El magnate que salv¨® a miles de jud¨ªos en Bolivia
Un archivo hist¨®rico revela que el empresario minero Moritz Hochschild ayud¨® a familias que escapaban del nazismo en la Segunda Guerra Mundial
Moritz Hochschild era uno de los empresarios mineros m¨¢s famosos en la primera mitad del siglo XX. Junto a Sim¨®n I. Pati?o y Carlos Aramayo, fue uno de los tres llamados barones bolivianos del esta?o. De este tr¨ªo, Hochschild ten¨ªa la peor reputaci¨®n de los tres. En la historia del pa¨ªs sudamericano es recordado como un hombre cruel y despiadado a la hora de hacer negocios. Naci¨® en 1881 en Biblis (Alemania) y falleci¨® en 1965 en Francia. Tuvieron que pasar casi cuatro d¨¦cadas para que se diera a conocer su lado m¨¢s humanitario.
El archivo documental de la Corporaci¨®n Minera de Bolivia (Comibol) preserva documentos que dan fe de la labor filantr¨®pica del magnate alem¨¢n durante el ascenso del nazismo en Europa. Gracias a sus gestiones, se estima que entre 1938 y 1940 llegaron a Bolivia m¨¢s de 8.000 jud¨ªos que se salvaron del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
?dgar Ram¨ªrez, director del archivo de la Comibol, cuenta que en 1999 comenzaron a ordenar los documentos de la empresa minera con relaci¨®n a las actividades de los tres barones del esta?o, cuyas propiedades nacionaliz¨® el Estado boliviano en 1952. Solo los papeles correspondientes a Hochschild comprend¨ªan un extensi¨®n de 50 metros. Cuando empez¨® el trabajo de organizaci¨®n encontraron ¡°informaci¨®n fabulosa¡± con respecto al magnate alem¨¢n, explica la jefa de informaci¨®n de la empresa estatal, Carola Campos.
¡°Mucha de esta documentaci¨®n est¨¢ relacionada con el Holocausto. Con el traslado de inmigrantes jud¨ªos de Europa central a Bolivia en una especie de red que hab¨ªa armado Hochschild. Esa documentaci¨®n trae informaci¨®n primaria relevante y ¨²nica en el mundo¡±, explica Campos.
Entre los archivos, que son preservados en cajas especiales con PH neutro ¡ªni acidificado ni alcalinizado¡ª, contienen documentos, una carta de ni?os de origen jud¨ªo del k¨ªnder Miraflores en La Paz, en la que piden que se les ampl¨ªe el espacio donde viven; fotograf¨ªas, documentos de la Embajada brit¨¢nica e incluso una lista negra de personas y negocios en Bolivia se?alados por antisemitas, y con los cuales se le indica a Hochschild no establecer ninguna relaci¨®n comercial. ¡°Nos encontramos con expedientes en ingl¨¦s, alem¨¢n, hebreo. Tuvimos que trabajar con varios profesionales para efectuar la labor de revisi¨®n¡±, afirma Liz Qui?ones, una de las responsables de gesti¨®n documental de la Comibol.
A ra¨ªz del hallazgo, el archivo fue declarado como Memoria del Mundo el pasado a?o por la Unesco. En octubre de 2016, el registro regional de ese programa hab¨ªa validado la documentaci¨®n como ¨²nica y aut¨¦ntica, seg¨²n se?ala Campos. Por lo tanto, todos los archivos deben contar con dos reproducciones, una para la exposici¨®n al p¨²blico y otra para que investigadores puedan trabajar con los registros. El archivo de la Comibol est¨¢ en proceso de digitalizaci¨®n, una tarea que a¨²n demandar¨¢ tiempo y presupuesto.
Seg¨²n Le¨®n Bieber, historiador boliviano de origen jud¨ªo, la inmigraci¨®n a Bolivia se da durante momentos previos y durante la Segunda Guerra Mundial. Dice que es una coincidencia interesante que la naci¨®n andina haya abierto sus puertas irrestrictamente mientras en Alemania acontec¨ªan sucesos lamentables como la denominada Noche de los cristales rotos, en 1938, cuando se lanz¨® una revuelta contra ciudadanos y negocios jud¨ªos, adem¨¢s de sinagogas y cementerios.
Las buenas relaciones de Hochschild con el entonces presidente boliviano, Germ¨¢n Busch, permitieron que por medio del Comit¨¦ Jud¨ªo Americano de Distribuci¨®n Conjunta (Joint, por sus siglas en ingl¨¦s) llegaran al pa¨ªs inmigrantes jud¨ªos con visas para realizar trabajos de agricultura, siendo la mayor¨ªa de ellos intelectuales, artistas y profesionales de otras ¨¢reas. ¡°Lo que hizo Hochschild fue crear dos instituciones b¨¢sicas: la Sociedad de Protecci¨®n a los Inmigrantes Israelitas, a trav¨¦s de la cual fueron canalizados los fondos que el Joint pon¨ªa a disposici¨®n para ayudar a aquella poblaci¨®n y la Sociedad Colonizadora de Bolivia. ?l fue realmente el art¨ªfice para integrar a los jud¨ªos en el pa¨ªs¡±, precisa Bieber v¨ªa telef¨®nica desde Alemania.
El Schindler de los Andes
Regina Cymerman de Udler estuvo en tres campos de concentraci¨®n, de los cuales pudo escapar debido a su nacionalidad francesa y su manejo de cuatro lenguas. Trabajaba como correo y haciendo la guerra de guerrillas para los Maquis, la resistencia francesa, contra los nazis que ya hab¨ªan invadido el pa¨ªs vecino. Con la Gestapo tras sus talones, lleg¨® a Latinoam¨¦rica en los barcos que arribaban a los puertos de Chile y Argentina, para despu¨¦s instalarse en Bolivia. As¨ª recuerda Ricardo Udler, portavoz de la comunidad israelita en el pa¨ªs andino, la historia de su madre y de muchos otros jud¨ªos que lograron escapar del Holocausto. ¡°Hemos tenido sobrevivientes de Auschwitz, Majdanek, Bergen-Belsen, Trevlinka. Gente que ha estado marcada, tatuada y una vez que llegaron aqu¨ª, nos contaban el Holocausto que ellos hab¨ªan sobrevivido, para que nosotros podamos transmitir a las nuevas generaciones¡±, recuerda Udler.
La madre de Udler fue afortunada. Durante el escape, su familia fue separada. Algunos de sus hermanos y hermanas fueron asesinados en campos de concentraci¨®n. Dice que llegar a Bolivia desde Europa era un trayecto sumamente largo, con muchos cambios culturales, en el orden socioecon¨®mico y de vida que los alemanes y polacos jud¨ªos llevaban, pero que llegar a esta tierra era algo ¡°bendito¡±. ¡°El llegar a un lugar totalmente desconocido la atemorizaba, pero el hecho de ser libre, de sonre¨ªr despu¨¦s de todas las penurias que ella pudo vivir durante la ¨¦poca del Holocausto, lo val¨ªan¡±, agrega Udler.
Ram¨ªrez tiene el presentimiento que el perfil de ¡°tipo malo¡± que ten¨ªa Hochschild era solo una apariencia. A pesar de ser vilipendiado en su tiempo, cree que en realidad estaba ligado a una red internacional antifascista. Por su humanismo y acciones, cree que la comparaci¨®n es justa y se le puede atribuir al empresario minero el mote de El Schindler boliviano.
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