El meme como plan de gobierno
La campa?a soez y pendenciera de Trump para ganar la presidencia en EE UU ha tenido un efecto deplorable en los candidatos mexicanos
La democracia electoral en M¨¦xico y en buena parte de los pa¨ªses llamados en desarrollo es como el de la alimentaci¨®n: no hab¨ªamos salido de la desnutrici¨®n cuando nos cay¨® encima un severo problema de obesidad. Lo peor de los dos mundos. O como el transporte urbano: carecemos de ¨¦l, no tenemos a¨²n planta automovil¨ªstica masiva pero ya nos las arreglamos para tener atascos peores que en una autopista de Los ?ngeles. La misma paradoja (parajoda en realidad) ataca a nuestros procesos electorales. La legitimidad de las autoridades y los resultados siguen estando bajo sospecha, pero ya padecemos las distorsiones y abusos que las campa?as han tomado en las democracias maduras.
La comunicaci¨®n soez y pendenciera que despleg¨® Donald Trump para ganar la presidencia en Estados Unidos ha tenido un efecto deplorable en nuestros candidatos. Los cuartos de guerra de los partidos pol¨ªticos en campa?a est¨¢n convencidos de que el bullying, la acusaci¨®n rampante pero ingeniosa o la lluvia de ep¨ªtetos es m¨¢s eficaz en t¨¦rminos medi¨¢ticos y en redes sociales que la difusi¨®n de propuestas. Los candidatos no tratan de demostrar que conocen a fondo los problemas del pa¨ªs y tienen propuestas para combatirlos. Ni siquiera se devanan los sesos para mostrarse inteligentes, paga m¨¢s proyectar sagacidad y astucia. Los peri¨®dicos y noticieros no quieren citas de expertos o diagn¨®sticos acuciosos sino frases ocurrentes y golpes verbales a la mand¨ªbula de los rivales.
Y por desgracia la tripleta de candidatos que disputar¨¢ el poder presidencial el pr¨®ximo verano en M¨¦xico no hace sino acentuar la pobreza del debate y magnificar la importancia de los memes. La intenci¨®n de voto est¨¢ claramente liderada por el abanderado de la oposici¨®n, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, un hombre que posee un voto duro favorable en torno al 35%, aunque tambi¨¦n concentra un voto negativo expl¨ªcito considerable. Las dos propuestas del sistema, Jos¨¦ Antonio Meade, del partido oficial y Ricardo Anaya, el joven l¨ªder del partido de la derecha, el PAN, simple y sencillamente no despiertan pasiones. Ante la pobreza de la ¡°mercanc¨ªa¡±, la estrategia de venta dise?ada por los publicistas est¨¢ m¨¢s encaminada a atacar al rival que en presumir las virtudes del propio candidato. No se trata de presentar una idea atractiva o una propuesta clave, redit¨²a mucho m¨¢s torpedear y ridiculizar cualquier cosa que presente el contrario.
Los dos rivales de L¨®pez Obrador no han ahorrado ep¨ªtetos sobre la idea esbozada por el tabasque?o de considerar una amnist¨ªa en la guerra contra las drogas. Ni Anaya ni Meade se han sentido en la necesidad de ofrecer alguna idea concreta para resolver la inseguridad p¨²blica; lo cual no les ha impedido destazar sin medida y sin rubor las ideas de su contrario al respecto.
Y no se pretende victimizar al candidato de la izquierda. Tampoco ¨¦l se queda corto en descalificaciones ocurrentes en contra de sus competidores: ¡°Mafia en el poder¡±, pirruris y se?oritongos.
Podemos anticipar dos ejes en la belicosidad de la campa?a electoral. De enero a mayo veremos una lucha encarnizada entre Jos¨¦ Antonio Meade y Ricardo Anaya. La ¨²nica manera en que alguno de los dos puede vencer a L¨®pez Obrador es atrayendo a los votantes de su rival. Solo sumando segunda y tercera fuerza podr¨¢n compensar la ventaja que tiene el l¨ªder de Morena. Anaya tratar¨¢ de convencer al electorado de que Meade se ha desinflado y s¨®lo ¨¦l puede ser el depositario del voto ¨²til para impedir el ascenso al poder del abanderado de la izquierda. Y, desde luego, Meade har¨¢ lo propio en contra de Anaya.
Simult¨¢neamente todos los frentes mantendr¨¢n su pulso en contra de L¨®pez Obrador. La campa?a del miedo ya ha rendido frutos antes. Convertirlo en una amenaza para M¨¦xico y en un Hugo Ch¨¢vez en potencia es una narrativa que ofrece m¨¢s dividendos electorales que una propuesta de gobierno. Las campa?as negativas siempre han sido un recurso efectivo electoral; ahora parece ser el ¨²nico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.