La joven promesa del SPD recorre Alemania en busca del ¡®no¡¯ a la gran coalici¨®n
Kevin K¨¹hnert hace terapia a los militantes socialdem¨®cratas en un s¨®tano de Berl¨ªn
A partir de las siete de la tarde del pasado martes, los militantes de Friedenau van dej¨¢ndose caer por la sede del SPD local. Faltan cinco d¨ªas para que su partido tome una decisi¨®n que viven como existencial y esta noche van a recibir la visita de un invitado muy destacado. Kevin K¨¹hnert, de 28 a?os, es la estrella ascendente de las juventudes socialdem¨®cratas, pero es adem¨¢s el hombre que aspira a que el congreso extraordinario del partido vote el domingo en contra de una gran coalici¨®n entre los dos grandes partidos alemanes. Esta semana recorre el pa¨ªs en busca de apoyos a su causa, pero la de Friedenau es una parada muy especial. Este s¨®tano del sur de Berl¨ªn es la sede local del barrio en el que K¨¹hnert ha crecido como pol¨ªtico.
Lo que sigue es una suerte de ejercicio introspectivo que deja claro que el partido atraviesa una crisis estrat¨¦gica, pero tambi¨¦n emocional. La moral est¨¢ por los suelos y los militantes est¨¢n perdidos. Se sienten obligados a decidir entre una opci¨®n mala y otra peor. Su partido se encuentra en un callej¨®n de dif¨ªcil salida.
K¨¹hnert llega rodeado de una nube de fot¨®grafos y c¨¢maras y habla durante media hora larga sin papeles frente a ¡°los compa?eros¡± de porqu¨¦ cree que el SPD, que sufri¨® una derrota hist¨®rica el pasado septiembre, solo podr¨¢ reconstruirse en la oposici¨®n. Que formar una nueva gran coalici¨®n con el bloque conservador de la canciller Angela Merkel equivale a su juicio a dispararse a los pies.
Pero cuando K¨¹hnert termina de hablar y las c¨¢maras y los focos salen por la puerta, da comienzo una suerte de terapia psicopol¨ªtica en la que decenas de militantes se preguntan c¨®mo su partido ha podido caer tan bajo ¨Cen septiembre lograron el peor resultado desde 1933, un 20,5%- y en la que los veteranos camaradas le piden al joven K¨¹hnert orientaci¨®n y consuelo. El mundo en el que el poder¨ªo de la socialdemocracia alemana y europea era indiscutible ya no existe y los nuevos tiempos resultan para muchas de las cabezas llenas de canas que hoy han venido hasta aqu¨ª, pol¨ªticamente inasibles y desconcertantes.
En la primera fila la mayor¨ªa levanta la mano, en la segunda tambi¨¦n. Casi todos quieren hablar, necesitan desahogarse. ¡°En el SPD tenemos buenos pol¨ªticos, pero da igual que estemos en el Gobierno o en la oposici¨®n, al final siempre perdemos. Todas las alternativas son malas¡±, se lamenta un participante. ¡°Si decimos que no a la gran coalici¨®n y hay nuevas elecciones no sacaremos m¨¢s del 15%!¡±, se alarma un segundo militante. Otro: ¡°lo que no entiendo es por qu¨¦ no conseguimos emerger de ninguna gran coalici¨®n como ganadores¡±.
Una cuarta: ¡°`La direcci¨®n del [SPD] deber¨ªa explicar mejor que se trata solo de un borrador que luego se puede mejorar¡±. Y despu¨¦s, un hombre de la tercera fila, muy afectado: ¡°Estamos traumatizados [¡] ?Por qu¨¦ no podemos ser m¨¢s valientes?. La nuestra es una crisis existencial. ?Qu¨¦ queremos? ?Qu¨¦ defiende el SPD?¡±. Otro m¨¢s: ¡°?C¨®mo podemos lograr que la CDU nos tome en serio, que nos respeten?¡±. Y tambi¨¦n uno que levanta aplausos: ¡°Merkel es un modelo acabado, ?por qu¨¦ nos estamos aferrando a ella?. Esto va de prepararse para el d¨ªa despu¨¦s de la era Merkel¡±.
Pregunta al terapeuta
La mayor¨ªa de los militantes de Friedenau rondan la edad de jubilaci¨®n y muchos no comulgan con las tesis de K¨¹hnert, pero en este momento pol¨ªtico, cualquier ayuda es v¨¢lida; buscan su opini¨®n como quien pregunta al terapeuta. El joven rebelde socialdem¨®crata responde una a una las intervenciones. Decir que no a la Groko ¨Cel acr¨®nimo como se conoce a la gran coalici¨®n en Alemania- no significa ir a nuevas elecciones, defiende. Que un Gobierno de minor¨ªa de Angela Merkel, en el que el SPD apoye en temas puntuales como la pol¨ªtica europea es posible. Que a pesar de que sea un borrador es poco realista pensar que con un 20,5% de los votos, van a ser capaces de conseguir mucho m¨¢s en las negociaciones formales.
Europa figura como la prioridad en el que deber¨ªa ser el esqueleto del pr¨®ximo gobierno CDU/ CSU. Es tambi¨¦n uno de los temas que m¨¢s preocupan en el s¨®tano de Friedenau. ¡°Tenemos la posibilidad de salvar Europa. Tengo miedo de que Europa se rompa¡±, confiesa un hombre canoso. "En la UE tenemos una ventana de 12 meses para actuar", anuncia haci¨¦ndose eco del argumento de los que piensan que con un presidente tan proactivo y pro europeo como Emmanuel Macron en el El¨ªseo, hay que actuar antes de las pr¨®ximas elecciones europeas. Los militantes observan adem¨¢s con preocupaci¨®n las barbas de sus vecinos socialistas europeos. ¡°Si no nos renovamos, en cuatro a?os estaremos hundidos como los socialistas franceses¡±.
Y as¨ª, bien entrada la noche del martes, departen durante casi dos horas. Algunos han venido con la lecci¨®n aprendida, con la enmienda contraria a la gran coalici¨®n que se presentar¨¢ en el congreso extraordinario del domingo subrayada.
Al final de la sesi¨®n, los camaradas, como se llaman entre ellos, deciden votar si est¨¢n a favor o en contra de la gran coalici¨®n solo para medir las fuerzas de ambos bandos. Ganan por la m¨ªnima los favorables a volver a ser un socio minoritario en un Ejecutivo de Merkel.
¡°El SPD est¨¢ partido en dos y eso no es bueno¡±, resume despu¨¦s en el bar de la agrupaci¨®n Theodoro Winters, un urbanista de 67 a?os. ¡°Siempre ha habido debate y tensiones, pero con un resultado del 20%, las tensiones se agudizan¡±, a?ade. Ingeborg Ludwig, otra veterana explica que es la primera vez que vive ¡°discusiones tan emocionales¡±. Como otros, dice que a¨²n no ha decidido qu¨¦ quiere y que en cualquier caso, al margen de lo que suceda en el congreso del domingo, todos los militantes, unos 450.000, tendr¨¢n la ¨²ltima palabra cuando voten el acuerdo de coalici¨®n dentro de unas semanas. Y advierte: ¡°Si decimos que no, ser¨¢ que no¡±.
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