA?S. La mujer trabaja para el sitio Misiones Online y captur¨® la escena con la voluntad de acercar una soluci¨®n, al menos transitoria, para una injusticia que naci¨® a principios del siglo XVII, con la fundaci¨®n de la primera reducci¨®n jesuita en la regi¨®n. ¡°El tema me tocaba de cerca porque vivo a pocos metros y cuando me mud¨¦ yo estaba embarazada. Ve¨ªa a las mam¨¢s con sus hijos, ah¨ª tome conciencia y comenc¨¦ a ayudarlas¡±. Apenas publicada, la foto se hizo viral y gracias al aporte de empresarios, aparecieron por la plaza dos camionetas con agua mineral, helados de palito y otras golosinas. Pero s¨®lo signific¨® un parche, para un problema mucho m¨¢s amplio.

Para el titular de Asuntos Guaran¨ªes de Misiones, Arnulfo Ver¨®n, ¡°es s¨®lo una foto¡±. En di¨¢logo con Radio Libertad calific¨® la imagen como ¡°tr¨¢gica¡± y la compar¨® con la foto de Aylan Kurdi, el ni?o sirio que apareci¨® muerto en la playa de la isla griega de Kos, y hasta con la que tom¨® Kevin Carter en Sud¨¢n y muestra a un ni?o a punto de morir, con un cuervo esperando a su lado. Ver¨®n dice que existen 2110 familias mby¨¢s Guaran¨ª en toda la provincia de Misiones, que viven en 107 asentamientos. Pero aclara que s¨®lo unas 20 o 30 piden ayuda en la ciudad, una actividad que ¡°entre todos debemos evitar que siga sucediendo¡±. ¡°El 100% de los ind¨ªgenas tiene acceso a la asignaci¨®n por hijo, tienen viviendas y reciben ayuda de programas. Mientras la gente le siga dando moneda y comida, seguir¨¢n en la ciudad¡±, opina Ver¨®n.

El Censo Nacional de Poblaci¨®n de 2010 revel¨® la existencia de 7379 personas que se autoreconocen como mby¨¢s en todo el pa¨ªs, 6349 de los cuales viven en la provincia de Misiones. ¡°El 87% de las familias tiene acceso al agua potable y a la electricidad y m¨¢s del 90% de los ni?os tienen acceso a la educaci¨®n¡±, dice Ver¨®n. ¡°Siempre hay un adulto detr¨¢s, por eso no hay que darle moneda a ning¨²n ni?o. Nosotros le damos la herramienta y no van a parar a sus tierras¡±, completa.

¡°No es una realidad generalizada¡±, responde una integrante de la comunidad Teko¨¢ Arand¨² (lugar de sabidur¨ªa, en idioma guaran¨ª) de Pozo Azul que teme dar su identidad. ¡°Existe una pobreza estructural entre las comunidades y hay clientelismo con algunos caciques amigos de Ver¨®n, pero tambi¨¦n hay una exposici¨®n muy grande a las tecnolog¨ªas de las ciudades. Muchos j¨®venes que ahora est¨¢n mendigando son estudiantes pero hoy est¨¢n ahogados, no encuentran respuestas y sus propias familias no los pueden contener¡±, dice. ¡°Las comunidades que viven cerca de las ciudades est¨¢n expuestas a mayor consumismo. Mientras nosotros, al norte de la provincia, conservamos nuestros montes, ellos a su alrededor tienen casinos y bares¡±, grafica. Aunque lejos de la ciudad existen un problema mayor, la forestaci¨®n industrial y las enfermedades que ellas conllevan.

¡°Las comunidades viven rodeadas de pinos donde antes hab¨ªa monte¡±, dice el diputado provincial Mart¨ªn Sereno, del Partido Agrario y Social. De 100 aldeas, hay 30 que no tienen agua ni luz, a otras 30 no les han reconocido aun la propiedad comunitaria de la tierra y no tienen caminos. La mayor¨ªa est¨¢ afectada por la plantaci¨®n de pinos de la firma chilena Arauco (exAlto Paran¨¢), empresa que condensa m¨¢s de la mitad de la actividad maderera en la provincia. ¡°Si estas familias (las de la plaza) tuvieran la posibilidad de un trabajo o tierras para cultivar, algo indispensable para los ind¨ªgenas, no tendr¨ªan la necesidad de abandonar sus casas para ir a mendigar¡±, resume la mujer de Pozo Azul. As¨ª, el problema no parece ser s¨®lo la foto de una ni?a bebiendo de un charco de agua.