El Partido Laborista se dispone a avanzar hacia un Brexit suave
Jeremy Corbyn apoyar¨¢ que Reino Unido permanezca en una uni¨®n aduanera con la UE
La balanza pol¨ªtica brit¨¢nica se dispone a inclinarse un poco m¨¢s hacia una ruptura suave con Bruselas. El Partido Laborista, seg¨²n confirm¨® este domingo su portavoz del Brexit, Keir Starmer, apoyar¨¢ que Reino Unido permanezca en una uni¨®n aduanera con la UE. As¨ª tiene previsto anunciarlo Jeremy Corbyn, en un discurso llamado a aclarar un poco la ¡°ambig¨¹edad constructiva¡± que viene desplegando el l¨ªder laborista en el Brexit, y que tan bien le ha funcionado hasta la fecha.
¡°Ambig¨¹edad constructiva¡± consiste en eludir el tema, en la medida de lo posible, y no posicionarse demasiado claramente, para no alienar a una parte de su electorado que, sobre todo en sus feudos del norte de Inglaterra, sigue defendiendo el Brexit. La idea, por tanto, es dejar la iniciativa al Gobierno e ir posicion¨¢ndose siempre unos pocos pasos m¨¢s hacia la permanencia.
El viernes, tras ocho horas de reuni¨®n en la residencia de campo de la primera ministra, el Gobierno logr¨® consensuar una postura sobre la deseada relaci¨®n futura entre Reino Unido y el bloque, que se vino a resumir como ¡°divergencia gestionada ambiciosa¡±. Otro eufemismo que, b¨¢sicamente, consiste en la pretensi¨®n de divergir en los sectores que le convenga y converger en los dem¨¢s. Algo que, como se apresur¨® a decir Donald Tusk el mismo viernes, es ¡°una pura ilusi¨®n¡±. ¡°Desde el comienzo ha sido un principio b¨¢sico de los 27 que Reino Unido no puede escoger del mercado ¨²nico a la carta¡±, explic¨®.
El peque?o avance del viernes dejaba la pelota en el campo del laborismo y, si se confirma lo que asegur¨® este domingo Starmer en la BBC, responder¨¢ con un paso importante. Se trata de una inteligente jugada pol¨ªtica, que vuelve a abrir distancia con el Gobierno y plantea un desaf¨ªo a los conservadores m¨¢s pragm¨¢ticos. La nueva posici¨®n del laborismo deber¨¢ sustanciarse en enmiendas a las leyes que se est¨¢n tramitando en la C¨¢mara, y los diputados tories rebeldes se ver¨¢n obligados a decidir si son consecuentes con su idea de apoyar un Brexit suave, votando con los laboristas, aunque eso implique una derrota del Gobierno.
Cada vez m¨¢s voces piden al laborismo posicionarse abiertamente por un Brexit suave, o incluso defender la celebraci¨®n de un segundo refer¨¦ndum. Algo que no convence a Corbyn, perteneciente a esa izquierda brit¨¢nica que tradicionalmente recela de la UE. Hasta ahora, la evidencia emp¨ªrica desaconsejaba enfrentarse al Brexit: dos tercios de los diputados del partido representan a circunscripciones que votaron por salir. Pero a medida que avanzan las negociaciones el horizonte se torna m¨¢s oscuro y los votantes laboristas que apoyaron el Brexit son, seg¨²n los sondeos, los que m¨¢s est¨¢n cambiando de opini¨®n. Hay tres campa?as que recorren estos d¨ªas el pa¨ªs reclamando un segundo refer¨¦ndum, y su p¨²blico objetivo es claro: los votantes laboristas y, en particular, los j¨®venes sobre los que se sustenta el culto a Corbyn.
La batalla de la uni¨®n aduanera
El Gobierno de May se opone a permanecer en una uni¨®n aduanera con la UE porque eso le impedir¨ªa negociar sus propios acuerdos comerciales con terceros pa¨ªses. Es, hoy por hoy, una l¨ªnea roja clara: ceder en ese terreno podr¨ªa provocar una rebeli¨®n del sector duro. Sobre esa capacidad negociar acuerdos con terceros construyen los m¨¢s euroesc¨¦pticos su quimera de un Reino Unido global fuera de Europa, portaestandarte del libre comercio. Pero, como record¨® este domingo Keir Starmer, permanecer en algo parecido a la actual uni¨®n aduanera es ¡°la ¨²nica manera realista¡± de tener un acceso libre tarifas al mercado ¨²nico.
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