La b¨²squeda interminable de los desaparecidos del Holocausto
Un inmensa base de datos puede permitir aclarar la muerte de v¨ªctimas de los nazis todav¨ªa sin identificar
La familia de una superviviente del Holocausto no ha renunciado nunca a encontrar a los seis hermanos de su madre, engullidos por el horror nazi. En una librer¨ªa del barrio jud¨ªo de la ciudad polaca de Cracovia, un cartel y un folleto recuerdan que la Shoah es una historia que no se cerrar¨¢. En ellos se cuenta la historia de Adela Schwarzer, que ten¨ªa 25 a?os y pesaba solo 23 kilos cuando fue rescatada por las tropas brit¨¢nicas en el campo nazi de Bergen Belsen, en abril de 1945. Tres a?os antes, en la primavera de 1942, hab¨ªa sido enviada desde el gueto de Rzeszow al campo de concentraci¨®n de Biesiadka (ambos situados en la actual Polonia). Fue la ¨²ltima vez que vio a sus cuatro hermanas y sus dos hermanos.
Adela Schwarzer residi¨® en Suecia el resto de su vida, pero nunca renunci¨® a tratar de saber cu¨¢l hab¨ªa sido el destino de sus hermanos, con la remota esperanza de que, de alguna manera, hubiesen sobrevivido como ella a la Shoah. Muri¨® el 8 de mayo de 2005 sin haber logrado una respuesta, pero su familia decidi¨® continuar la campa?a. Su caso, desgraciadamente, no es tan extra?o. De los seis millones de v¨ªctimas del Holocausto, s¨®lo han sido identificados 4,7 millones. Cuando se conmemora este s¨¢bado el 73? aniversario de la liberaci¨®n del campo de exterminio nazi de Auschwitz, declarado por la ONU D¨ªa Internacional de Conmemoraci¨®n en Memoria de las V¨ªctimas del Holocausto, el destino de 1,3 millones de los seis millones de v¨ªctimas del Holocausto sigue siendo un misterio. Un mill¨®n y medio de ni?os jud¨ªos fueron asesinados por los nazis y s¨®lo la mitad han sido identificados.
"No hay ninguna forma de saber cu¨¢nta gente sigue desaparecida tras el Holocausto", explica la profesora Jennifer Rodgers
Las principales instituciones que se dedican a investigar la Shoah luchan todav¨ªa para rellenar ese inmenso hueco: el Yad Vashem de Jerusal¨¦n mantiene abierta una lista con los nombres de todas las v¨ªctimas identificadas; mientras que el Museo del Holocausto de Washington y la Wiener Library de Londres ¡ªesta ¨²ltima contiene la mayor colecci¨®n de documentos sobre el tema del mundo¡ª ponen a sus investigadores al servicio de los familiares de las v¨ªctimas. Sin embargo, conforme van desapareciendo los ¨²ltimos supervivientes, la labor parece cada d¨ªa m¨¢s compleja.
Existe un instrumento extraordinario que puede proporcionar todav¨ªa algunas respuestas: se trata del International Tracing Service (el Servicio Internacional de B¨²squeda), del que tienen copia la Wiener Library, el Museo del Holocausto de Washington, el Gobierno alem¨¢n y el Yad Vashem. El ITS, recopilado por los aliados al final de la II Guerra Mundial y que estaba hasta hace poco solo en manos del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja, recoge los datos de 17,5 millones de personas que fueron deportadas, desplazadas o esclavizadas por los nazis, a trav¨¦s de documentos de campos de concentraci¨®n o c¨¢rceles de la Gestapo, campos de refugiados o ministerios. B¨¢sicamente, re¨²ne todos los documentos sobre las v¨ªctimas del terror nazi que los aliados fueron encontrando entre las ruinas del Tercer Reich. En total, son 30 millones de documentos.
