A seis a?os de la tragedia de Once, Macri recibe a los familiares de las 51 v¨ªctimas
Allegados a los muertos piden ¡°ver tras las rejas a los culpables" del accidente del tren de cercan¨ªas
La lentitud judicial en Argentina convierte cada aniversario de una tragedia en un acto l¨²gubre y repetitivo. El 22 de febrero de 2012, una formaci¨®n del ferrocarril Sarmiento que llegaba a la terminal de Once, una de las m¨¢s concurridas de Buenos Aires, no se detuvo a tiempo y choc¨® contra el paragolpes de amortiguaci¨®n del and¨¦n. La formaci¨®n iba a s¨®lo 20 kil¨®metros por hora pero el impacto caus¨® la muerte de 51 personas, por el p¨¦simo estado de la formaci¨®n y el deterioro de las medidas de seguridad. Los cuerpos quedaron atrapados entre los hierros retorcidos y los sobrevivientes debieron salir por las ventanas, en medio de una desesperaci¨®n generalizada. Por el hecho, hay tres condenas en suspenso que deber¨¢n decidirse en abril pr¨®ximo, pero el entorno de las v¨ªctimas presiona para que haya una cuarta, la del exministro de Planificaci¨®n del gobierno kirchnerista, Julio de Vido, responsable pol¨ªtico del sistema de transporte.
Este jueves se realiz¨® el acto en conmemoraci¨®n de las personas que perdieron la vida en el and¨¦n 2 de la estaci¨®n inaugurada en 1882. A las 8.32 -hora del siniestro-, los allegados a las v¨ªctimas y sobrevivientes renovaron el pedido de ¡°ver tras las rejas a los culpables de la masacre¡±. Tambi¨¦n se leyeron los nombres de los fallecidos y de quienes murieron en estos a?os de impunidad. ¡°A seis a?os venimos a reafirmar con la convicci¨®n de siempre que el dolor dio paso a una lucha irrenunciable para ver tras las rejas a los culpables de esta masacre¡±, afirm¨® Mar¨ªa Luj¨¢n Rey, madre de Lucas Menghini, hallado entre los fierros del tren dos d¨ªas despu¨¦s del choque.
Sin embargo, los ca?ones de los damnificados siguen apuntando contra Julio de Vido, hombre fuerte del kirchnerismo y preso desde octubre por otra causa: el presunto desv¨ªo de fondos p¨²blicos en las obras del yacimiento carbon¨ªfero de R¨ªo Turbio. En ese entonces, el cargo era el responsable de monitorear y autorizar los servicios que prestaba TBA, la empresa concesionaria del servicio del tren Sarmiento, a cargo de Claudio Cirigliano, uno de los condenados, junto a los exsecretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi.
¡°Al presidente le vamos a llevar nuestra experiencia en la lucha por justicia, hablaremos del proceso judicial y los elementos que le faltan a la justicia para hacer m¨¢s expeditivos los procesos judiciales¡±, dijo a EL PA?S Paolo Menghini, padre de Lucas. ¡°La intenci¨®n es hablar de las carencias que tienen con respecto a estructuras de personal y recursos en el sistema ferroviario y la necesidad de que los estados tengan una cobertura para v¨ªctimas de procesos como el nuestro¡±, agreg¨®.
¡°Creemos fervientemente en que es al Estado al que le corresponde asistir a los ciudadanos sin tener que ver quien gobierna o deje de gobernar el pa¨ªs. Tiene que haber pol¨ªticas de Estado para asistir a las v¨ªctimas y creo que a Argentina le falta mucho aprender de las grandes tragedias que ha vivido¡±, opin¨® el hombre.
El grupo de allegados a las 51 v¨ªctimas ha vuelto a sufrir tres decesos. Uno de ellos, no tuvo que ver con la tragedia pero a fines del a?o pasado muri¨® Horacio Garbuio, quien sufri¨® un accidente cerebro vascular el mismo d¨ªa en que tuvo que reconocer a su hijo en la morgue. ¡°Desde ah¨ª entr¨® en una pendiente f¨ªsica que lo llev¨® a la muerte y adem¨¢s hubo otro caso de suicidio de un sobreviviente hace unos a?os¡±, cont¨® Menghini.
La masacre de Once supuso un antes y un despu¨¦s en el manejo de los ferrocarriles del ¨¢rea metropolitana de Buenos Aires. Consumadas las renuncias y procesamientos de los cargos implicados, el Estado compr¨® m¨¢s de 1.000 vagones y 111 locomotoras luego de 50 a?os de olvido. Adem¨¢s se electrificaron viejos ramales. El plan tambi¨¦n incluy¨® el soterramiento de las v¨ªas del ferrocarril Sarmiento que atraviesan Buenos Aires, con un pol¨¦mico contrato a la cuestionada firma Odebrecht. El servicio ha mejorado en la actualidad, aunque resta mucho por hacer.
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