La poderosa senadora Dianne Feinstein pierde un apoyo clave para su campa?a de reelecci¨®n

Para que un candidato obtenga el respaldo oficial del partido en California debe obtener el 60% de los votos durante la convenci¨®n. Los dem¨®cratas, reunidos este fin de semana en San Diego, dieron un 54% de votos a Kevin de Le¨®n y un 37% a la veterana senadora, por lo que ninguno de los dos tendr¨¢ el apoyo expreso del partido. El resultado es una derrota para Feinstein que lanza dudas sobre su fuerza entre las bases dem¨®cratas, al tiempo que para De Le¨®n supone un empate esperanzador contra un rival que le supera en todos los frentes.

Dianne Feinstein va a cumplir 85 a?os y es el miembro de mayor edad del Senado. Lleva en el esca?o desde las elecciones de 1992. Los dos esca?os de California han estado ocupados por mujeres desde entonces. Hace dos a?os, Barbara Boxer se retir¨® y entr¨® otra mujer, Kamala Harris, convertida instant¨¢neamente en uno de los rostros j¨®venes m¨¢s importantes de los dem¨®cratas en Washington. Feinstein, sin embargo, anunci¨® que se presentar¨ªa a la reelecci¨®n.

Si bien nadie le discute a Feinstein su autoridad entre los dem¨®cratas para buscar un nuevo mandato, la decisi¨®n supone una prueba para el ¨¢nimo de las bases dem¨®cratas en la era de Donald Trump. Feinstein, miembro s¨¦nior de los comit¨¦s de Justicia y de Inteligencia del Senado, es tenida por una moderada, incluso demasiado en asuntos de seguridad y justicia.

De Le¨®n tiene 51 a?os y en los ¨²ltimos cuatro ha sido presidente del Senado de California. Es el latino con m¨¢s poder pol¨ªtico del estado donde el 39% de la poblaci¨®n es latina. De Le¨®n es hijo de una inmigrante guatemalteca que lo cri¨® como madre soltera limpiando casas en San Diego. Habla perfectamente espa?ol. Su historia conecta con millones de personas en California. Adem¨¢s, es visto como un pol¨ªtico muy a la izquierda de su partido, especialmente en temas como la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la defensa de los inmigrantes. De Le¨®n es el impulsor de la llamada ley del estado santuario, que ha enfurecido a la Administraci¨®n Trump.

La competencia entre ambos en el estado m¨¢s grande y m¨¢s complicado del pa¨ªs, por tanto, ser¨¢ interpretada pase lo que pase como un s¨ªntoma de los deseos de renovaci¨®n del Partido Dem¨®crata. La campa?a de De Le¨®n explota constantemente la idea de que Feinstein no es lo bastante dura con Trump en un momento en que la izquierda debe dar la batalla.

El s¨¢bado, De Le¨®n dej¨® muy clara esa elecci¨®n cuando expuso sus razones ante los delegados en San Diego. ¡°Los tiempos en que los dem¨®cratas esperamos nuestra ocasi¨®n, nos mordemos la lengua y nos situamos en la ambig¨¹edad se han acabado¡±, dijo. ¡°Yo estoy hoy aqu¨ª porque mi madre se neg¨® a ¡®esperar su turno¡¯ o ¡®saber cu¨¢l era su lugar¡¯¡±. En un momento dado dijo que ¡°la grandeza viene de la audacia, no de la veteran¨ªa¡±.

El domingo, De Le¨®n reaccion¨® al resultado de la votaci¨®n con un comunicado entusiasta que dec¨ªa: ¡°El resultado de hoy es un impresionante rechazo a las pol¨ªticas de siempre¡±. ¡°Los dem¨®cratas de California tienen hambre de un nuevo liderazgo que luche por los valores de California desde el frente, no de forma ambigua desde el costado¡±, dice el comunicado.

El resultado de este domingo dibuja un mapa nuevo en unas primarias en las que Feinstein ten¨ªa todas las de ganar. De Le¨®n ha recaudado hasta ahora medio mill¨®n de d¨®lares para su campa?a. Feinstein ha recaudado el doble y adem¨¢s ha puesto 5 millones de su propio dinero. La ¨²ltima encuesta dice que le lleva 30 puntos de ventaja a su competidor. Dos tercios de los encuestados no saben qui¨¦n es De le¨®n, mientras que Feinstein no es solo una de las pol¨ªticas m¨¢s conocidas del Estado, sino de todo Estados Unidos.

Los dem¨®cratas de California tampoco ofrecieron un apoyo claro en la carrera para gobernador del Estado, una de las elecciones m¨¢s trascendentes en a?os tras la retirada el pr¨®ximo noviembre de Jerry Brown, el veterano gobernador que ha enderezado California en los ¨²ltimos ocho a?os. Todo indica en este punto que las primarias estar¨¢n entre Gavin Newsom, el vicegobernador y exalcalde de San Francisco, que concentra sus apoyos en la bah¨ªa de San Francisco, y Antonio Villaraigosa, exalcalde de Los ?ngeles que conf¨ªa en el empuje del voto latino y rural. Ninguno de los dos obtuvo el apoyo del partido.