El presidente de Polonia ratifica la pol¨¦mica ley sobre el Holocausto

Sugerir que "la naci¨®n polaca" fue c¨®mplice de los cr¨ªmenes del Holocausto ser¨¢ un delito que puede llevar a la c¨¢rcel hasta tres a?os. El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha ratificado?la controvertida ley, desafiando as¨ª las cr¨ªticas de Estados Unidos, Israel y de un nutrido n¨²mero de expertos y acad¨¦micos internacionales que consideran que la norma abre la puerta peligrosamente al negacionismo. No obstante, tras el esc¨¢ndalo internacional desatado por la nueva ley, que castiga entre otras cosas el uso de la expresi¨®n "campos de concentraci¨®n polacos" para referirse a los centros de exterminio de jud¨ªos que los nazis construyeron en la Polonia ocupada, Duda ha querido dejar abierto un peque?o resquicio a algunos cambios y ha declarado que, aunque tras firmar la ley, pedir¨¢ al Tribunal Constitucional algunas aclaraciones.

Israel, junto con EE UU uno de los m¨¢s valiosos aliados del Ejecutivo nacionalista polaco ¡ªy m¨¢s ahora en un momento en el que Varsovia tiene serios conflictos con las instituciones comunitarias por sus continuos ataques al Estado de derecho¡ª, se ha mostrado hoy esperanzado con que la ley sea enmendada en el Tribunal Constitucional.? "Esperamos que, dentro del tiempo asignado hasta que concluyan las deliberaciones en el Tribunal, podamos acordar cambios y correcciones", ha declarado un portavoz de Ministerio de Exteriores de Israel.

Es una reacci¨®n tibia en comparaci¨®n a la firme condena del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu y de miembros de su Gabinete en los ¨²ltimos d¨ªas, que puede significar que el asunto no est¨¢ cerrado. Y eso, pese a que tras otra controvertida reforma legal, el Gobierno ultraconservador de Ley y Justicia (PiS) controla el Tribunal Constitucional. Israel y Estados Unidos sostienen que la medida frenar¨¢ la libertad de expresi¨®n y, aunque recoge excepciones legales para la investigaci¨®n o el arte, puede dificultar cualquier discusi¨®n sobre hechos hist¨®ricos b¨¢sicos y sobre el papel que algunos polacos desempe?aron en los cr¨ªmenes nazis.

La ley, ha dicho el presidente Duda en un discurso televisado, "preserva los intereses de Polonia, nuestra dignidad y la verdad hist¨®rica para que los juicios contra nosotros en todo el mundo sean honestos y para que nos abstengamos de difamarnos a nosotros mismos, como Estado y como naci¨®n". Un argumento similar al del Gobierno, que mantiene que la ley es necesaria para proteger la reputaci¨®n de sus ciudadanos y asegurarse de que son reconocidos como v¨ªctimas y no como actores de la agresi¨®n nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Polonia ten¨ªa la mayor poblaci¨®n jud¨ªa antes de la II Guerra Mundial: tres millones de los seis millones de jud¨ªos aniquilados por los nazis en la ¡°soluci¨®n final¡± fueron asesinados en campos de concentraci¨®n ubicados en la Polonia ocupada (1939-1945) por los nazis, como Auschwitz, Treblinka o Sobibor. S¨®lo 380.000 de los tres millones de jud¨ªos polacos sobrevivieron al exterminio. Y no s¨®lo los jud¨ªos sufrieron las atrocidades del r¨¦gimen nazi durante la ocupaci¨®n alemana, cientos de miles de polacos cat¨®licos fueron deportados y asesinados tambi¨¦n. Los polacos ni organizaron ni construyeron los campos de exterminio, algo que la historia no cuestiona. Tampoco el Gobierno polaco en el exilio colabor¨® jam¨¢s con los nazis. Y entre los polacos fueron un nutrido n¨²mero quienes ayudaron a los jud¨ªos y opusieron tremenda resistencia al r¨¦gimen del Tercer Reich. Sin embargo, como en todos los pa¨ªses ocupados hubo ciudadanos que colaboraron con el r¨¦gimen nazi.

Negar esa realidad, han alertado los acad¨¦micos y activistas, puede alentar un aumento del antisemitismo en un momento, adem¨¢s, en el que la ultraderecha y las posturas xen¨®fobas est¨¢n aumentando en Polonia. El antisemitismo en el Gigante del Este (unos 38 millones de habitantes) y actualmente uno de los pa¨ªses m¨¢s unitarios ¨¦tnica y religiosamente, se ha incrementado, seg¨²n el ¨²ltimo informe de 2017 del Gobierno israel¨ª, que cada a?o sondea las actitudes de distintos pa¨ªses. Una conclusi¨®n que se repite en otros estudios, como uno de la Universidad de Varsovia u otro del Pew Research Center, que revela que un 18% de los ciudadanos retirar¨ªa la nacionalidad a los jud¨ªos.