Los grupos de exterminio m¨®viles, los siniestros Einsatzgruppen, mataron a cerca de mill¨®n y medio de personas en el Este de Europa, sobre todo en la antigua URSS, sin que quedase ning¨²n tipo de documentaci¨®n
"No hay ninguna forma de saber cu¨¢nta gente sigue desaparecida tras el Holocausto", explica Jennifer Rodgers, profesora en el Departamento de Historia de la Universidad de Pennsylvania, que trabaja actualmente en un libro titulado Los archivos de la humanidad: el International Tracing Service, el Holocausto y el orden de la posguerra. "Pero soy optimista: creo que muchos casos todav¨ªa no resueltos encontrar¨¢n una respuesta en el ITS y lo digo como investigadora, pero tambi¨¦n como alguien que trabaj¨® con ese archivo en el Museo del Holocausto. El ITS sigue dando muchas respuestas a supervivientes y a sus familias. Trabajando con ese material dimos respuestas, tambi¨¦n sobre personas desaparecidas". De hecho, la Wiener Library de Londres prepara para finales de febrero una exposici¨®n sobre esa base de datos para difundir ese archivo.
Como en todos los cr¨ªmenes masivos, el Holocausto arrastr¨® una cantidad ingente de papeleo de la muerte. Los nazis ocultaron la existencia de las c¨¢maras de gas, por ejemplo, o utilizaban eufemismos para esconder el exterminio. En cambio, la documentaci¨®n sobre las deportaciones, los guetos, los transportes, el registro en los campos es inmensa. Sin embargo, muchos jud¨ªos que eran enviados directamente a las c¨¢maras de gas no eran registrados. Y, sobre todo, los grupos de exterminio m¨®viles, los siniestros Einsatzgruppen, mataron a cerca de mill¨®n y medio de personas en el Este de Europa, sobre todo en la antigua URSS, sin que quedase ning¨²n tipo de documento ni, en algunos casos, supervivientes que pudiesen narrar luego los hechos. Tampoco existen datos de muchas v¨ªctimas que murieron de hambre o asesinadas en los guetos.
Por ejemplo, de los 33.000 jud¨ªos asesinados en el barranco de Babi Yar, cerca de Kiev, en septiembre de 1941, s¨®lo se conocen la mitad de los nombres. De hecho, en un recuento que ofreci¨® recientemente la BBC, que se basaba en datos del Yad Vashem, quedaba claro que la mayor¨ªa de los jud¨ªos asesinados tras haber sido deportados est¨¢n identificados ¡ªpor ejemplo los que proven¨ªan de Europa occidental o central lo est¨¢n en un 95%¡ª. Sin embargo, los jud¨ªos asesinados en Rusia, Bielorrusia, Ucrania o Lituania s¨®lo est¨¢n identificados en un 50%.
Pero incluso en los casos m¨¢s dif¨ªciles, el ITS puede proporcionar respuestas. Esta base de datos ha servido para reunificar refugiados tras la II Guerra Mundial e incluso condenar a antiguos nazis. "Aunque nosotros por nuestra cuenta no hacemos b¨²squedas de personas desaparecidas, s¨ª que apoyamos a los familiares que quieren conocer la suerte de personas durante y despu¨¦s de la guerra", explica Christine Schmidt, vicedirectora de la Wiener Library y jefa de investigaci¨®n de este centro. "Las otras instituciones que manejan el ITS trabajan igual. En algunos casos, la b¨²squeda de un individuo ha revelado lazos familiares que desconoc¨ªan y ha facilitado reuniones familiares entre descendientes de v¨ªctimas. Lo importante es que, dado que no realizamos b¨²squedas a no ser que alguien nos lo pida expresamente, existen much¨ªsimos nombres que no han sido investigados nunca".
Ni los historiadores ni los familiares pretenden rendirse jam¨¢s. Como explica Jennifer Rodgers, "nunca encontraremos a todos los desaparecidos, pero cada fragmento de informaci¨®n sobre una v¨ªctima del Holocausto es importante porque nos permite recordar a esas personas".
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