Est¨¢ carb¨®n
Nada mejor que enredar las palabras para intentar decir lo indecible
Mi amigo Sergio Vera dominaba el bello arte de hablar al rev¨¦s. Llegaba a la never¨ªa y ped¨ªa un cono doble de vainilate con choconilla o una nieve de li?a con pim¨®n; en los bares, a tedia marde, sol¨ªa pedir un Martini con su respectuna aceitiva y para calmarme los nervios en tiempos de ex¨¢menes, dec¨ªa cafelate un tomasito y c¨ªgate un fumarro.
Lo recuerdo ahora que los Magos Reyes cierran el ciclo de la et¨ªlica celebraci¨®n anual que arranca el d¨ªa de la guadalupana y que obnubila la funcionalidad de tantas burocracias durante por lo menos un mes. Ahora que despertamos a la cuesta de un enero enrevesado, nada mejor que enredar las palabras para intentar decir lo indecible o desentender lo que supuestamente explican con claridad los analistas: todo repunte y esperanza ha de pasar por el rasero de la realidad y as¨ª cuadren algebraicamente las cuentas de los ec¨®nomos, lo cierto es que est¨¢ carb¨®n; en tanto se vislumbre un concierto democr¨¢tico con elevada calidad en el debate civilizado, la verdad es que est¨¢ carb¨®n y as¨ª nos podemos seguir en cada media y calcet¨ªn que ¨Ca la espera de recibir aguinaldos¡ªs¨®lo encuentra pulidos pedazos de carb¨®n como castigo inapelable.
Llegan los Magos Reyes con las novedosas facturas para la orde?a de los impuestos y el letrero no reza "Favor de pagar en la caja", sino "Favor de cagar en la paja" del pesebre inencontrable donde se resguarda todo el ingreso que ha de sufragar las campa?as de todos los rumiantes, los gastos del buey y el heno de los pastores que dependen de la mordida o el chayote o la d¨¢diva para acarreados, la limosna para todos los actos de campa?a en la campi?a sobrepoblada de ovejas silentes y asnos rumiantes. Toneladas de paja para millones de borregos. La costosa paja de toda la nefanda publicidad electoral y la invisible movida para ir alisando los senderos de la nueva impunidad, la renovada amnesia y el despilfarro por venir; pura paja en tanto llegue el Mundial de F¨²tbol con el placebo de un quinto partido o la inesperada epifan¨ªa de un nuevo manto de petr¨®leo en el espejo negro de Tezcatlipoca o la distracci¨®n sensacionalista de alguna diva de telenovela o el chisme que dura meses o la aparici¨®n milagrosa de una imagen inexplicable o la ira generalizada contra un nuevo villano con cuernos o la tarabilla de una cancioncilla pegajosa.
Que no panda el c¨²nico y que sadie nalga. No te nervies pongoso y abr¨®chate el cegurr¨®n de senturidad, porque todo parece que est¨¢ carb¨®n¡ y quiz¨¢ el rejor memedio sea voltearle todas las s¨ªlabas posibles al de por s¨ª enrevesado discurso con el que nos marean tantos pol¨ªticos, despedir de entrada a los reci¨¦n llegados que vienen a pomarnos el telo y darle la bienvenida con aplausos a todos los que se van bien lejos¡ aunque siempre anden cercas.
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