Europa profundiza la relaci¨®n con Ir¨¢n pese a las amenazas de Trump

Europa estrecha lazos con Ir¨¢n para garantizar la supervivencia del acuerdo nuclear. Frente a las amenazas estadounidenses de romper el emblem¨¢tico pacto alcanzado bajo la Administraci¨®n de Barack Obama, la Uni¨®n Europea intensifica las relaciones comerciales y allana el camino para las inversiones. El Banco Europeo de Inversiones prepara garant¨ªas para los empresarios que desarrollen proyectos en la segunda econom¨ªa de Oriente Pr¨®ximo. Un centenar de empresas viajar¨¢n en mayo a Teher¨¢n, de la mano de la Comisi¨®n Europea, para abrir mercados en energ¨ªas renovables.

La UE se ha convertido en la principal valedora ¡ªtambi¨¦n en la gran beneficiaria¡ª de la paz nuclear firmada entre las grandes potencias mundiales e Ir¨¢n en 2015. Mientras el presidente Donald Trump amaga con retirarse si el acuerdo no se renueva y Rusia y China mantienen un apoyo m¨¢s o menos impl¨ªcito, los firmantes europeos de ese marco (Francia, Alemania, Reino Unido y todo el club comunitario) pisan el acelerador. Los ministros de Exteriores de esos tres pa¨ªses y la jefa de la diplomacia europea se reunieron la pasada semana con su hom¨®logo iran¨ª, en v¨ªsperas de la decisi¨®n estadounidense sobre la prolongaci¨®n del levantamiento de sanciones que implic¨® el pacto, para urgir a Trump a que lo mantenga. De momento el l¨ªder estadounidense no ha reinstaurado el castigo diplom¨¢tico vinculado al programa nuclear iran¨ª, pero los temores crecen. Y Europa trata de prepararse por si llega ese momento.

El presidente iran¨ª, Hasan Rohan¨ª, se agarra a ese respaldo europeo para fortalecerse y sofocar las protestas que ha desestabilizado el pa¨ªs en las ¨²ltimas semanas. El acuerdo nuclear es, en su opini¨®n, "una victoria de largo alcance para Ir¨¢n" y "Estados Unidos ha fracasado al intentar minarlo", asegur¨® este fin de semana a la televisi¨®n iran¨ª.

El adi¨®s a las sanciones de Naciones Unidas ¡ªy de la UE y Estados Unidos por separado¡ª que desde 2006 castigaron a Ir¨¢n por su programa de proliferaci¨®n nuclear, ahora bajo supervisi¨®n internacional, ha dado un vuelco a las relaciones europeas con ese vecino oriental. De darse la espalda mutuamente, los dos bloques han pasado a elevar sus flujos comerciales un 79% desde que se suspendieron las sanciones que prohib¨ªan muchos de los intercambios con ese pa¨ªs (entre ellos los energ¨¦ticos). La producci¨®n de petr¨®leo ha vuelto a niveles anteriores al castigo diplom¨¢tico y la inversi¨®n extranjera despega, con empresas europeas como Total, Vodafone o Peugeot al frente de esa ola. Las cifras, eso s¨ª, a¨²n est¨¢n muy lejos de reproducir la situaci¨®n previa a las sanciones, cuando Europa era el primer socio comercial de Ir¨¢n. Hoy es el quinto.

La energ¨ªa es uno de los ¨¢mbitos con mayor recorrido. Ir¨¢n posee las segundas reservas mundiales de gas y las cuartas de petr¨®leo. Pero sus infraestructuras quedan obsoletas para explotar ese potencial y las firmas europeas tratan de hacer negocio paliando esas carencias. El comisario europeo de Acci¨®n por el Clima y Energ¨ªa, Miguel Arias Ca?ete, viajar¨¢ en mayo con un centenar de empresas a Teher¨¢n para celebrar un foro sobre energ¨ªas renovables, seg¨²n avanzan fuentes comunitarias. Ir¨¢n, que parte pr¨¢cticamente de cero, se ha fijado como objetivo obtener un 5% de su energ¨ªa de fuentes no contaminantes en 2020. Adem¨¢s de contratos procurar contratos a las firmas europeas, este esfuerzo beneficia la reducci¨®n de emisiones contaminantes a la que se ha comprometido casi todo el planeta (con la sonora excepci¨®n de Estados Unidos, que se retir¨® tras la llegada de Trump) en el Acuerdo de Par¨ªs.

Resistencia de los bancos

El tal¨®n de Aquiles de toda esa expansi¨®n en Ir¨¢n est¨¢ en las reticencias del sector financiero a favorecerla. Ante el recelo estadounidense, los bancos no se han cre¨ªdo del todo el fin de las sanciones y apenas ofrecen capital para proyectos en el pa¨ªs persa. Como muestra de que la inversi¨®n en Ir¨¢n se ha convertido en una pol¨ªtica de m¨¢ximo inter¨¦s para la UE, el Banco Europeo de Inversiones, poco dado a los proyectos de riesgo, est¨¢ trabajando en un programa de garant¨ªas para firmas europeas con planes en energ¨ªa, transportes, construcci¨®n y sanidad. Contar con ese respaldo financiero desbloquear¨ªa algunos proyectos ahora inviables porque la banca no les da cr¨¦dito.

El proyecto europeo pretende tambi¨¦n anticiparse a una hipot¨¦tica retirada definitiva del pacto nuclear por parte de Estados Unidos. Ese movimiento desencadenar¨ªa una reimposici¨®n de sanciones a las empresas que comercien con Ir¨¢n. Europa es consciente de los perjuicios de ese escenario, con sus empresas como posible blanco de las represalias estadounidenses. Ante esa coyuntura, la UE podr¨ªa aplicar dos doctrinas. La primera, intentar lograr una exenci¨®n de las sanciones para las empresas europeas, como ocurri¨® con la llamada ley Helms Burton, por la que Washington castigaba a las compa?¨ªas que invirtieran en Cuba. Europa, gran inversora en la isla, logr¨®, mediante presi¨®n diplom¨¢tica, que la Administraci¨®n estadounidense librara de esa norma a las firmas europeas. La segunda consistir¨ªa en adoptar represalias europeas contra esa medida estadounidense. Ninguna de las opciones parece sencilla, especialmente con Trump como interlocutor.