El papa Francisco llega a Chile para salvar a su iglesia, la m¨¢s d¨¦bil de la regi¨®n
Francisco trata de cambiar la imagen de una iglesia arrasada por esc¨¢ndalos de abusos sexuales y una sociedad cada vez m¨¢s laica
Chile sigue siempre un ritmo aparte del resto de la regi¨®n. Por eso el primer Papa latinoamericano, que ha realizado varios exitosos viajes a su continente, donde es recibido siempre con entusiasmo, llega a Chile con una misi¨®n diferente: salvar a una iglesia en graves problemas, acorralada por varios esc¨¢ndalos de abusos sexuales en el pa¨ªs latinoamericano que, con Uruguay, tiene un porcentaje menor de cat¨®licos y mayor de ateos. ¡°Para m¨ª no ser¨¢ un viaje dif¨ªcil. Estudi¨¦ aqu¨ª y tengo muchos amigos y conozco bien Chile¡±, trat¨® de minimizar el Papa de camino a Chile para seguir hacia Per¨². Estar¨¢ tres d¨ªas en cada pa¨ªs.
La presidenta Michelle Bachelet lo recibi¨® a su llegada al?aeropuerto de Santiago de Chile este lunes. Para ella, que est¨¢ a punto de abandonar el poder, el viaje papal es un espaldarazo de imagen definitivo que puede servir para recuperar su imagen. Bachelet estuvo hundida en la encuestas hace dos a?os y en el final de mandato ha ido recuperando poco a poco apoyo. El Papa acept¨® venir cuando a¨²n era presidenta ella y antes de que asuma el derechista Sebasti¨¢n Pi?era, con el que no tendr¨¢ ninguna reuni¨®n. A¨²n as¨ª, el Papa y Bachelet tienen diferencias, en especial la reciente aprobaci¨®n de la despenalizaci¨®n del aborto. En su primer recorrido por Santiago nada m¨¢s aterrizar, la ¨²ltima parte en Papam¨®vil, Francisco y su s¨¦quito vieron unas calles con fieles entusiastas y muy alegres, en su mayor¨ªa adolescentes de los colegios cat¨®licos, pero no hubo aglomeraciones. El Papa salud¨® y se acerc¨® a un grupo de fieles frente a la nunciatura antes de entrar a descansar tras un viaje muy largo, el mayor vuelo directo que tiene Alitalia, seg¨²n record¨® a los periodistas.
La crisis que vive la iglesia chilena es tan evidente que ni siquiera sus m¨¢ximos responsables lo niegan. ¡°El Papa va a encontrar una iglesia que est¨¢ en crisis. Y no niego que parte se debe a una situaci¨®n concreta que ha vivido estos a?os la iglesia en Chile, con los casos de abusos. Son casos grav¨ªsimos. Pero las crisis son siempre una oportunidad de mejorar¡±, admit¨ªa en el peri¨®dico chileno La Tercera Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, pocas horas antes de la llegada del Papa.
El asunto de los abusos es uno de los m¨¢s sensibles de la visita, que tiene otras cuestiones delicadas, en especial el encuentro con los mapuches y el probable apoyo del Papa a la causa de los pueblos originarios de Am¨¦rica. En los ¨²ltimos a?os se han producido m¨¢s de 80 denuncias de abusos, y una de ellas es especialmente delicada porque Francisco nombr¨® obispo de Osorno a Juan Barros, al que las v¨ªctimas del sacerdote Fernando Karadima, condenado y apartado de la Iglesia, reprochan su cercan¨ªa al abusador. Barros sufri¨® manifestaciones cuando fue nombrado obispo pero sigue en su puesto. Francisco lleg¨® a decir que Osorno sufre ¡°por tonta¡±, porque ¡°no hay ninguna prueba¡± contra Barros, al que siempre ha defendido. Algunas v¨ªctimas de Karadima, en su mayor¨ªa chicos de clase media acomodada y de familias muy conservadoras cercanas a la Iglesia, han intentado que el Papa les reciba pero de momento no est¨¢ previsto.
La visita, negociada como todas desde hace m¨¢s de un a?o, se ha ido complicando poco a poco hasta el punto de que han surgido incluso grupos que han atacado cinco iglesias y rechazan el coste de la visita papal. Santiago est¨¢ blindado para la llegada de Francisco, en especial la zona de Providencia, donde est¨¢ la Nunciatura, y el parque O¡¯Higgins, donde ofrecer¨¢ una misa masiva para la que esperan 400.000 personas. El Gobierno chileno insiste en que se trata de grupos ¡°peque?os, con capacidad de acci¨®n limitada¡±. Estos ataques no tienen apoyo social, pero el coste de la visita s¨ª est¨¢ generando un debate en algunos sectores en una sociedad que ha evolucionado hasta convertirse en una de las la m¨¢s laicas de Latinoam¨¦rica.
