Estados Unidos y la Uni¨®n Europea chocan por la pol¨ªtica de defensa

EE UU y Europa chocan por la pol¨ªtica de defensa. A la exigencia estadounidense de que los pa¨ªses europeos gasten m¨¢s en su seguridad se suma una nueva batalla: las compras de armamento. Washington recela de los planes de integraci¨®n militar en la UE por las p¨¦rdidas que pueda provocar a su industria. Esas suspicacias ya han calado en la Alianza. ¡°Debemos evitar crear nuevas barreras dentro de la OTAN¡±, desliz¨® este martes su m¨¢ximo responsable, Jens Stoltenberg.

El debate se plantea de manera abstracta, pero la inquietud es muy concreta. La pol¨ªtica de integraci¨®n militar de la UE, uno de los grandes proyectos del club comunitario en la era post-Brexit, contempla un incentivo fundamental para que los Estados cooperen en un ¨¢rea hasta ahora tab¨². Se trata del fondo europeo de defensa, que el presupuesto comunitario nutrir¨¢ cada a?o con unos 1.000 millones de euros para desarrollar equipamientos comunes y con otros 500 millones para destinarlo a investigaci¨®n militar. El objetivo es que los Estados aporten a su vez 4.000 millones anuales para acabar destinando m¨¢s de 5.000 cada ejercicio a esta pol¨ªtica, considerada prioritaria.

Para acceder al fondo, las empresas que lideren los proyectos tienen que ser europeas. Con esa misma l¨®gica, la cooperaci¨®n con Estados terceros ser¨¢ ¡°excepcional¡±, vinculada a proyectos concretos y siempre que aporte un valor a?adido a la UE.

Cuando Washington ha le¨ªdo la letra peque?a del plan, adoptado a finales de 2017, se ha soliviantado por las potenciales p¨¦rdidas para su industria. ¡°No queremos que esto sea un veh¨ªculo proteccionista de la UE. Vamos a mirarlo con detenimiento. Queremos que los europeos tengan sus capacidades militares, pero no que excluyan productos estadounidenses¡±, expuso sin tapujos la embajadora estadounidense ante la OTAN, Kay Bailey.

Estados Unidos lidera la exportaci¨®n de armas en el mundo. Solo este pa¨ªs es responsable de un tercio de todas las ventas de armas, seg¨²n datos recopilados por el instituto especializado en defensa SIPRI. Aunque hasta 2014 Europa llevaba a?os reduciendo sus compras de armas por la mayor sensaci¨®n de seguridad global y por las pol¨ªticas de austeridad, buena parte de las inversiones siguen teniendo como objeto material estadounidense. Italia, Reino Unido y Finlandia figuran en la lista de los 20 pa¨ªses que m¨¢s material adquieren anualmente de Washington. Y ahora que el gasto en defensa vuelve a crecer por el aumento de la inseguridad, EE UU no quiere perder parte del pastel.

Aunque inicialmente la OTAN fue favorable al proyecto europeo, la Administraci¨®n de Donald Trump teme ahora que el refuerzo de las capacidades militares en la UE reste negocio ¡ªe influencia¡ª a Estados Unidos. La preocupaci¨®n impregna ya el discurso de la OTAN. Los ministros de Defensa de la Alianza abordar¨¢n este asunto en la reuni¨®n que mantendr¨¢n este mi¨¦rcoles en Bruselas. ¡°Los esfuerzos europeos en defensa deben ser complementarios a los de la OTAN. No deben entenderse como alternativos¡±, advirti¨® en conferencia de prensa Stoltenberg, que en otras ocasiones se hab¨ªa mostrado entusiasta respecto a la coordinaci¨®n europea en defensa. La alta representante para la Pol¨ªtica Exterior Europea, Federica Mogherini, acudir¨¢ a la cena con sus colegas de la OTAN. Fuentes diplom¨¢ticas conf¨ªan en que sea un buen momento para explicar que las pol¨ªticas comunitarias ¡°no ser¨¢n problem¨¢ticas para la Alianza¡±.

Washington ha empezado ya a presionar a las capitales europeas para que permitan a empresas estadounidenses participar de estos proyectos financiados con dinero europeo. El esquema no funciona a la inversa; el desarrollo de capacidades militares en Estados Unidos queda reservado a las empresas del pa¨ªs.

Aumento del gasto

Parad¨®jicamente, la insistencia de Trump en elevar el gasto militar en los pa¨ªses europeos de la OTAN al 2% del PIB ha acelerado la cooperaci¨®n europea, as¨ª como el intento de reavivar su industria. Y eso puede volverse en contra de Washington si las firmas de la UE ganan cuota de mercado. La batalla est¨¢ asegurada. Porque Europa depende en gran medida de la protecci¨®n militar estadounidense y Trump ya ha esgrimido ese argumento para tratar de sacar r¨¦ditos.

De momento, tanto los representantes estadounidenses como Stoltenberg seguir¨¢n insistiendo en el incremento del gasto ¡ªcreci¨® un 5% interanual en 2017¡ª como mensaje prioritario a los aliados europeos. Espa?a y otros pa¨ªses plantean que el presupuesto no puede ser el ¨²nico criterio y destacan la importancia de contribuir a las misiones militares, un ¨¢mbito en el que Espa?a es muy activa.