Viento en popa para Trump, Putin, Orban & Co.
La expansi¨®n del populismo se fren¨® en 2017, pero el vigor econ¨®mico da alas a muchos l¨ªderes de la internacional nacionalista
La gran embestida populista que alcanz¨® su cl¨ªmax en 2016 con el Brexit y la victoria de Trump ha sufrido un punto de inflexi¨®n en 2017. La ultraderecha mostr¨® fuerza pero no desbord¨® en Alemania, Holanda y Austria; Macron entr¨® en el El¨ªseo; y el hombre que luchaba contra ¡°el partido de Davos¡±, Steve Bannon, sali¨® de la Casa Blanca. ¡°El partido de Davos¡± vuelve a reunirse ahora en Suiza en un clima m¨¢s tranquilo que hace un a?o cuando, en la congoja causada por las potentes andanadas populistas contra el sistema, hasta el autoritario Xi Jinping pareci¨® a muchos un mal menor muy sensato. La mejora generalizada de la econom¨ªa reduce el caldo de cultivo para movimientos extremistas.
Pero, para los defensores de sociedades liberales y cosmopolitas, es pronto para descorchar champ¨¢n. La propia econom¨ªa sopla vientos favorables para l¨ªderes en el poder que, desde el populismo o el autoritarismo, apuestan por soluciones nacionalistas y proteccionistas: por sociedades cerradas. Esta fortaleza ¡ªque a menudo supera la de pa¨ªses defensores del orden liberal tradicional¡ª favorece su recorrido pol¨ªtico y su capacidad de atracci¨®n, interna e internacional. As¨ª que la partida no parece cerrada.
He aqu¨ª algunos datos, empezando por los Estados Unidos de Donald Trump. Wall Street encadena desde hace tiempo un r¨¦cord tras otro, con una subida del ¨ªndice Dow Jones desde los 19.500 puntos cuando gan¨® Trump hasta los 26.000 actuales; la tasa de paro se halla alrededor del 4%; Apple acaba de anunciar una masiva repatriaci¨®n de fondos por los que pagar¨¢ de un golpe 38.000 millones de d¨®lares (equivalente al PIB de Serbia).
Otro gran campe¨®n nacionalista, Vlad¨ªmir Putin, tambi¨¦n tiene motivos econ¨®micos de satisfacci¨®n. Tras dos a?os de recesi¨®n propiciados por el doble impacto de la ca¨ªda del precio del crudo y las sanciones internacionales, Rusia ha vuelto al crecimiento econ¨®mico (un 1,8% en 2017) y ha revertido la fuerte depreciaci¨®n del rublo (desde un pico de 80 por d¨®lar hasta los 56). Es insuficiente, la econom¨ªa rusa sigue siendo un monocultivo esclerotizado y muy corrupto, pero con respecto al espectro de colapso que revoloteaba alrededor del Kremlin durante meses, es un gran avance.
En el Este de Europa, Polonia y Hungr¨ªa brillan, y sus l¨ªderes Kaczynski y Orban pueden esgrimir crecimientos superiores al 3% (por encima de la media europea) y tasas de paro en el 4% (por debajo).
En Turqu¨ªa, Erdogan tambi¨¦n cuenta con buenas noticias. El tercer trimestre, por razones circunstanciales, marc¨® un espectacular avance interanual, de un 11%. El crecimiento real ronda el 5%. La econom¨ªa turca arrastra problemas, alto paro e inflaci¨®n, riesgos de sobrecalentamientos, persistentes dudas sobre el mercado inmobiliario. Pero est¨¢ claro que en esta fase Erdogan tiene ox¨ªgeno.
La econom¨ªa brit¨¢nica, en cambio, ha ralentizado. En 2016 era el pa¨ªs G7 que crec¨ªa m¨¢s, en 2017 fue el pen¨²ltimo (1,7%, una d¨¦cima m¨¢s que Italia). Pero no se ha producido el colapso que algunos esperaban, ni en t¨¦rmino de crecimiento ni de empleo. Y los brexiters incluso pueden esgrimir luces en la sombra: mayor incremento de productividad en seis a?os en el tercer trimestre de 2017; el sector manufacturero avanza de forma sostenida.
En otros lares, cabe mencionar que Filipinas lleva toda la actual d¨¦cada con crecimientos en el entorno del 6%. Duterte, que asumi¨® en 2016, gobierna sobre estas c¨®modas bases.
Obviamente, estos datos se deben en buena medida a factores ex¨®genos a la gesti¨®n de esos l¨ªderes: la recuperaci¨®n econ¨®mica general y las medidas tomadas por los antecesores, entre ellos. A la vez, no excluyen debilidades intr¨ªnsecas que podr¨ªan estallar en el futuro. Pero sin duda representan, aqu¨ª y ahora, gasolina en estos motores pol¨ªticos de (variada) inspiraci¨®n nacionalista.
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