Chile pierde fieles cat¨®licos de forma acelerada. En una reciente y respetada encuesta regional, el Latinobar¨®metro, se detalla que mientras en el cercano Paraguay el 89% de los ciudadanos se declara cat¨®lico ¡ª80% en M¨¦xico y 73% en Colombia o Per¨²¡ª en Chile baja al 44%.? Pero lo m¨¢s inquietante es que no hay una competencia con los evangelistas, como en otros pa¨ªses, en especial en Centroam¨¦rica y Brasil ¡ªen Guatemala llegan al 41%¡ª sino que el verdadero rival es el ate¨ªsmo, ya que el 38% de los chilenos dice que no tiene ninguna religi¨®n, un r¨¦cord regional que dobla la media.?El desplome desde 1995 de los que se declaran cat¨®licos ha sido de casi 30 puntos.?En Argentina, el pa¨ªs del Papa, el 21% se declara sin religi¨®n y el 66% cat¨®lico. "Chile es un pa¨ªs secularizado, lo sabemos, ellos han mirado mucho a Europa y en especial a Espa?a, donde sucede algo parecido", comentaba a EL PA?S un cardenal del s¨¦quito papal tras la llegada del Pont¨ªfice.
El Papa viene a salvar a la Iglesia chilena, pero ¨¦l tampoco sale bien parado. Mientras en Paraguay el Papa Francisco recibe una media de 8,3 en una escala del 1 al 10, Chile es el pa¨ªs que peor lo valora con un 5,1. Adem¨¢s, est¨¢ perdiendo puntos con los a?os. La confianza en la iglesia chilena, que tambi¨¦n es la m¨¢s baja de los 18 pa¨ªses analizados, se desplom¨® con el caso Karadima. Adem¨¢s, la sociedad chilena est¨¢ cada vez m¨¢s alejada de sus ¨¦lites, algo que est¨¢ devorando a la clase pol¨ªtica que pilot¨® la transici¨®n desde la dictadura de Augusto Pinochet.
La visita es muy diferente a la ¨²ltima llegada de un Papa a Chile, en 1987, cuando Juan Pablo II viaj¨® en plena dictadura. Francisco ya ha anunciado que recibir¨¢ a algunos familiares de desaparecidos de Pinochet. La iglesia chilena, al contrario que la argentina, fue cr¨ªtica con la dictadura y tuvo choques importantes con Pinochet. Pero en los ¨²ltimos tiempos ha tenido una deriva conservadora que la ha alejado poco a poco de sus fieles. Y ah¨ª es donde entra Francisco, el Papa latinoamericano que fue elegido entre otras cosas para frenar la sangr¨ªa en su tierra.
El Papa pasa por encima de Argentina y la esquiva
Hasta ahora disimulaba un poco. El papa argentino viaj¨® a Brasil, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Cuba, M¨¦xico y Colombia. Ya cuando visit¨® Paraguay, fronterizo con Argentina, y no se anim¨® a acercarse a su tierra, las excusas empezaron a agotarse.?
Los fieles argentinos cruzaron la frontera en masa para ver a un Papa que no solo sigue siendo ciudadano del pa¨ªs austral sino que tiene una enorme presencia en la pol¨ªtica de este pa¨ªs al que no ha vuelto desde que se march¨® para participar en el c¨®nclave que lo eligi¨® en 2013. El argentino m¨¢s universal, para muchos un peronista puro, esquiva el regreso a su tierra. As¨ª que la elecci¨®n de Chile, un pa¨ªs casi inalcanzable desde Europa sin pasar por encima de Argentina, ha dejado en evidencia lo que muchos sab¨ªan: que el Papa se niega a volver a su tierra. ¡°Es doloroso que pase por arriba nuestro y aterrice en otro lado¡±, ha admitido la Iglesia argentina, que ¨¦l dirigi¨®.
Francisco cumpli¨® con el protocolo y envi¨® un telegrama a los presidentes de cada uno de los pa¨ªses que sobrevol¨®. En el mensaje que envi¨® a Macri evit¨® referirse a una eventual visita y envi¨® "buenos augurios a sus compatriotas". "Al sobrevolar el espacio a¨¦reo argentino, le brindo mis calurosos saludos y env¨ªo desde el coraz¨®n mis buenos deseos a toda la gente de mi madre patria, asegur¨¢ndole mi cercan¨ªa y bendiciones. Les pido a todos, por favor, que no dejen de rezar por m¨ª", indic¨® en el texto, escrito en ingl¨¦s.
Como suele suceder con los argentinos m¨¢s conocidos del mundo, incluido Messi, el Papa genera enormes divisiones en su tierra. Los antiperonistas lo detestan porque le ven demasiado vinculado a ese movimiento. Los macristas le reprochan sus choques con el presidente. En el entorno de Francisco dicen que ¨¦l no volver¨¢ hasta que su figura no genere divisi¨®n sino unidad. Pero eso puede no suceder nunca. Y si est¨¢ esperando a que Macri no est¨¦ en el poder, tambi¨¦n puede pasar mucho tiempo. As¨ª que miles de argentinos cat¨®licos cruzan estos d¨ªas a Chile para ver al Papa.
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